Mensaje de Acción de Gracias del Obispo Solis

Friday, Nov. 18, 2022
By The Most Rev. Oscar A. Solis
Bishop of Salt Lake City

El mes de noviembre es la época del año cuando nuestra nación, una de las más poderosas y ricas naciones del mundo, celebra el Día de Acción de Gracias como una festividad nacional. Es un evento único que nos lleva a recordar a los primeros peregrinos quienes dieron gracias por las hermosas cosechas recibidas de Dios las cuales compartieron con los nativos americanos, quienes también llevaron comida para compartir. Al paso del tiempo, esto se ha convertido en una celebracion anual celebrada el cuerto jueves del mes de noviembre.

En este día nos enfocamos en nuestras bendiciones y le damos gracias  Dios. La gratitud es una actitud del corazón para expresar agradecimiento, el cual se dice es la madre de todas las virtudes y la cual nos ayuda a reconocer nuestras bendiciones. Esto conlleva a las familias a reunirse para compartir una cena y posiblemente una plegaria. Desafortunadamente, raramente escucho que las familias que ese día se reúnen, hacen de la oración una parte de su celebración, o que le dedican tiempo para ir a la Iglesia o asistir a Misa.

Pareciese como si fuésemos indiferentes y tomásemos a la ligera las bendiciones que hemos recibido y disfrutado en vida.

Este Día de Acción de Gracias, los invito a reflexionar sobre nuestra actitud Cristiana, renovando nuestra fe en Dios, quien es la fuente de todas nuestras bendiciones. Nuestra Diócesis tiene la bendición del Avivamiento Eucarístico el cual enfoca a nuestros corazones y mentes en la Santa Eucaristía, la cumbre de nuestra vida y alabanza Cristiana.

La palabra Eucaristía viene del griego ‘eukharistia’ la cual significa dar gracias. En donde sea que asistimos a Misa, nos reunimos para agradecer a Dios por las muchas bendiciones que nos ha dado. También nos encontramos con el regalo más precioso de todos, la presencia viva de Dios en el pan y vino que son transformados en la Sangre y Cuerpo, el alma y divinidad de Cristo.

En los últimos años, hemos pasado por muchos momentos duros y aún nos seguimos enfrentando con esos retos. A pesar del sufrimiento por el que pasamos, tomémonos un momento en el Día de Acción de Gracias para contar nuestras bendiciones y por el hecho de que Dios nunca nos abandona.

El Día de Acción de Gracias es un tiempo bendecido no solo para la celebración de una festividad nacional, sino para volver a capturar nuestro entendimiento sobre la Santa Eucaristía, para así expresar nuestro asombro y gratitud en la celebración del Santo Sacrificio de la Misa, y para albergar nuestra devoción a este Divino Sacramento de nuestra unidad y salvación. Para los Católicos, la Santa Misa es la manera más profunda y hermosa de decir ‘Gracias’ a Dios no solo con fe sincera, sino con un corazón agradecido y humilde.

Por favor sepan lo agradecido que estoy por ser el Obispo de nuestra Diócesis y el pastor de Dios en Utah. Unámonos en agradecimiento con corazones agradecidos y con palabras y acciones no solo los domingos sino todos los días de nuestras vidas.

Que tengan un feliz y bendecido Dia de Acción de Gracias junto a sus familias y seres queridos.

Traducción: Laura Vallejo

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