Novicia Benedictina profesa los primeros votos en Ogden

Friday, Sep. 01, 2006

OGDEN — Una atmósfera tranquila y alegre llenaba la capilla en la cual la Priora Benedictina, Hermana Mary Zenzen recibía a la Hermana Benedictina Sarah Radle al Monasterio Mount Benedict a través del Rito de Primera Profesión Monástica el 11 de julio pasado. Han pasado cerca de 25 años desde la última vez que las hermanas Benedictinas en Ogden tuvieron a una novicia profesar sus primeros votos.

Las hermanas Benedictinas le dieron la bienvenida a la Hermana Sarah y recibieron su entrega como un miembro de su comunidad. Prometieron continuar apoyándola mientras que todas unidas buscan a Dios, y viven en comunidad de acuerdo al Reglamento de San Benedicto.

«Hoy escuchamos el deseo de la Hermana Sarah de entregarse a esta comunidad», dijo la Hermana Mary. «En nuestra búsqueda de toda la vida por Dios hemos escogido la forma de vida cenobítica (de comunidad) la cual se forma con el Evangelio y el Reglamento de San Benedicto. En respuesta a su petición, se nos pide a nosotras hermanas que le ofrezcamos a la Hermana Sarah nuestro amor, nuestras oraciones, y nuestro ejemplo mientras que juntas hacemos el recorrido hacia la vida eterna.»

La Hermana Sarah prometió entregarse ella misma a las promesas monásticas de estabilidad, fidelidad a la vida monástica, y obediencia al Reglamento de San Benedicto. Prometió su buena voluntad para entregarse a la pobreza monástica, a la castidad, y a escuchar las necesidades de la Iglesia y del mundo a través de una vida de oración, trabajo y vida comunal.

«Esto es muy emocionante», dijo la Hermana Mary. «Mirando hacia el futuro, ha sido nuestra esperanza de que alguien conduzca el camino y permanezca en el recorrido de esta vida con nosotros.»

«Tener a alguien del calibre de la Hermana Sarah mirando hacia el futuro con firmeza y conduciendo el camino hacia la nueva membresía es muy bueno y nos llena de esperanza, y tenemos una gran gratitud hacia Dios por lo que está sucediendo», dijo la Hermana Mary.

La Hermana Sarah fue bautizada en la Iglesia Católica cuando era un bebé, pero cuando su madre se casó por segunda vez, ella y su hermana gemela, Janice, fueron bautizadas en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días a la edad de ocho años. En el 2001, la Hermana Sarah y Janice regresaron a la Iglesia de San José en Ogden, la cual ellas recordaban como cuando tenían 5 años. Así fue como conocieron a la Hermana Mary, y ella les habló acerca de las clases del Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RICA). La Hermana Sarah más tarde recibió su Primera Comunión y su Confirmación.

Durante el año que pasó en RICA, ella y su hermana también pasaron un tiempo en el monasterio.

Durante el 2001, la Hermana Sarah pasó un tiempo en el monasterio haciendo su último proyecto de fotografía sobre la forma de vida monástica. Mientras estaba ahí, la Hermana Benedictina Danile Knight a menudo le preguntaba, ¿Qué pasa con Sarah?

«Fue Janice quien inicialmente estaba interesada en unirse a la comunidad," dijo la Hermana Sarah. "Una noche tuve una presentación de mis transparencias usando mis fotografías y añadiendo música y una narrativa, y noté que las Hermanas Benedictinas Iris Beckwith y Stephanie Mongeon estaban hablando muy bajito en la parte trasera del salón. Pensé que las había ofendido. Pero ellas se dieron cuenta antes que yo que era yo y no Janice la que tenía una vocación para la vida religiosa. Me hice afiliada en el 2002.»

Fue también en el 2002 después de ir en una peregrinación a México, que la Hermana Sarah se dio cuenta que tenía el deseo de seguir la forma de vida Benedictina. En la Basílica en la Cd. de México, ella rezó por su propia vocación. En México ella conoció al Hermano James, de la Santa Cruz, quien fundó Los Hermanos de Juan Diego. Él le dijo que él creía que ella tenía vocación religiosa.

Empezó a vivir en el monasterio el 27 de agosto del 2004, y se hizo postulante. El 5 de junio del 2005 se hizo novicia.

«Los últimos cuatro años han sido un tiempo para confinar espiritualmente lo que he aprendido y para entrar a la forma de vida monástica, y convertirme en una parte de la comunidad y del servicio a la Iglesia,» dijo la Hermana Sarah. Continuaré estudiando para terminar mi licenciatura en Educación Primaria en la universidad Weber State University. Tomaré solo dos clases por semestre porque mi prioridad es la comunidad. Continuaré como voluntaria en la Escuela Primaria St. Joseph en Ogden.

También continuaré con clases de formación con la Hermana Benedictina Judine Suter enfocadas en las encíclicas, espiritualidad Benedictina, y como convivir en una comunidad," dijo la Hermana Sarah. "Ahorita es el tiempo de tomar todo lo que he aprendido e integrarlo y vivir la vida como un miembro del Monasterio Mount Benedict. Ahorita me siento completamente parte de la comunidad."

La Hermana Judine dijo que como novicia, la Hermana Sarah ha estado aprendiendo los Salmos para prepararla para la liturgia, especialmente la liturgia de las horas, para que así ella entienda el Divino Oficio y el Reglamento de San Benedicto.

«Al aprender como vivir en una comunidad, la Hermana Sarah ha aprendido los altos y los bajos de la naturaleza humana, lo que significa vivir en una comunidad, y como crecer dentro de una vida comunitaria», dijo la Hermana Judine. «Ella ha aprendido que la vida en comunidad es acerca de un apoyo mutuo y caridad, obediencia a los demás como lo prescribe el Reglamento de San Benedicto, y la habilidad de resolver conflictos. En la comunidad a menudo decimos, "Nos rozamos unas con las otras y hacemos que una moneda oxidada brille." Así es como Cristo trabaja con nosotras y como caminamos con él.«

«Durante el próximo año, la Hermana Sarah estudiará los votos que acaba de pronunciar y prometer», dijo la Hermana Judine. «En su primer año como profesa, continuará estudiando el Reglamento de San Benedicto, estudiará más acerca de la vida en la comunidad y como vivir en ella, y el entendimiento de vivir sus votos.«

«Anticipamos su crecimiento», dijo la Hermana Judine. «Lo importante para ella este año es integrarse a la vida de la comunidad, todo lo que ha aprendido acerca de la oración y esforzarse por alcanzar ese balance tan conocido de la vida Benedictina. Ése es un gran trabajo y en realidad es una tarea de toda la vida.«

La Hermana Benedictina Marilyn Mark, directora de vocaciones, dijo que la membresía de la Hermana Sarah les da a las hermanas una gran esperanza para el futuro y continúa la forma de vida Benedictina que ha existido por más de 1,500 años.

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