Cientos se reúnen para el Retiro Diocesano de Cuaresma
SALT LAKE CITY — El 4 de marzo más de 350 Católicos de todas las periferias de la Diócesis de Salt Lake City se dieron cita para juntos celebrar el Retiro Diocesano de Cuaresma en el salón social Holy Family de la parroquia de Saint Vincent de Paul.
El fraile José-David Padilla, OP, fue el encargado de las presentaciones del retiro tanto en la sesión en inglés como en español la cual tuvo efecto después de la Misa bilingüe celebrada por el Obispo Oscar A. Solis; concelebrando estuvieron el padre Jose Barrera, administrador de la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús en Midvale, al padre Samuel Dinsdale párroco de Saint Vincent de Paul y el padre Padilla. Asistiendo la Misa estuvo el diácono Dale Dillon.
En la Misa el Obispo Solis dijo que “hoy estamos aquí para reflexionar sobre el significado de la Santa Eucaristía – la importancia de este sacramento para nuestra fe.”
El Obispo aseveró que algunos Católicos no creen en la verdadera presencia de Cristo en la Eucaristía, pero que la Iglesia sostiene que la Eucaristía es la Fuente y la cumbre de la vida cristiana, tal como el catecismo enseña.
El Obispo dijo que las lecturas del día – Genésis 14:18-20, 1 Corintios 11:23-26 y Lucas 9:11b-17 – nos brindaron las bases de la belleza de la Eucaristía.
“El sacramento de la Santa Eucaristía se vuelve el don más sacro que Dios nos ha dado…. Llena nuestros corazones con gran gratitud y maravillas.”
El Obispo dijo que el recibir la Eucaristía cambia a quien la recibe. El Sacramento es “la conversión del pan al Cuerpo de Cristo,” y cambia, “a todos los que forman parte de la Eucaristía, siendo lo que comemos, siendo los hijos de Dios.”
“Cristo comparte el amor de Dios con nosotros… para que podamos compartir el amor de Cristo con quienes nos rodean,” dijo el Obispo Solis. “Este es el corazón de la Eucaristía y es nuestra misión. Es el deseo y la misión de Jesús.”
El Obispo urgió a los presentes a ser como Cristo, “bendecidos, rotos, y compartiendo con y por los demás, para que así vivamos y seamos uno mismo, en unión con Cristo como Hijos de Dios.”
El padre Padilla quien es originario de Medellín, Colombia, y quien actualmente sirve como profesor asociado de teología en la Universidad Barry en Miami Florida, es también un recurso del Instituto Congar para el Desarrollo de Ministerio en San Antonio Texas. El padre basó su charla en la Eucaristía: Que seamos lo que recibimos
“La celebración del Sacramento de la Eucaristía es en sí mismo una proclamación del actuar dinámico de Dios en la vida de los creyentes,” dijo el padre Padilla quien es de la orden de los Dominicos. “La unión intrínseca entre la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística, da sentido al concepto de ser alimentados de las dos mesas eucarísticas. Por último, el ser enviados como misioneros extiende la implicación de la celebración a todo el mundo.”
El padre utilizó las lecturas del día como base para su charla.
“En la primera lectura se habló del Genésis, en la segunda se habló de San Pablo y los Corintios …en la primer carta a los Corintios es el registro más antiguo que tenemos de la Eucaristía,” dijo el padre agregando que este texto fue un recordatorio del verdadero significado de la cena del Señor.
“La unión de todos los miembros de la Iglesia en el banquete escatológico del Reino de Dios,” dijo el padre recalcando que la importancia de esto radica en que todos los seres humanos son iguales que no debe de haber divisiones, ni de clases sociales, ni económicas.
“Cuando Dios mismo nos entrega al Señor nos dijo este es Mi cuerpo… esto es haciendo referencia a que todos somos miembros del Cuerpo de Cristo,” dijo el padre, agregando que cuando se dice ‘este es mi cuerpo’ se habla del cuerpo Místico de Cristo “esto somos tu y yo…sin divisiones… todos somos el Cuerpo de Cristo.”
El padre continuó su charla comentando que Cristo es la Pascua y en “ Cristo pasamos de la Muerte a la Vida.”
Recalcando que la vida de un cristiano nunca es perfecta el padre dijo que a veces la personas se parten en mil fracciones y a veces también internamente.
“El Señor nos dice la vida del cristiano no va a ser una vida perfecta el cristiano se vuelve bendecido partido y repartido…nos repartimos nos entregamos total y plenamente para que las otras personas puedan estar bien, para que los demás se salven.”
El padre dijo que es importante que las personas entreguen total y plenamente sus vidas tal como Jesús lo hizo, aunque esto no es fácil, es algo necesario y parte de ser un cristiano.
“La plática ha estado muy bien y muy interesante,” dijo Roberto Contreras, feligrés de la parroquia de San Francisco de Asís en Orem y un ministro eclesial laico certificado de EMAUS II, quien se sintió muy identificado con las palabras del padre Padilla.
“A veces nos sentimos quebrados, a veces uno piensa que el trabajo estoy haciendo no es suficiente, pero el padre me abrió los ojos,” dijo agregado que lo que también le había gustado mucho de este retiro fue que “lo están haciendo ya físicamente, ya no es virtual, nos hemos vuelto a reunir como familia de Dios.”
Ignacio Contreras feligrés de la parroquia de San José en Ogden y un ministro eclesial laico certificado de EMAUS I, dijo que él decidió asistir al retiro por el crecimiento como cristiano debe de ser continuo.
“Yo no puedo decir ya sé mucho por que fui a EMAUS, sino que la Palabra de Dios es mucho más…la convivencia de todos juntos es también una enseñanza,” dijo Contreras.
“El retiro ha sido muy interesante; nos ha ofrecido muchas formas de entender mejor la Palabra,” dijo Rosa Arciga, catequista de la parroquia de Santo Tomas Aquinas en Logan.
Para Alondra Ortiz el asistir al retiro fue muy gratificante.
“Me ha gustado mucho el aprender más sobre la Eucaristía ya que esta es la vida,” dijo Ortiz.
El retiro fue orfanizado mediante el esfuerzo conjunto de la Oficina Diocesana del Ministerio Hispano y la Oficina Diocesana de Formación de Fe.
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