Elegido: "Uno no camina solo"

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Traducción: Laura Vallejo

GRANTSVILLE — Por más de 40 años, Lisa y Ernie Nix de Grantsville se sintieron como los antiguos israelitas, “caminando por el desierto,” dijeron mientras buscaban una comunidad y un aparroquia a la que pudieran pertenecer. Durante su búsqueda se unieron a varias iglesias, pero ninguna los llenaba y finalmente llegaron a una Iglesia Católica. Ahora, ya han encontrado lo que tanto buscaban. Ambos serán confirmados y bienvenidos en la parroquia de Santa Margarita en Tooele durante la Vigilia Pascual.

Mientras que ambos tienen antecedentes religiosos diferentes- Ernie fue bautizado como Bautista y Lisa como Episcopal- ninguno fue muy religioso en su juventud. Sin embargo, al contraer nupcias hace cerca de 43 años se dieron cuenta de que querían una base religiosa sólida para construir su familia.

El paso de los años los condujo a libremente admitir que estaban buscando una parroquia. Exploraron la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la iglesia Metodista, así como varias iglesias evangélicas, pero “nunca sentimos a ninguna como nuestro hogar,” Lisa dijo. Parte de su desilusión con estas fue que poco a poco descubrían cosas que inicialmente no se les dijo.

Ya conocían algo sobre el catolicismo porque su nuera es Católica, pero no fue hasta que su hija Melissa falleció hace 18 meses que decidieron tomar un buen vistazo a la Iglesia. De luto y sintiendo profundamente su pérdida, un buen día inesperadamente asistieron a Misa en la pa-rroquia de Santa Margarita en Tooele. Inmediatamente se impresionaron gratamente con el administrador de la misma, el padre Rafael Murillo Ventura.

“El nos irradió una gran paz; eso tenía que venir de algún lugar,” dijo Ernie.

Al poco tiempo, la pareja supo que deseaban participar en el Rito de Iniciación Cristiana para adultos, pero tenían que esperar varios meses hasta que la sesión comenzara en su parroquia. En el mes de septiembre por fin comenzaron sus clases y deciden comprometerse totalmente con la fe. Ambos esperan ansiosamente la Vigilia Pascual, cuando serán aceptados en la Iglesia y la podrán llamar su hogar.

“No puedo esperar,” dijo Lisa. “Ha sido un proceso largo. Ha requerido mucho trabajo, pero entiendo el por qué del mismo.”

Ambos valoran mucho el proceso de RICA.

“No es solo ser bienvenidos, ya forman parte,” dijo Lisa. “Es un proceso y la Iglesia se quiere asegurar que uno sabe muy bien y de primera mano lo que es y el compromiso que se está realizando, y eso me gusta. Me gusta que eduquen a las personas- no solo quieren más personas en las bancas de las parroquias.”

Ernie ha encontrado que se ha transformado durante el proceso. Por ejemplo, cuando en una de las clases de RCIA estaba estudiandó a la Virgen María y al Rosario, se sintió impresionado por la línea del Ave Maria: ‘El Señor está contigo’

 “Basándome en esa línea, me llevó a saber que el buen Señor siempre está conmigo,” dijo. “Él me quiere. Él quiere ser mi socio en este camino de la vida. Él quiere que construyámos una buena relación. Gradualmente esto se ha impregnado en mi ser y ahora siento mucha paz- sabiendo que sin importar lo que la vida te arroje o el camino por el que vas uno no está solo. Fue ese tipo de conversación la que nos sacó de ese desierto en el que estábamos.”