Traducido por: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — Aunque fue bautizado dentro del rito Episcopal y creció bajo la influencia Luterana, Brian Schumacher siempre había sentido el llamado al sacerdocio. Cuando protestante se dedicó a investigar el ministerio, pero dos veces se dio por vencido en el proceso.
“Me seguía dando miedo y no hacía nada,” dijo Schumacher
“Cuando me volví Católico, realmente se volvió muy tangible y pensé ‘Esta es la Iglesia en la que puedo ser sacerdote’’
Originario de Carolina del Norte, Schumacher se graduó con un título en literatura. Durante sus estudios trabajó como productor de una estación de televisión. Después de graduarse continuó en el periodismo y con un deseo de mudarse al oeste; en el 2015 trabajo en FOX 13 en Salt Lake City. Por algunos años fue productor de las noticias de las 5 p.m. Pero sentía que algo faltaba en su vida. Se unió a la Iglesia Episcopal, pero sintió que no pertenecía allí.
“Algo no estaba bien... Estaba comenzando a creer que el celibato del sacerdocio era algo bueno, y los episcopales no creen en eso. Cuando llegué al catolicismo, finalmente pude encontrar ese ‘Sí’, esta es la Iglesia en la que puedo ser un sacerdote ya que ellos lo toman en serio.”
Siendo célibes los sacerdotes se pueden enfocar completamente a servir a Dios y a atender las necesidades de los fieles, dijo Schumacher.
“Es una manera de darse completamente a Cristo y a al rebaño al que servirás,” dijo Schumacher. “Con una familia, uno tiene los pies en dos mundos. Si uno tiene una familia, uno necesita invertir mucha energía en ellos como lo debe de ser, pero va a ser difícil hacerlo si se tiene a una familia y se sirve a un rebaño en la Iglesia.”
En septiembre del 2017, cuando Schumacher caminó por la Catedral de la Magdalena para orar allí por la primera vez, “se dio cuenta que de que Dios verdaderamente estaba presente,” dijo Schumacher.
Comenzó así sus clases de RICA y fue bautizado durante la Pascua del 2018. Preguntó sobre el sacerdocio, pero por póliza diocesana un convertido debe de esperar dos años después de su bautismo antes de poder ingresar al seminario. Así es que después de bautizado, Schumacher vivió en Park City y asistió a la Iglesia de St. Mary of the Assuption.
Su familia lo ha apoyado a lo largo de su camino.
“Cada vez que pensaba acerca del seminario cuando protestante, ellos me apoyaban,” dijo Schumacher.
“Entonces me bauticé Católico y quería ir al seminario. Esto nos tomó una conversación un poco más larga, especialmente con la parte del celibato. Ellos se preocupaban de que estaría solo, pero eventualmente me apoyaron… y ahora son quienes más me apoyan.”
Schumacher comenzó sus clases en el seminario Mount Angel en Oregón el 25 de Agosto. Es el único estudiante de su clase que viene de la Diócesis de Salt Lake City. A sus 32 años de edad , es mayor que la mayoría de sus compañeros, pero eso no le molesta.
“Estoy muy contento de haber hecho una carrera antes de lograr esto, ya que me dio una perspectiva que no hubiese tenido,” dijo Schumacher. “ Me permitió madurar en formas que necesitaba madurar antes de ingresar al seminario. Creo que realmente ahora estoy en el lugar y en el tiempo correcto y Dios me quería aquí y tal vez él tuvo que mantenerme pacientemente durante varios años para que así yo pudiese aprender paciencia y otras virtudes.”
En el seminario, Schumacher está comenzando la preteología. Ya que cuenta con un título universitario su formación sacerdotal será de siete años, incluyendo un año pastoral.
“La educación es realmente importante para mí,” dijo Schumacher. “Aún más importante, espero realmente perfeccionar mi relación con Cristo tanto que me permita saber cómo lidiar con cualquier tormenta a la que me pueda enfrentar durante mi sacerdocio, que estoy seguro serán muchas. Quiero asegurarme que mi relación con Cristo es firme y fuerte para que así siempre sepa que El está ahí, y que siempre está de mi lado, por decirlo de alguna manera, a través de los tiempos duros y no tan duros.”
Una vez que concluya con sus estudios en el seminario, Schumacher será ordenado al sacerdocio para la Diócesis de Salt Lake City. El espera la celebración de la Misa con ansias, “ya que uno convierte el pan en Dios...es uno de las relaciones más íntimas que uno puede tener con Cristo. La idea total de ser un sacerdote es para mí la meta de perfeccionar mi relación con Cristo y a través del sacerdocio lo puedo hacer.”
Schumacher sugiere a quienes están discerniendo una vocación al sacerdocio que exploten su llamado.
“No tengan miedo, puede que sea que los rechacen, o que encuentren que esto no es para ustedes,” dijo Schumacher, “pero si sienten el llamado vayan por él.”
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