El Diácono Forrest Gray recordado como 'la entera personificación de un diácono'

Friday, Jan. 24, 2020
 El Diácono Forrest Gray recordado como 'la entera personificación de un diácono' + Enlarge
La Misa Funeraria del diácono Forrest Gray (Julio 16, 1933-Enero 10, 2020) fue celebrada el jueves 16 de enero en la Catedral de la Magdalena. La ceremonia fue presidida por el Reverendísimo Oscar A. Solis, Obispo de Salt Lake City. Sacerdotes diocesanos, diáconos, familiares, amigos y la comunidad de la dióceisis de Salt Lake City se dieron cita para rendir sus oraciones por el eterno descanso del diácono
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — El diácono Forrest Gray, quien sirvió en varias parroquias a lo largo y ancho de la Diócesis de Salt Lake City y quien también fuese director de la Oficina diocesana para Diáconos fue “la personificación de un diácono para nuestra Iglesia, y dio su vida al servicio de Dios y de Su pueblo,” dijo el Reverendísimo Oscar A. Solis, durante la Misa funeraria para el diácono realizada el 16 de enero, 2020.

El diácono Gray quien falleció el 10 de enero, nació en Stockton California un 16 de julio de 1933. En 1951 se enlisto en las fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. En 1963 se casó con su esposa María Cruz. Después de 35 años se retiró de las Fuerzas  Aéreas como Jefe se su destacamento, pero continúo trabajando como meteorólogo en el Servicio Climático Nacional. Miembro de cuarto grado de los Caballeros de Colón, del encuentro Matrimonial, del Cursillo y de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, en el 2004 fue ordenado como diácono en la Catedral de la Magdalena por el Reverendísimo George H, Niderauer, octavo Obispo de Salt Lake City. El diácono Gray sirvió en las parroquias de San Pedro y San Pablo, en las misiones rurales, así como director de la oficina diocesana para Diáconos.

“Dedicó su vida a la Iglesia en Utah, sirviendo al Evangelio,” dijo el Obispo en la Misa funeraria. “Con una gran bondad y sacrificios, ofreció su vida diaria como diácono para el bien de todo el pueblo de Dios en esta diócesis, sirviendo en muchas capacidades para el beneficio de todos.”

El 15 de junio se realizó la Vigilia. Monseñor Colin F. Bircumshaw, vicario general diocesano, dijo que el diácono Gray “utilizó sus innegables dones de fe, de cuidado, de entendimiento, para el gran propósito de la misión del Evangelio. Él puso esos dones al servicio de las innumerables personas en su predicación, en su enseñanza, en su acompañamiento a los demás a través de RICA, en su mentoría a sus hermanos diáconos, en su apoyo a su esposa María Cruz, y en su especial ministerio a la comunidad hispana en nuestra diócesis, en su acompañamiento al visitar a los enfermos llevándoles la Santa Comunión.”

La familia del diácono Gray “fue la base de la vida del diácono Gray,” dijo Monseñor Bircumshaw refiriéndose a la primera lectura de la Vigilia, Eclesiástico Capítulo 3.

Así mismo, durante su homilía en la Misa funeraria el padre Javier Virgen, párroco de la Iglesia de St. Joseph the Worker, dijo que el gran tesoro del diácono Gray, es que Cristo estaba vivo en él “era evidente en su amor por su María Cruz - diariamente en sus 56 años de matrimonio. Fue marcado por una vida de amor a su hermana Janet y a su hermano Donald. Fue claro es su inagotable amor por sus hijos Jane, Edward y por el padre Gray. Es cierto que sus nietos, su familia y sus amigos, ahijados y compadres quienes pudieron sentir el amor de Cristo a través de esos brazos y manos de Forrest. Y es expresado a través de su amoroso servicio como diácono para la Diócesis de Salt Lake City- en el llamado de Cristo al servicio.”

Hablando sobre el cielo, la fe, la resurrección y que la nueva vida da consuelo y fortaleza, pero “la razón básica para hablar de eso es porque son ciertas, Forrest eso no diría,” dijo el padre Virgen. “Conocer a Forrest- el conocerlo- era sentir y tener la experiencia de Cristo. Su rostro tenía una estampa de bienvenida. Su distintiva voz aseguraba esa bienvenida. Por la Gracia del Espíritu Santo, la intención de Forrest fue aplicar en su vida lo que Dios le había revelado en lugar de confiar solo en su propio entendimiento. Para esto él abrió si vida a la Fe Católica.”

El diácono Gray fue un pacificador, y su vía “estuvo basada en glorificar a Dios en todo lo que hacía,” dijo el padre Virgen, “Estas expresiones de fe fueron posibles compartiendo su amor y su fe por y en Dios entre todas las personas en su camino. Basó su vida en la verdad de la Palabra de Dios. En este mundo, en lugar de recolectar cosas para él, él caminó con fe, con la creencia de que se debía siempre ir a los demás.”

For questions, comments or to report inaccuracies on the website, please CLICK HERE.
© Copyright 2024 The Diocese of Salt Lake City. All rights reserved.