¡Saludos de amor y paz en Cristo resucitado!
Este año celebramos la Pascua en un momento muy crucial. Muchas naciones todavía están luchando contra los efectos del cambio climático, las migraciones masivas, el hambre y la pobreza.
La guerra está en apogeo en varias partes de nuestro mundo, resultando en una devastación horrífica, en la pérdida de muchas vidas inocentes y en millones de personas desplazadas en busca de refugio en otros países, mientras que el resto de la población está dando vueltas en un ato-lladero de sufrimientos e incertidumbres.
Además, la Pascua llega en un tiempo cuando la mayor parte de nuestro mundo pareciese estar regresando a la normalidad después de dos años de miseria debido a la pandemia.
A pesar del miedo global, podemos notar la llegada de la primavera, con las plantas y los árboles floreciendo del frio invernal y dando pie a la nueva vida. Los capullos floreales poco a poco florecen bajo los calurosos rayos del sol. La creación de Dios despliega la belleza de la Pascua: el renacimiento, renovación y nuevo comienzo.
La resurrección de Cristo nos recuerda la buena nueva de la salvación y de la base de nuestra de. Cristo ha resucitado y está vivo! Ha resucitado de los muertos dándonos vida nueva. La tumba no puede contener el poder de Dios. El no puede permanecer en el frio y la obscuridad de una tumba ya que la muerte no tiene palabra ante la vida. Sin importar el que, la bondad y el amor de Dios siempre prevalecerá.
Este es el mensaje glorioso y consolador de la Pascua- Cristo brinda vida nueva sobre la muerte, transformando la vida en fe, la tristeza en alegría y la obscuridad en vida para que así una vez más podamos vivir, amar y tener esperanza.
Por lo tanto, abramos nuestros corazones y permitamos que Dios nos de la vida nueva, revigorando nuestra confianza en el Señor para que así podamos una vez más proclamar la gloriosa verdad de la muerte y resurrección de Cristo.
Conforme celebramos la Pascua, es importante mantener la fortaleza de nuestra fe manteniendo la esperanza en estos tiempos de luchas.
El Santo Papa Juan Pablo II una vez dijo que “No se abandonen a la desesperación. Somos la gente de la pascua y aleluya es nuestra canción!.” Permitamos que la luz de Cristo brille y penetre cada aspecto de nuestras vidas. Que el Señor resucitado esté siempre con ustedes y los llene de alegría, esperanza y paz!.
¡Feliz Pascua!
Traducción: Laura Vallejo
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