Madre dice que la donación de órganos permite que la memoria delsu hijo siga viva

Friday, Oct. 16, 2020
Madre dice que la donación de órganos permite que la memoria delsu hijo siga viva + Enlarge
Teri y Tom Paskvan colocan una piedra memorial en su jardín, la cual les fue dada el aņo pasado después de la muerte de su hijo Jacob.
By Linda Petersen
Intermountain Catholic

Traducido por: Laura Vallejo

STANSBURY PARK – A los 14 años de edad era un adolescente feliz. Estudiante de la preparatoria Stansbury y popular entre sus compañeros, miembro de dos equipos de hockey– Utah Junior Grizzlies y el Tooele County Outlaws – tenía varios buenos amigos y una novia. Era el más joven de los hijos de  Teri y Tom Paskvan, y se llevaba bien con sus hermanas mayores.

“Él era ese chico que todos querían,” dijo su mamá Teri. “Tenía el alma más dulce. Nunca hubiese lastimado a nadie. Vl tomaba algo y daba algo. Él era ese amigo que alguien necesitaba. Vl era un alma muy bondadosa.”

Jacob asistía regularmente a Misa junto a su mamá en la parroquia de  St. Marguerite en donde recibió sus Sacramentos, realizó su Primera Comunión y su Confirmación.

“Era un miembro activo de la Iglesia,” dijo Teri. “Era un buen ejemplo de lo que uno quiere que un jáven sea en la Iglesia Católica.”

Antes de la Pascua del año pasado, Jacob estaba haciendo planes para un trabajo de verano que Teri le había conseguido en la compañía que trabaja. También estaba entrenando para las pruebas de hockey. Esas preparaciones fueron terminadas abruptamente el 19 de abril, Viernes Santo, cuando Jacob se quitó la vida mientras que sus padres estaban en el trabajo.

No hubo ningunas señales precautorias. Como muchos adolescentes Jacob podía estar a veces triste, pero siempre hablaba con sus padres. Su papá Tom, un enfermero, tiene el entrenamiento para ver las señales de que una persona está considerando el suicidio. Tom dijo que Jacob no mostraba ninguna señal.

“Conozco todas las señales,” dijo Tom. “Él no presentaba ninguna; no estaba sentado en su cuarto. Todos los días entrenaba para las pruebas de hockey; tenía una novia; iba bien en la escuela. Estaba animado por el verano.”

Jacob no parecía deprimido en los días y horas antes a su suicidio. Esa tarde había terminado su tarea y la dejó en la mesa de la cocina, había terminado el trabajo en el jardín que sus padres le habían pedido, y llamó a su mamá para preguntarle si podía invitar a algunos amigos. No dejó una nota. Todo dejando a sus papás preguntándose por qué Jacob se quitó la vida ese día.

La muerte de Jacob dejó a sus papás y a sus dos hermanas muy angustiados y llenos de preguntas para las cuales solo hay unas pocas respuestas.

“Fue un hijo ‘all star’, era un buen chico,” dijo Teri. “Uno nunca se hubiese imaginado que haría lo que hizo.”

En días antes de su muerte, entre las muchas preguntas que Teri tiene esta el estado del alma de su hijo.

“Como buen Católico batallas con el suicidio... Crecimos conociendo que es un pecado.”

El padre Ken Vialpando, Vicario Diocesano de Clero, y quien ha sido el párroco de la familia por tres años, les brindo confort.

“Ha sido una gran bendición tener al padre Ken,” dijo Teri. “Inmediatamente vino y nos dio confort y alivio nuestras mentes acerca de que Jesús sabía lo que Jacob estaba sintiendo en ese momento, que no tenía los pensamientos correctos, que él fue llevado al cielo.”

Después de la muerte de Jacob, la parroquia, las familias el hockey y la comunidad de Tooele, apoyaron a los Paskvans. Como un ejemplo la Iglesia de Los Santos de los Últimos Días ofreció un almuerzo durante el funeral.

“Ellos fueron simplemente unos enviados de Dios; pareciese como si esto hubiese unido las creencias.” dijo Teri. “La mitad de las personas en el funeral eran LDS. Pensé que eso fue una buena muestra de cómo la gente simplemente se une.”

En las horas después de la muerte de Jacob, sus padres decidieron donar sus órganos para darle vida a otras personas. Eso fue una decisión natural: Jacob siempre había dicho que lo quería hacer.

Después de un año de la muerte de Jacob, los Paskvans recibieron una carta en donde se les decía que 26 personas habían recibido la donación de Jacob.

“Él siempre quiso ayudar a las personas y creo que esto simplemente mostro un legado más de él queriendo ayudar,” dijo Teri, “Nos da confort ver que él todavía vive; queremos que se recordado. Él vive en esas 26 personas. Fue un milagro para nosotros, él brindando ese milagro a todas esas familias, nos ha dado confort.”

En una entrevista el padre Vialpando explicó que en Romanos 8:28 se dice que todo trabaja para el bien. “Dios no planeo la muerte de Jacob ni la causo. Pero por una razón o por otra, fue permitida, y por ello Dios pudo llevar ‘el pasado tabique’ de la muerte de Jacob y convertirlo en un ‘tabique de construcción’ en donde 26 personas han sido quienes recibieron los órganos de Jacob dándoles vida. Eso es un milagro.”

Para Teri el regresar a la Iglesia en donde había muchos recuerdos de Jacob fue difícil.

“En todas las Misas lloraba... Puse mi fe a prueba, pero sentí que esta se había fortalecido. Me siento así desde que comencé a oraa diario”

 A lo largo de sus meses de duelo los Paskvans aprendieron que el suicidio puede pasar en cualquier familia.

“Somos una buena familia con buenos hijos; los criamos bien dentro de la fe,” dijo Teri. “Él estaba bendecido, y aún así esto pasó.”

La experiencia les ha causado acercarse más a sus hijas y poner más tiempo para su familia, la cual ahora más que nunca es su prioridad.

“Creo que la vida es muy dura para nuestros hijos, con todos los medios sociales. Solo manténganse pendiente de ellos,” pide Tom a los demás papás.

“Uno nunca sabe. Especialmente a esa edad, pues son muy impulsivos; sus hormonas están por todos lados y además las presiones por los medios sociales, uno nunca sabe.”

Dos días antes de su muerte Jacob le había preguntado a Tom si podían ir a andar en bicicleta en las montañas, pero su padre le dijo que estaba muy ocupado.

“Nuca me perdonaré por eso,” dijo Tom. “Eso es algo que siempre estará en mi mente; probablemente él necesitaba eso ese día.”

En los meses después de la muerte del Jacob, los Paskvans han estado tratando de encontrar maneras de honrar a su hijo y de mantener su memoria viva, incluyendo la donación de su ropa para esquiar a niños sin recursos y ayudando a los Caballeros de Colón para juntar fondos para defriladores.

“Hemos estado tratando de hacer cosas para honrar a Jacob; para tener un efecto positivo en las vidas de los demás en su honor; tratando de encontrar lo bueno en lo malo,” dijo Teri.

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