La Diócesis de Salt Lake City se une en oración por el fin del aborto durante la Misa Réquiem por los No Natos

Friday, Jan. 29, 2021
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By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — A pesar de la pandemia y del clima invernal, el 22 de enero la Catedral de la Magdalena alcanzó su capacidad, manteniendo el distanciamiento social, para la Misa Réquiem por los No Natos y por el Día de Oración para la protección legal de los niños No nacidos.

Este evento anual este año fue celebrado en el Segundo día de la Campaña por la Vida de 9 Días por la Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, una novena para el fin del aborto. La novena “es una oportunidad para la recolección y reparación en observación del aniversario de Roe v. Wade – decisión de la Suprema corte de justicia con la que se legalizo el aborto en los Estados Unidos,” esto de acuerdo al comunicado de prensa del USCCB.

La Suprema corte de justicia de los Estados Unidos dió su veredicto el 22 de enero de 1973. La novena concluirá el 29 de enero, mismo día en que se realiza la Marcha por la Vida en Washington, D.C., la cual este año, por la pandemia, será primariamente virtual.

Durante su homilía en la Misa por los No Natos, el Obispo Oscar A. Solis, dijo que quienes ese día se reunieron, lo hicieron por su creencia en la santidad de la vida. Hablando en inglés y en español, el Obispo remarcó que desde que el aborto se legalizó en los Estados Unidos, se le ha negado el derecho a la vida a millones de niños.

 Muchas personas han aceptado la idea incorrecta de que el aborto es un “derecho” y un ejercicio de libre elección, “sin embargo, el “derecho” a matar una vida humana no nacida es algo terrible y moralmente incorrecto. Nuestra Iglesia en los Estados Unidos continúa haciendo un llamado a la nación para restaurar el amor, y la promoción de una cultura de vida fiel al Evangelio y en la que se proteja a toda vida humana desde su concepción hasta la muerte natural,” dijo el Obispo Solis.

Las escrituras de Genesis 1, 1-2 subrayan que la vida humana es el índice de la creación de Dios, “Es así, que la vida es algo precioso que debemos valorar y proteger por, sobre todo,” dijo el Obispo Solis.

En el Evangelio, “en la historia de la visita entre María y su prima Isabel, su reacción ante el hecho divino de la encarnación de Jesús, el Hijo de Dios, nos enseña que debemos responder con entusiasmo y gratitud, el don de la nueva vida. En otras palabras, debemos celebrar, tatar con dignidad, nutriendo y protegiendo el don de Dios de la vida,” agrego el Obispo. Reconociendo que un embarazo no planeado puede conllevar muchos retos, el Obispo dijo que el ejemplo de Maria es una inspiración para que las personas se pongan al servicio de las madres y de sus familias.

El  aborto es moralmente incorrecto y debe detenerse, “ya que este niega la verdad fundamental y sublime de que toda vida es sagrada, desechando la dignidad de cada hijo de Dios,” dijo el Obispo Solis.

Agradeciendo a las personas por su presencia el Obispo dijo que “. Estamos aquí porque creemos que vamos a ser juzgados por como tratamos a los más inocentes y vulnerables: a los no natos, a los ancianos, a los discapacitados, a los encarcelados y enfermos, así como a los inmigrantes.”

Pidiéndole a los presentes por sus oraciones por quienes han cometido un aborto  para que “encuentren la sanación, perdón y reconciliación con Dios. También oramos por nosotros, para que aprendemos a vivir correctamente, a actuar con justicia y a caminar con humildad sumisos ante la soberana voluntad de Dios y Su plan divino.”

El Obispo también oró pare que la intersección de la Santísima Madre, “para que Dios nos llene con su gracia para ser profetas de esperanza, y para que profundicemos nuestro compromiso en la construcción de una cultura de vida y una civilización de amor y paz en nuestra sociedad y en el mundo, para que cada vida sea tratada como santa, amada y protegida.”

Después de la Comunión vino la Celebración de la Luz. Las luces al interior de la Catedral fueron atenuadas; las velas colocadas a los lados del altar representando las vidas perdidas ante el aborto, fueron encendidas y la congregación se unió en un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. Debido al clima, el plan de llevar las velas al exterior de la Catedral no fue realizado.

En su lugar, los Caballeros de Colón de Utah mantuvieron una guardia de honor flanqueando las velas dentro de la Catedral.

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