SALT LAKE CITY — La Diócesis de Salt Lake City desea dar a conocer las acusaciones de abuso del clero dentro de la Diócesis con la esperanza de que esto pueda promover el proceso de sanación para aquellos que han sido traicionados por los que creían que podían confiar.
Hasta hoy, la Diócesis ha publicado en su sitio web la lista completa de todos los sacerdotes contra los cuales se han reportado alegaciones creíbles de abuso sexual que involucran a menores desde 1950.
El Obispo Oscar A. Solís autorizó la publicación de los nombres en agosto. Antes de que los nombres pudieran ser publicados, se requería una revisión por parte de un asesor legal para asegurar que las víctimas no sufrieran más daños y para asegurarse de que todos los requisitos legales se cumplieran adecuadamente.
Esa revisión ya está completa.
Con la publicación de la información, el Obispo Solís declaró: “La lista de acusaciones creíbles es un paso hacia la provisión de la transparencia que ayudará a reparar al menos algunas de las heridas dejadas por las acciones injustas de los sacerdotes que abusaron de su confianza sagrada. Seguimos rezando por las víctimas y sus familias y les pedimos perdón por nuestra falta de protección”.
La lista refleja todas las acusaciones creíbles. Para ser creíble, la Diócesis necesita suficiente evidencia para verificar que las presuntas acciones pudieron haber ocurrido; es decir, que el acusado y el acusador estaban en la misma área alrededor del momento en que se alega que la conducta ocurrió. La determinación de que una alegación es creíble no es una determinación final de culpabilidad, sino que es motivo para una mayor exploración.
También ha concluido la investigación de denuncias más recientes. El Obispo Solís, en consulta con la Junta de Revisión Independiente de Protección de Niños y Jóvenes de la Diócesis, ha determinado que el Padre David Gaeta se retirará del ministerio activo sin facultades para continuar con el ministerio público a partir del 1 de enero. La Diócesis recibió alegaciones de conducta sexual inapropiada que involucran a menores que han sido investigados por las fuerzas de seguridad. No se ha iniciado ninguna acción penal.
La retirada de facultades significa que el individuo ya no puede dedicarse al ministerio público, incluyendo vestirse de sacerdote, presentarse como sacerdote en buenas relaciones, celebrar Misas públicas, escuchar Confesiones, o conducir Bautismos, Matrimonios, o administrar otros Sacramentos.
La mala conducta sexual de cualquier tipo por parte del personal de la Iglesia es una afrenta a la dignidad humana y a la misión de la Iglesia. El bienestar espiritual de todas las víctimas, sus familias y otros miembros de la comunidad es de particular interés para la Iglesia.
Durante los últimos treinta años, la Diócesis ha desarrollado e implementado un programa de ambiente seguro.
La Diócesis ha publicado las normas de conducta para sus sacerdotes y diáconos, así como para los empleados diocesanos, voluntarios y cualquier otro personal de la Iglesia en puestos de confianza que tengan contacto regular con niños y jóvenes. A partir de 1990, la Diócesis implementó pólizas y procedimientos escritos con respecto al reporte y manejo de reclamos de conducta sexual inapropiada. La póliza actualizada refleja los mandatos de la Carta de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos de 2002.
Cualquier persona que haya sido víctima de abuso o explotación por parte de clérigos, religiosos o personal laico de la Iglesia y que aún no lo haya denunciado, será alentada a hacerlo.
El Coordinador de Asistencia a las Víctimas está disponible para ayudar a hacer un reporte. El número de contacto del Coordinador de Asistencia a las Víctimas es (801) 328-8641, ext. 344.
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