Obispo Solis: el mes de octubre ofrece oportunidades para el crecimniento espiritual y para la renovación de fe

Friday, Oct. 04, 2019
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By The Most Rev. Oscar A. Solis
Bishop of Salt Lake City

¡Saludos de la paz y el amor de Cristo!

Estamos a principios de octubre y parece que ha llegado el otoño. Para que no lo olvidemos, el mes de Octubre es el mes del Santo Rosario en honor a la Santísima Virgen María. Nos recuerda que debemos rezar el Rosario, una manera maravillosa de pasar tiempo con el Señor para meditar sobre su vida y el misterio de la salvación que ganó por nosotros mirándolo a través de los ojos de María. San Juan Pablo II lo describió como “compendio de la vida de Jesús y María y resumen del año litúrgico” (Carta Apostólica, Rosarium Virginis Mariae, 16 de octubre 2002). Profundiza sobre las palabras de las Escrituras sobre los relatos de la vida de Jesús, el misterio fundamental de la fe cristiana, es decir, Su sufrimiento, muerte y Resurrección en el que María compartió.  Por eso, rezando el Rosario, llegamos a vivir el Misterio Pascual en nuestras vidas y despertamos en nosotros la llamada a ser discípulos misioneros de Cristo.

Cuando rezamos el Rosario, manifestamos nuestros continuos esfuerzos por honrar a María, la Madre de Jesucristo, por su vida ejemplar de virtudes cristianas de humildad, obediencia y entrega a la voluntad de Dios. Es un reconocimiento de su poderoso papel de intercesora y buscar su ayuda para llevarnos a Jesús y que podamos llegar a conocerlo, amarlo y servirlo como ella. Ella sirve como una gran inspiración para nuestro crecimiento espiritual y la transformación de los corazones, así como un excelente modelo para emular y seguir.

El Rosario, por lo tanto, es un tiempo que para profundizar nuestra relación con Jesús, invocando a su Madre. Por la gracia de Dios y la intercesión de María, esperamos encontrar la sabiduría y el amor que necesitamos para aprender las lecciones del discipulado, de modo que con el corazón ardiente de amor a Cristo, podamos hacer nuestra la misión de salir y dar.

En la conclusión de su Carta Apostólica, San Juan Pablo II exhortó a las familias a rezar juntos el Rosario. Escribió: “Antes, esta oración era apreciada particularmente por las familias cristianas, y ciertamente las unía más. Es importante no perder esta preciosa herencia, una oración tan fácil y tan rica que merece ser redescubierta por la comunidad cristiana. Necesitamos volver a la práctica de la oración en familia y rogar por las familias, y continuar usando el Rosario.” (#41)

Octubre también es el Mes del Respeto a la Vida y este año el tema es “Cristo, nuestra esperanza: en todas las estaciones de la vida.” Destaca la dignidad y santidad de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, protegiendo la vida preciosa dentro y fuera del vientre. La avalancha de ataques contra la vida humana se ha manifestado cada vez más en la maldad del aborto y en la cultura de la indiferencia ante los sufrimientos de los pobres, los enfermos, las personas sin hogar, los adictos, los refugiados y los inmigrantes, especialmente los indocumentados o sin estatus legal.

Hay celebraciones y oportunidades para el crecimiento espiritual y la renovación de la fe, así como ocasiones para reparar nuestros pecados y la cultura de la muerte que prevalece. El evento National Life Chain se llevará a cabo el 6 de octubre a la 1 p.m. en la intersección de 10600 South y State Street, organizado por los Caballeros de Colón. La semana siguiente, el 12 de octubre en el mismo lugar, los voluntarios rezarán el Rosario para hacer resonar el mensaje de Nuestra Señora de Fátima por la paz en nuestro mundo.

Nuestra Iglesia también celebra esta semana la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado para reflexionar sobre las realidades de la migración en cada rincón del mundo. Escuchamos y vimos las noticias de las dificultades de muchos migrantes en nuestras fronteras del sur y el futuro de muchos hermanos y hermanas indocumentados que ya están en nuestro país sin estatus legal. Esta triste realidad nos despierta para examinar cómo vivimos nuestra fe como creyentes y seguidores de Cristo, ya que Dios nos llama a cada uno de nosotros a ser hospitalarios y a acoger al extranjero. La llamada a la acogida no es nueva. Cristo nos dijo “todo lo que hicisteis por uno de estos hermanos míos más pequeños, lo hicisteis por mí”. (Mt 25,40).  Nuestra actitud hacia los migrantes y refugiados refleja nuestra actitud hacia Cristo. El Papa Benedicto XVI explicó esta dinámica en su encíclica Deus Caritas Est - Dios es Amor: “El amor a Dios y el amor al prójimo se han hecho uno: en los hermanos más pequeños encontramos a Jesús mismo, y en Jesús encontramos a Dios”. El Papa Francisco reiteró esta verdad en su mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado de 2016: “La revelación bíblica nos anima a la acogida del extranjero; nos dice que al hacerlo, abrimos nuestras puertas a Dios, y que en los rostros de los demás vemos el rostro de Cristo mismo.” Incluyamos esta intención especial al rezar el Rosario para dar esperanza a los necesitados.

