Mensaje del Día de Acción de Gracias del Obispo John C. Wester, Obispo de Salt Lake City

Friday, Nov. 28, 2014

Traducido por: Laura Vallejo

En las últimas semanas he tenido varias oportunidades para reflexionar sobre la celebración original del Día de Acción de gracias en los Estados unidos, cuando los peregrinos se reunían en la mesa junto a ellos Nativo Americanos de quienes se habían hecho amigos al llegar a esos lares. Por supuesto, todos sabemos que los peregrinos fueron inmigrantes que buscaban la libertad de la opresión, pero ese pensamiento toma un sentido especial debido a mis recientes experiencias.

Del 17 al 21 de noviembre tuve el privilegio de asistir al Séptimo Congreso anual del Consejo Pontificio para Cuidado pastoral  sobre inmigrantes y personas itinerantes en Roma. El congreso reunió a casi 300 personas de todo el mundo quienes asistierón a nuestro Santo Padre en su papel como párroco universal de la Iglesia Católica. Hablamos acerca de la cooperación y desarrollo entre inmigrantes y de los países en cuales transitan y en los cuales finalmente se asientan.

Después de la Conferencia viaje a Sicilia y a Malta  con Kevin Appleby, director de Inmigración, Pólizas y Asuntos Públicos de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Ambas islas son destinos de inmigrantes quienes huyen de la guerra, persecuciones y femicidios en diferentes partes de África. Hablamos con los inmigrantes y con quienes los ayudan, muchos de los servicios de ayuda Jesuitas, las iglesias locales y el Comisionado de la Comisión  de Naciones para refugiados.

Mientras escuchábamos la situación de los refugiado y al hablar con las personas que los ayudan, uno de los temas que constantemente recordaba fue lo agradecido que estoy por las innumerables bendiciones que Dios me ha dado y le ha dado a tantos en nuestro gran país. Me puse a orar con aun mas gratitud agradeciendo mi fe, mi familia, mis amigos y todos los beneficios que he experimentado al vivir en los Estados Unidos de América. 

Que fácil es para nosotros dar por hecho el hogar, sin realmente apreciar la gran gracia que es el ser parte de una amorosa familia, parroquia, comunidad y país!.

Conforme nos reunimos en la mesa para celebra Acción de Gracias, espero que todos recordemos a quienes no tienen un hogar, mucho menos una mesa llena de alimentos. Mi oración va para que apreciemos todas las bendiciones que Dios nos ha dado, y para que nos inspire para compartir esas bendiciones con los demás, especialmente con quienes están en movimiento y quienes añoran los simples conforts de un hogar y las comidas de Acción de Gracias que muchos de nosotros compartimos en e Día de Acción de Gracias.

Que Dios los bendiga, y por favor sepan lo agradecido que estoy por ser su párroco y su hermano.