La Misa les brinda paz y tranquilidad

IC foto/Marie Mische

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Sadie Lopez y Jon Gauchay recibirán el Sacramento de Iniciación durante la Vigilia Pascual en la parroquia Católica de San Francisco de Asís. l

Traducido por: Laura Vallejo

OREM — La familia formá un gran papel en las historias de conversión de dos jóvenes quienes ingresarán a la Iglesia Católica durante la Vigilia Pascual.

Sadie Lopez y Jon Gauchay son muy diferentes: Ella es soltera, él está casado. Ella creció asistiendo a servicios religiosos tanto en la Iglesia Católica como en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mientras que el solo asistió a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Sin embrago, ambos dijeron que sentían como que algo les faltaba en su vida de fe hasta que comenzaron a asistir al programa de iniciación al rito Cristiano ofrecido en la parroquia de San Francisco de Asís en Orem.

“La parroquia tiene un ambiente de bienvenida formidable,” dijo Gauchauy, a lo que Lopez concordó. “Nunca he experimentado ningún juicio, ningún sentimiento de negatividad. Todos nos reciben bien, son amorosos, son familia.”

Lopez, cuyo papá es Católico y cuya mamá es miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, asistió a las actividades en ambas iglesias. Ningún miembro de su familia nunca la forzó la religión en ella. Cuando tenía 19 años de edad ella realizó una resolución de año nuevo para elegir una religión, así es que comenzó a asistir a la Misa dominical junto a su papá y a su abuela.

“Llegué al punto en donde no podía esperar más a que fuera domingo para ir a la Iglesia; Solo quería ir a ella. Encontré que me ayudaba con mi ansiedad… es como un cielo en el que me siento segura.”

Después de más de un año, ella se dio cuenta que era “casi toda Católica”, pero no había sido bautizada ni podía recibir los Sacramentos. Su tía la inscribió en el programa RICA de la parroquia. “Ese fue el comienzo”, dijo ella agregando que su familia la apoya.

En Navidad sus papás le regalaron una medalla de San Miguel, la cual ella usa con regularidad y en la cual ella encuentra paz. Este regalo tiene un significado especial: Su papá Art Lopez siempre lleva consigo una medalla de San Miguel “y cuando tenía pesadillas él siempre me la prestaba,” dijo Lopez.

Una de las experiencias más memorables durante el programa de RICA fue cuando la parroquia tuvo de invitado a un sacerdote quien fue muy espiritual. “El tener ese tipo de energía de alguien más fue maravilloso.” dijo Lopez.

Ella sigue encontrando la paz en la Misa. Si ella tiene un mal día piensa “solo necesito ir a la iglesia, solo necesito ir a ella y todo mejorará,” dijo Lopez agregando que el domingo “es el mejor día de mi semana.”

El ir a la Misa junto a su papá y a su abuela es un bono. Una vez que ella reciba los Sacramentos durante la Vigilia Pascual, “espero ansiosamente esa conexión con Dios y  el poder tomar la Eucaristía con mi papá,” dijo Lopez.

Ella es estudiante de tiempo completo, trabaja y tiene prácticas en el Departamento de Policía de Orem mientras estudia para su título en criminología y ciencias forenses.

“Trabajando con la policía y en las ciencias forenses te hace ver cosas muy duras y siempre me preguntan, ¿cómo le haces? Y es por la fe en Dios que puedo controlar esta situación. Aun cuando las personas mueren sé que ellas van a ir y estar con Él.”

Como Lopez, Gauchay asistía a Misa los domingos mucho antes de inscribirse al programa de RICA. El empezó a ir junto a su esposa Gabrielle desde que ella era su novia.

De pequeño asistía con regularidad a los servicios de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días pero “siempre me sentía extraño al recibir las enseñanzas de la misma,” dijo así es que alrededor de los 14 años de edad decidió separarse de la misma.

“Nunca me alejé de Dios simplemente me separé de la iglesia. No es que dejase de creer, simplemente dejé de asistir a la iglesia hasta que mi esposa me pidió ir,” dijo Gauchay. Sin embrago cuando los dos comenzaron a salir, le comenzó a preguntar sobre su fe, y él cree que fue entonces cuando se sintió de nuevo atraído por la religión.

Cuando un día llevó a su esposa a la Iglesia, decidió quedarse y ver de qué se trataba, “y desde el primer instante en qué entré, sentí que eso es lo que me hacía falta. Me sentí en paz, en calma, me sentí en casa.”

Muchas cosas de la fe Católica le dieron paz. Por ejemplo es siempre encontró tranquilidad al orar con María, José y el Arcángel Michael, “aun cuando en la otra iglesia no creen en ellos,” dijo Gauchay.

Después de haber quedado a su primer Misa “de ahí en adelante no podía dejar de ir. Como dijo Sadie, siempre esperaba que fuese domingo. Lo que realmente me atrajo fue la Eucaristía – la reverencia e importancia que hay en ella.”

Aunque durante seis años asistió a Misa, no comenzó el programa RICA hasta que un día su esposa le hizo la pregunta: ¿qué quieres que tus hijos vean? Y comenzó a orar para saber que hacer. Después de seis meses de oración decidió unirse a la Iglesia Católica.

Encuentra confort sabiendo que Cristo estaápresente en la Eucaristía. “He estado asistiendo a Misa durante seis años, y se está volviendo realmente difícil ver como mi esposa y todos los demás se levantan para recibir la Eucaristía y yo me tengo que quedar sentado. Realimente me duele... Conforme se acerca la Pascua se está volviendo más fácil, pero a la vez más difícil pues ya estoy cerca pero todavía tengo que seguir sentado,” dijo.

Julie Boerio-Goates, coordinadora pastoral de la parroquia dijo que durante el programa RICA Lopez y Gauchay han participado y hecho comentarios tales como “cuando sabes que el foco se ha encendido” sobre como entienden la fe.

“Mi corazón se siente muy bien al ver como los jóvenes se preparan para ingresar a la Iglesia, me da esperanza para el futuro,” dijo Boerio-Goates.