New Legislation Will Have Positive Impact On Utah Catholic Schools

IC Foto/Marie Mischel

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El padre Anthony Shumway con sus padres

Traducción: Laura Vallejo

PARK CITY — El padre Anthony Shumway, quien fue ordenado al sacerdocio el 28 de junio en la Catedral de la Magdalena, presidió su Misa de Acción de Gracias al siguiente día en la parroquia de Saint Mary of the Assumption en Park City.

Concelebrando estuvieron el párroco de la Iglesia, el padre Christopher Gray, así como vario sacerdotes diocesanos. El diácono Tom Tosti proclamó el Evangelio; también estuvo asistiendo el diácono Juan Biaggini Galarraga quien fue ordenado el mismo día que el padre Shumway.

El 29 de junio fue la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, tema en que se basó su Homilía el padre Gray. Sin embrago, también incluyó un menaje para los hombres recién ordenados.

 La vida clerical apoya a la Iglesia y con la palabra y el ejemplo “así es que esta puede imitar a quien lo comenzó a hacer y a enseñar,” dijo el padre Gray citando el sermón del Papa Inocencio III para la Resurrección del Señor. “El hombre que ha actuado y reído, será llamado grande en el Reino del cielo.”

Sin embargo, “un sacerdote que falla haciendo ambos ‘hacer y ensñar; debilita su correspondencia con Cristo y así debilita la misión sacramental de la Iglesia,” dijo el padre advirtiendo en contra del clero que ha pecado ya que ellos guiarán a las personas a condenar a la Iglesia.

“Santo sacerdote, buen diácono, díganos la verdad y nunca falten a su proclamación,” dijo el padre Gray. “Confirmen la belleza de la celebración de estos sacros misterios en la verdad de sus palabras... Santidad- como caridad-fluye de persona en persona. Sean santos, y la santidad los seguirá alejando del pecado y dándoles el don vida.”

Durante la Misa la predicación ocurre antes del Credo ya que “después de predicar debemos seguir le fe en el corazón, alabar en oración, y dar frutos en el trabajo: fe en el corazón, como se expresa en el Credo; alaben en oración, nuestro santo ofertorio; y den fruto con trabajo, eso es, el sacrificio que se ofrece. Es así que existe una profunda conexión entre la moralidad, la educación, los deberes sacramentales, y la predicación del clero. Si uno de estos falta- verdadero daño se hace a las personas, especialmente a los más vulnerables- nuestro Señor nos dice que sería mejor ser arrojado al mar con una roca atada al cuello. Pero en tí, o santo sacerdote, o en un buen diácono, ¿no es que está la gran educación, no es que está el amor a lo santo, no es que está la gran moralidad, no es que está la gran elocuencia? Yo los he visto y sé que Dios quien ha sido bondadoso conmigo me está permitiendo este tiempo con ustedes.”

Durante la recepción que siguió a la Misa. El padre Shumway presentó a su mama con el manto en que sus manos fueron envueltas por el Obispo Oscar A. Solis quien las ungió con el óleo crismal durante su ordenación. A su papa le presento la estola que utilizo mientras escucho confesiones por primera vez. Esos regalos serán enterrados con sus papas cuando estos fallezcan. Esta tradición viene para cuando San Pedro les pregunte ¿qué han hecho por Cristo?, ellos le puedan responder ‘Le dí a mi hijo.”

El padre Shumway expresó su gratitud “a todos quienes me han apoyado en los últimos años y en los muchos más que vendrán,” especialmente a quienes asistieron a la Misa del sábado. “Realmente aprecio que hayan venido el que se diviertan conmigo, el que oren conmigo, y el que disfruten este día conmigo.”