Los venezolanos luchan contra el hambre y temen disturbios civiles, mientras los actos criminales van en aumento

Friday, May. 27, 2016

Por Hildegard Willer

Catholic News Service

BARQUISIMETO, Venezuela (CNS) -- En otras circunstancias, Jonny López podría estar contento de haber rebajado de peso.

“He estado corriendo tanto por toda la ciudad, en busca de comida, que he bajado 20 libras (9.07 kilos) “, dijo López, quien es padre de dos hijos.

Hacer colas se ha convertido en rutina cuando trata de comprar comida para la familia y para adquirir los abastos que el señor López utiliza en un puesto de comida rápida que instala en una esquina de su barrio.

“La cola más larga que he tenido que hacer fue de once horas, solamente para comprar harina para hacer pan, un poco de leche, arroz y carne”, dijo, añadiendo que el dinero que él y su esposa ganan ya no alcanza a cubrir sus necesidades. “El dinero que antes gastábamos para comprar el mandado de la semana ahora solamente nos alcanza para comprar una bolsa pequeña de cosas”.

“El pueblo venezolano se está muriendo de hambre”, dijo López.

En diciembre, el salario mínimo en Venezuela alcanzaba solamente para satisfacer la mitad de las necesidades básicas de la familia, según aserto del sociólogo Luis Pedro España.

La baja del precio internacional del petróleo en 2015 envió la economía de Venezuela, que depende del petróleo, en caída libre, sumiendo al país en crisis sin precedentes, señalada por escasez de alimentos y de medicinas, con la consiguiente agitación social.

El asediado presidente Nicolás Maduro ha inutilizado los esfuerzos del partido de oposición, que trata de obligar a que se lleven a cabo nuevas elecciones, y ha convocado al ejército para mantener el control.

La ciudad en donde vive López, con su esposa, Aura Gallardo de López, y sus dos hijas, Aurimar de 13 años de edad y