SALT LAKE CITY — En días pasados, Monseñor José Elías Rauda Gutierrez O.F.M., Obispo de la Diócesis de San Vicente, El Salvador, llegó a la Diócesis de Salt Lake City para visitar y reunirse con los padres salvadoreños que sirven en la misma.
Cinco sacerdotes diocesanos son originarios de El Salvador : el padre José A. Barrera-Hernández, el padre José Fidel Barrera-Cruz, el padre Rafael A. Murillo Ventura, el padre Oscar Manuel Hernández Hernández y el padre Marco Tulio López. Los cinco le dieron la bienvenida al Obispo Rauda, abriéndole las puertas de sus respectivas parroquias.
Durante la Misa del 28 de diciembre en la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús en Midvale, el Obispo Rauda tomó una guitarra y compartió algunos villancicos con los feligreses.
En las parroquias de San Felipe en Wendover, St. Andrew en Riverton, Nuestra Señora de Guadalupe en Salt Lake City, y en St. Marguerite en Tooele, el Obispo Rauda compartió su humildad franciscana con los feligreses.
“Algo que me enorgullece de nuestros sacerdotes Salvadoreños es poder haber visto de primera mano la habilidad que han tenido para unir diferentes culturas en sus parroquias… yo no tenía planeado celebrar Misas en sus parroquias, pero al realizarlo esto fue una agradable sorpresa,” dijo el Obispo.
Su visita a Utah es parte de sus deberes de acompañamiento para los sacerdotes donde quiera que estos se encuentren.
“Valoro mucho su trabajo, cada una de sus parroquias tiene un espíritu diferente… uno de estos sacerdotes ni siquiera tiene una parroquia como tal,” dijo el Obispo Rauda refiriéndose a su admiración al ver que las Misas en la parroquia de St. Andrew son celebradas en el gimnasio de la escuela, el cual cada fin de semana se transforma en una capilla. “Para mí fue realmente placentero ver todo el trabajo que realizan.”
El Obispo Rauda dijo que contrario a lo que ha visto en otros estados en donde las congregaciones de Hispanos (en específico la de Salvadoreños) están en grupos separados celebrando solos sus tradiciones, “pero aquí en Utah todas las comunidades –Anglos, hispanos y todos los Católicos - se reúnen y celebran y participan juntos, como una sola comunidad de fe.”
“Cuando se vence la barrera del lenguaje y se quitan las vergüenzas y uno deja el miedo, todas las divisiones se borran,” dijo el Obispo Rauda agregando que los sacerdotes de la diócesis son un ejemplo de ello.
El Obispo Rauda quiere que los sacerdotes Salvadoreños en Utah sepan que tanto él como el Obispo Oscar A. Solis, valoran su servicio a la comunidad.
“Reconozco todas las contribuciones que realizan a nuestra Iglesia en sus parroquias locales, y por eso estoy muy agradecido… Tanto aquí en Utah como en El Salvador seguiré diciéndoles ‘Animo’ que están haciéndolo bien.”
Stay Connected With Us