Asignan nuevo capellán al Centro Católico Skaggs

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Padre Michael Augustine Amabisco, OP

Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY —  El nuevo capellán  para el Centro Católico Skaggs llega con una descripcion de trabajo actualizada: el realizar mi-nisterio con toda la comunidad escolar- no solo con los estudiantes de la preparatoria católica de Juan Diego sino con las otras dos escuelas en el campus así como con la facultad, personal y padres de familia.

El padre Dominico  Michael Augustine Amabisco, quien ha sido designado para el puesto, dijo que el Centro Católico Skaggs lo intriga ya que este está involucrado con la formación  religiosa de ninos de todas las edades desde infantes en la guarderia hasta estudoantes de preparatoria, y “no solo los niños sino sus papas y la comunidad en general, creo que esta es una mision maravillosa.”

El padre Augustine, quien  hace 13 años fue ordenado para la Provincia Dominica del Oeste, escuchó su llamado al sacerdocio a una edad adulta. No fue criado dentro de una tradición religiosa formal, pero de niño su mejor amigo era Católico, y si este lo visitaba en domingo, la mamá de su amigo lo invitaba a ir a Misa  con ellos.

La primer vez en que fue a Misa el padre Augustine recuerda que “me asusté ya que las personas se ponían de pie juntas, se hincaban juntas y todos  decían las mismas palabras. Yo sabía un poco sobre Jesús, pero había un tipo colgado de una cruz  y esto me asustó pero al mismo tiempo me intrigó.”

Queriendo entender lo que las personas de la congregación hacían y el por qué lo hacen, el padre Michael Augustine  le hizo varias preguntas a su amigo y a la mamá de su amigo.

Aunque esas experiencias sembraron la semilla, no fue que hasta que cumplió 20 y tantos años de edad “en cierto momento que quería algo sólido para mi vida- una especia de ancla,” dijo el padre. “Y no quería que necesariamente esto fuese un empleo o un lugar; quería algo que estuviese siempre conmigo sin importar en donde estuviese.”

Comenzó a investigar sobre varias denominaciones Cristianas, así como las filosofías del Este y el Confusionismo y Budismo, para ver si algo de esto le atraía. Entonces un buen día cuando manejaba por Santa Ana California, vio una Iglesia y se sintió “muy atraído por ella,” dijo el padre.

Ingresó a la Iglesia, se sentó en la primera fila, miró al altar y al crucifijo “y la única manera en que puedo describir lo que me pasó fue que una voz en mi interior me dijo ‘bienvenido a casa’,” dijo el padre.

Se paró, fue a la rectoría, tocó la puerta, se presentó diciendo “creo que quiero ser Católico, con quien puedo hablar,” dijo el padre.  

Después de terminar con el programa de RICA y haber sido bienvenido a la Iglesia en la Vigilia Pascual, su patrocinadora fue la mamá del amigo que lo había invitado a Misa hace muchos años.

Un par de meses después, “sentí el llamado al sacerdocio,” dijo el padre, pero platicando con su amigo sacerdote, “él me miró y me dijo ‘no’ y yo le pregunté que quería decir con eso. La Iglesia necesita sacerdotes y él me dijo; no te estoy diciendo que no sería posible, pero tú eres muy nuevo en la fe Católica...date unos años, diciéndome algo que me encantó ‘acostúmbrate a ti nueva piel Católica, y si todavía sientes lo mismo, entonces platicaremos.”

El padre Michael Augustine  se tomó un poco más de dos años. Terminó la universidad, se fue a trabajar como consultor ambientalista, primero en Arizona y después en Texas. Le tomó 13 años antes de llamar una vez más al sacerdote diciéndole que se sentía atraído a la vida religiosa. Su amigo le recomendó a los Dominicos, los cuales le llamaron la atención al padre Augustine no solo por las personas sino  por su llamado a una vida tanto activa como de contemplación.

Después de la formación, la cual incluyó un año pastoral en el Centro Newman de St., Catherine de Siena en Salt Lake City,  en el 2020 fue ordenado. Sus asignaciones han incluido ministerio de campus en la Universidad Riverside de California, párroco de una Iglesia con escuela K-8, tres años como prior de la Casa de Estudios Dominica y primer director de la Oficina de Evangelización de los Dominicos.

Su nueva posición en el Centro Católico Skaggs lo tiene muy contento; el padre llegó a Utah unos meses antes de comenzarla para conocer a las personas y crear amistades. El padre ya conoció la Iglesia de St. John the Baptist asistiendo a Misa de incógnito (el padre se puso una camisa hawaiana en lugar de su hábito), y la parroquia y campus lo dejó muy impactado.

“Estoy muy contento de estar aquí,” dijo el padre. “Amo mi vocación, amo mi vida con Cristo, y amo la oportunidad de amar y compartir esto con las personas, pero también quiero escuchar sus historias. Veras, me gusta contar hoistorias, pero tambien escucharlas...Me gustan mucho las historias... quiero reirme, quiero llorar , quiero poder decir ‘ hum ,¿eso qué significa?.”

Ademas de servir como capellán, el padre cubrirá en las parroquias que asi lo necesiten, de hecho, todos los fines de semana del mes de julio ya está ocupado.