SALT LAKE CITY — Las Posadas, una tradición latinoamericana que celebra el nacimiento de Cristo, comenzaron con su tradicional novena en la Catedral de la Magdalena el 16 de diciembre, cuando se llevó a cabo la primer posada diocesana de la temporada.
Cada año nueve días antes del 25 de diciembre, una misión o parroquia diocesana es asignada para celebrar una de las posadas diocesanas.
Para el evento de la Catedral de la Magdalena, cuatro parroquias unieron fuerzas para celebrar la radiación. Las parroquias de Santa Ana, Nuestra Señora de Guadalupe y San Andrés junto con la Catedral y dirigidas por la Oficina del Ministerio Hispano, organizaron el evento el cual comenzó con el tradicional canto de las posadas.
Algunos versos dicen: ‘En nombre del cielo os pido posada pues no puede andar mi esposa amada.’ A lo que las personas ubicadas al interior responden:
‘Aquí no es mesón sigan adelante, yo no debo abrir, no sea algún tunante.’
En la parte de quienes están afuera pidiendo posada se encontraba el Reverendísimo Oscar A. Solis, Obispo de Salt Lake City quien junto a unos pequeños vestidos de José, María, pastores y ángeles cantaban los versos acompañados de guitarras.
Al final de la canción las puertas se abrieron dando la bienvenida recitando ‘cantenos con alegría, alegría todos al considerar que Jesús, José y María nos vienen hoy a honrar.”
Las personas procedieron a sentarse en las bancas de la Catedral mientras que los niños se colocaron al frente del altar. Una narración del viaje de José y María comenzó y los tres Reyes Magos aparecieron en escena llevando el oro, la mirra y el incienso, así como una familmia de pastores.
“Para mi es una gran alegría, en un gran momento el poder celebrar el camino de María y José para el nacimiento de Jesús,” dijo Guillermina Brito, feligrés de Nuestra Señor de Guadalupe cuya hija participó vestida de Angel.
El que su hija participe en eventos como este es muy importante para ella ya que quiere que su hija aprenda más sobre Jesús y sobre las tradiciones para “que su fe siga creciendo y sea una buena Cristiana.”
Al final del evento, el Obispo Solis le dijo a los presentes que agradecía mucho su presencia.
“Este día nos ayuda a preparar y abrir nuestros corazones para la llegada de nuestro Señor Jesucristo, el Salvador. Las posadas son una ocasión para reconocer que Jesús está aquí con nosotros; esto nos prepara para recibirlo con alegría.”Al final unas pastorcitas danzantes ofrecieron sus bailes a la Virgen.
Durante la celebración tambien se rompieron las tradicionales piñatas.
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