El Ballet Folklórico de la parroquia San Francisco de Asís es reconocido por la ciudad

Foto de cortesía

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El ballet Folklórico de San Francisco se presentó durante las celebraciones del Sumemrfest de la ciudad de Orem. El grupo fue reconocido con el premio Mayor's Award.

OREM — Niñas desde los cuatro años de edad, desde el 2015, se reúnen todos los miércoles por la tarde en la parroquia de San Francisco de Asís en Orem  para aprender y practicar ballet folklórico de México.

El ballet folkórico de San Francisco nació como parte de la iniciativa de las pequeñas comunidades, las cuales están formadas por feligreses quienes se reúnen en sus casas para estudiar las Escrituras y reflexionar acerca de las Enseñanzas de la Iglesia a través del SINE (Sistema Integral para la Nueva Evangelización).

“Poco a poco nos hemos ido organizando cada vez más y más… todo el trabajo que hacemos es voluntario,” dijo Sonia Mancera, una de las organizadoras del ballet folklórico.

Sus esfuerzos fueron reconocidos por una comunidad más amplia cuando el 9 de junio el ballet folklórico de San Francisco se presentó como parte de las festividades del Sumemrfest de la ciudad de Orem, bailando por la mañana y desfilando en un carro alegórico en el desfile el cual se hizo merecedor al premio “Mayor’s award”.

“Fue muy emotivo,” dijo Mancera.

Judith Lorenzo es una maestra de baile profesional, ella ha donado su tiempo y experiencia así como su profesionalismo para enseñar a los miembros del  ballet desde el comienzo del mismo.

“Es maravillosa… las mamás la ayudan organizando a las niñas por grupos en base a su edad y practican con ellas en los ensayos, así que Judith les puede ir enseñando los pasos a cada grupo y así las mamás practican con ellas,” dijo Mancera.

Cerca de 30 mujeres son voluntarias con el grupo trabajando arduamente.

“Para el desfile cada una de las mamás se encargó de hacer flores y las pusieron el carro [alegórico],” dijo Mancera quien donó la madera para la construcción del mismo.

Para los vestidos tradicionales de las integrantes del ballet las mamás hicieron un fondo de ahorro mensual, con el cual se ayudaron para comprar los materiales para los vestidos.

“Los vestidos están hechos a mano por las mamás… cuando tienen un tiempito compran lo necesario y se van a cortar las telas y a coserlas,” dijo Mancera, quien se encarga de diseñar los adornos que las niñas llevan en los peinados.

El premio Mayor’s Award que el grupo recibió fue una maravilla para sus integrantes.

“Una de las niñas en una ocasión me dijo lo importante que es para ella el grupo, ya que a pesar de que ella nació en los Estados Unidos, ella quiere representar a México, a las costumbres de sus padres…. Mi propia hija me ha dicho que cuando escucha la música siente una alegría que no puede describir. Este ballet es el mundo para ellas y el haber sido reconocidas las hace sentir más comprometidas con los ensayos y las presentaciones,” dijo Mancera.

Consistencia, tradiciones, cultura, respeto, disciplina y manejo de tiempo son parte de las enseñanzas que el participar en el ballet folklórico les está enseñando a las niñas.

“Estamos compartiendo nuestras tradiciones, nuestra cultura y al mismo tiempo les estamos enseñando a nuestras jóvenes valores muy importantes… Cuando estábamos en el desfile y escuchábamos las porras y el apoyo de las personas eso nos hizo el día,” dijo Mancera.

Tambien dijo que el poder representar a la Iglesia Católica en Orem fue un gran privilegio y honor.

“Hicimos ruido, la parroquia de San Francisco de Asís fue reconocida,” dijo Mancera. “Fue impresionante ver como las personas se nos acercaban y nos preguntaban que dónde estaba la Iglesia Católica en Orem, pues no sabían que había una, pero ahora ya lo saben.”

El ballet folklórico de San Francisco ahora se presenta tanto en eventos de la parroquia como en eventos de la comunidad en general, su siguiente paso es integrar a niños a las danzas.

“Todos están invitados a participar; solo se deben de comprometer con los ensayos,” dijo Mancera. “Nunca se olviden que todo es posible… nunca dejen de soñar… si ponemos el corazón en lo que hacemos nada es imposible.”