Nuevo sacerdote sirve en la parroquia de St. Joseph en Ogden

Friday, Sep. 20, 2019
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Padre Joseph Minuth
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducido por: Laura Vallejo

OGDEN — Cuando niño al padre Joseph Minuth, el sacerdote de su parroquia les dijo a él y a su hermano, que un día, ambos serían grandes sacerdotes. El comentario no tuvo efecto inmediato: el padre Minuth se graduó de la universidad con un título en administración de negocios y tenía planes de casarse y hacer una carrera en negocios. Inclusive pasó por una fase en donde dudó la existencia de Dios.

Pero aún en esa fase, el padre no dejó de ir a Misa. También fue influenciado por las historias familiares de su abuelo, un cristero quien luchó en contra de las leyes anti Católicas que fueron impuestas en México a principios del S. XX. El también creía que los Católicos eran gente santa y  que hacen el bien y un trabajo divino- su tía es una monja. Además asistió a la Universidad de St. Edwards, una universidad Católica privada. Fue allí en donde escuchó a una joven hablar sobre el trabajo que había realizado junto a la Madre Teresa de Calcuta. Su presentación animó al padre Minuth a leer un par de libros acerca de la que ahora es Santa y “me quedé pasmado; lo que la Madre Teresa hizo me impactó fuertemente.”

El trabajo de la Madre Teresa fue hermoso, pero dentro del contexto de que la belleza “era la parte más fea del mundo, las alcantarillas y pocilgas y toda esas enfermedades y hambre,” dijo el padre. “Y era tan bello para mí que me dije ‘debe de haber un Dios; debe de haber alguien detrás de esto; no puede ser solo una mujer haciendo todo ese trabajo. Hay algo más.”

Después de haberse encontrado con la historia de la Madre Teresa, el padre Minuth pasó los siguientes 18 meses de sus años universitarios activo dentro del ministerio del campus. Más adelante cuando ya en el seminario, el aprendió que cuando le preguntaron a la Madre Teresa que Santo le hubiese gustado ser, ella respondió que un Santo para aquellos que no creyesen en Dios.

“Fue allí cuando la idea de la vocación me regresó… pero quería casarme y quería un trabajo y quería ganar dinero… así es que dije ‘tal vez más adelante’.”

Después de graduarse, mientras trabajaba en dotcom una industria en Texas, ingresó a los Caballeros de Colón, y fue muy activo en su parroquia, pensando en casarse con una mujer con la que salía. Sin embargo, el se dio cuenta de que “ si me casaba entonces tenía que decirle no al sacerdocio, y eso no lo podía hacer… podía decir ‘más adelante’ pero no podía decir ‘nunca.”

Terminó con su relación con la joven, pero todavía estaba negociando con Dios. Cada día durante la Adoración al Santísimo, a veces le decía al Todo poderoso todas las cosas que realizaría al ser un hombre de negocios exitoso. Otras veces, pensaba “que grandioso sería dejar todo y decir  ‘OK Señor, lo que sea tu voluntad, eso haré.”

Pero después, hablaba consigo mismo persuadiéndose de no seguir una vocación sacerdotal. Aún así la consideración de dar su vida a Dios lo hacía sentir muy bien. “Me sentía como en las nubes, me sentía bien,” dijo el padre.

También se imaginaba rindiendo cuentas el día del Juicio final, “y no era que sentía que Dios me condenaría si yo era un buen devoto Católico que trabajaba, pero le tendría que decir ‘no hice tu voluntad, y eso no me gustaba,” dijo el padre.

Al final él sabía que, si quería encontrar la paz y una vida plena, debía ser un sacerdote.

Su primer pensamiento fue ser un sacerdote diocesano, pero el director de vocaciones no le prestó atención pues pensó, equivocadamente, que el padre estaba casado y por lo tanto no era elegible.

Entonces decidió ir a visitar las diferente órdenes religiosas, encontrando en los Dominicos una vida en comunidad y un enfoque en la predicación y la evangelización que le atrajeron.

Fue ordenado al sacerdocio el 14 de mayo del 2011 en la Iglesia Católica de St. Pius V en St. Louis, Missouri por el Obispo John R. Gaydos de Jefferson City para la Orden de Predicadores, de la provincia de St. Albert the Great. Sin embargo, después de varios años trabajando en el ministerio de campo., se encontró en una encrucijada ya que cada tres años era re-asignado.

“Mis proyectos se realizaban, pero involucraban mucho trabajo. El recomenzar cada dos o tres años era estresante,” dijo el padre. “Vi que tenía más sentido para mí el unirme a una diócesis, en donde pudiese enfocarme en la comunidad sin tener que mudarme al otro lado del país y comenzar con cientos de personas nuevas una vez más.”

Como resultado, pidió llegar a la diócesis de Salt Lake City; durante 10 años el padre visitaba frecuentemente la ciudad pues ahí viven su mamá y su hermano.

En el mes de julio llegó a SLC y fue asignado como vicario parroquial de la Iglesia de St. Joseph, Técnicamente él ha recibido una ad experimentum, lo que significa un período de prueba en la diócesis mientras deja la orden de los dominicos.

Aunque apenas llegó él ya está trabajando estableciendo un grupo de jóvenes adultos en la parroquia, y planea mejorar su español, el cual aprendió viajando a México en los veranos.

El padre habla alemán e inglés.

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