Cada año, también celebramos la Procesión Multicultural Mariana Diocesana y la Santa Misa, manifestando la rica y diversa composición cultural de nuestra Iglesia local en Utah y en nuestra nación. Rezaremos el Rosario en diferentes idiomas durante la procesión de las diversas imágenes de la Santísima Virgen de diferentes países. Seguido con la Santa Misa en la Catedral con la oración de Consagración por nuestra Diócesis a Nuestra Señora de Fátima. Los representantes de los diversos grupos étnicos o culturales parroquiales reunidos para orar juntos demuestran nuestra búsqueda de construir nuestra Iglesia, el Cuerpo Único de Cristo y formar una comunidad de fe. Esto pone de relieve también una de las prioridades de nuestro Plan Pastoral para fortalecer nuestra identidad católica en la Sagrada Eucaristía y promover la unidad en la diversidad. Por favor, invite a sus feligreses y únase a nosotros.

El Papa Francisco declaró octubre de 2019 como “Mes Misionero Extraordinario” con el objetivo de fomentar una mayor conciencia de la misión de la Iglesia hacia el pueblo (missio ad gentes), un recordatorio de que la Iglesia es misionera por su propia naturaleza y estamos llamados a compartir las buenas nuevas con todos en nuestras palabras y a través de nuestra “fe en la acción.” Él invita a los fieles a tomar en serio el anuncio del Evangelio y a ayudar a nuestras comunidades a crecer en el celo misionero y evangelizador. El 22 de octubre celebramos el Domingo de la Misión. Esta será una oportunidad única para renovar nuestro llamado bautismal a la misión, un llamado que cada uno de nosotros tenemos, sin importar cuál sea nuestro estado de vida.

La colecta dominical es un esfuerzo único en apoyo de la continua obra misionera de la Iglesia en todo el mundo. También será una nueva oportunidad para vigorizar nuestro espíritu misionero como discípulos de Cristo, enfocándonos en particular a nuestra ayuda misionera local en la Diócesis. Por lo tanto, exhorto encarecidamente a todo nuestro clero, especialmente a los párrocos, que continúen promoviendo agresivamente nuestra Campaña de Desarrollo Diocesano (DDD). Ustedes saben que como diócesis misionera, la misión de nuestra iglesia local, especialmente los ministerios en las parroquias y misiones pobres, dependen de los subsidios financieros de la DDD. Abarca la formación en la fe de nuestros niños, jóvenes y adultos, la educación de nuestros seminaristas que estudian para el sacerdocio, los diáconos permanentes y los estudiantes en escuelas católicas; así como la ayuda caritativa a los pobres, los que no tienen hogar, los inmigrantes y los refugiados.

Les pido por su unidad y solidaridad como hermanos sacerdotes y pastores responsables para que promuevan con fuerza la DDD con sus oraciones, su propia contribución personal y la de sus feligreses. Por favor continúen anunciándolo en el boletín de su parroquia, pero lo más importante es que hablen de la campaña en las misas dominicales, ayuden a los fieles a llenar su tarjeta de compromiso y envíen su donación caritativa. Nuestra Diócesis puede continuar sirviendo a toda la gente de este estado, especialmente a aquellos que lo necesitan, con su apoyo vital para alcanzar nuestra meta de DDD.

Finalmente, les pido que continúen colaborando en la implementación e integración de nuestro Plan Pastoral Diocesano en la vida de sus comunidades parroquiales. Las prioridades no son más que los componentes básicos de la vida parroquial y el ministerio, que pueden traer la renovación de la fe y una primavera de la Nueva Evangelización en nuestra iglesia local y ayudar a formar nuevos discípulos y socios en nuestra misión de evangelización.

Gracias por su amable atención, compromiso con su ministerio sacerdotal y cooperación.

¡Bendiciones a todos!

EVENTOS DIOCESANOS

Procesión Mariana Multicultural y Misa; 5 de octubre, 3 pm, Catedral de la Magdalena.

Cumbre de liderazgo para Jóvenes y jóvenes adultos; Sábado 26 de octubre, 10 a.m., Iglesia de San Ambrosio.

Cena y de entrega de premios de los Servicios de la Comunidad Católica (CCS)- 30 de octubre, 6 p.m., Little America Hotel.

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