Extiendo mis más calurosos saludos a todos los estudiantes, directores, personal y maestros, directores de educación religiosa, catequistas y voluntarios conforme damos la bienvenida al nuevo ciclo escolar. Este es un tiempo para nuevos comienzos, y todos están muy contentos de poder regresar a la ‘nueva normalidad’. Estoy Seguro que después de un año lleno de interrupciones y retos que la crisis global nos dio, todos deseamos que la pandemia sea solo un recuerdo.
Desafortunadamente, todavía no llega ee momento. El trabajo y los esfuerzos aun no se acaban. La emergencia por la variante Delta del COVID y la alza en las infecciones entre las personas no vacunadas y los niños son más complejas. Sin embargo, todos hemos aprendido de nuestras experiencias del año pasado. También contamos con más recursos y apoyos disponibles para que nuestros niños puedan seguir en su camino educativo y logren los niveles de crecimiento y desarrollo necesarios para alcanzar el éxito y su total potencial.
Agradezco por todo el servicio, apoyo, diligencia, colaboración y prudencia de todos nuestros párrocos, administradores, maestros y personal, así como el sacrificio de todos los estudiantes en la diócesis. Su gran trabajo, planeación sentido común, puesta en practica de protocolos de seguridad y salud, y cooperación han ayudado a mitigar los efectos de la infección viral, manteniendo abiertos a nuestras escuelas y programas de formación religiosa, y permitiéndonos hacer algo que algunos pensaron imposible.
Este año será uno más de fascinación para todos. Estamos enfrentándonos a la variante Delta, que de acuer-do con las autoridades de salud, se propaga más rápidamente y es mucho mas mortal, afectando más a los no vacunados y a los niños. Sin embargo, tengo la confianza de que nuestras parroquias y escuelas una vez más podrán enfrentarse a los obstáculos exitosamente.
Mucho dependerá de nuestra habilidad para lograr la colaboración conforme nos esforzamos para hacer lo mejor por nuestros niños buscando el bienestar de la comunidad.
Es así, que los animo a que estén atentos de las actualizaciones de los protocolos diocesanos de seguridad y salud en todas nuestras Iglesias y locaciones. Como creedores Cristianos, creemos en la santidad de la vida de cada persona. Así es que practiquemos la caridad, sacrificio y cuidados los unos por los otros a través del simple acto de usar mascarillas, mantener el distanciamiento social, y las practicas sanitarias.
Las autoridades de salud también han dicho que la vacuna prevé significativamente la infección. Si aun no se ha vacunado, por favor considere hacerlo, las enseñanzas de la Iglesia lo consideran moralmente aceptable.
Nuestra fe en Dios, el amor por nuestros semejantes y lo esfuerzos colectivos son esenciales para brindar un ambiente seguro, saludable y Cristiano.
Agradezco su continuo apoyo. Tengan por seguro que mis oraciones y deseos de las bendiciones de Dios están con todos para un exitoso ciclo escolar.
Traduccion: Laura Vallejo
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