Diócesis invita a todos al entrenamiento del Ambiente Seguro

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SALT LAKE CITY — El verano pasado la Oficina diocesana del Ambiente seguro en conjunción con la Oficina diocesana del Ministerio Hispano, realizaron el primer entrenamiento en español a nivel diocesano.

Desde antes de esto, ambas oficinas han estado visitando las diferentes parroquias y misiones dos o tres veces al año para brindar el entrenamiento cara a cara en español y así lograr que las personas obtengan su certificación.

“Frecuentemente la Oficina del Ministerio Hispano acomodaba un salón durante las clases de EMAUS para brindar en entrenamiento y certificación del ambiente seguro,” dijo Sandy Growe, directora de la Oficina diocesana del Ambiente Seguro.

Este nuevo entrenamiento cara a cara en español para el ambiente seguro en español a realizarse el miércoles 17 de julio en el Centro Pastoral diocesano, esta diseñado para “cumplir con las necesidades de quienes no pueden tener acceso al entrenamiento en línea,” dijo Growe.

Ambas Oficinas animan a que todos los voluntarios hispano parlantes de la diócesis cumplan con este entrenamiento y certificación ya sea en línea o en los entrenamientos cara a cara.

Esto es importante ya que “asegura la seguridad de los niños, jóvenes y adultos vulnerables que participan en los programas de nuestra diócesis; es asi que es importante que cada voluntario, empleado, educador, catequista, sacerdote. diácono, seminarista, religioso (a) y jóvenes (de 11 a 17 años de edad) en la diócesis, cumplan con el entrenamiento y pasen una revisión de antecedentes,” dijo Growe.

El entrenamiento y la certificación se tienen que renovar cada tres años.

“El entrenamiento y certificación del ambiente seguro enseña a los adultos (y jóvenes adultos) acerca de los límites físicos que se deben de tener al trabajar con niños o con adultos vulnerables; enseña sobre las señales de alarma que presentan los abusadores y las señales que buscar en casos de negligencia infantil,” dijo Growe.

Tanto el entrenamiento como la revisión de antecedentes ayudan a proteger a nuestros niños, pero también ayudan a que los adultos estén pendientes y sepan como evitar caer en situaciones que pudieran  llegar a interpretar como inapropiadas,” dijo Growe.