Por Carol Glatz
Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Orar por la intercesión de Dios requiere va-lor, tenacidad y paciencia, dijo el Papa Francisco.
“Si yo quiero que el Señor escuche algo que le pido, debo seguir, y seguir, y seguir, llamar a la puerta, y llamar al corazón de Dios”, dijo el Papa en su homilía el 15 de marzo en la misa matutina de la capilla de la Casa Santa Marta, donde reside.
“No podemos prometer a alguien que vamos a rezar por él, y después acabar la cosa con un Padrenuestro o un Avemaría y ya está. No, si dices que vas a rezar por alguien, tienes que hacerlo así. Y se necesita paciencia”, dijo.
La homilía del Papa Francisco se enfocó en la lectura del día del Libro del Éxodo (32: 7-14), en la cual Dios le dice a Moisés lo enojado que está porque su pueblo ha creado un becerro de oro para adorar como su dios. Dios amenaza con desatar su ira sobre ellos y le promete a Moisés, “Entonces haré de ti una gran nación”.
El Papa Francisco dijo que Moisés no muerde el anzuelo ni se involucra en “juegos de chantaje”. Moisés se mantiene fiel a su pueblo y no vende su conciencia para su propio beneficio, dijo el Papa.
“Cuando Dios ve un alma una persona que reza y reza por algo, Él se conmueve”, dijo.
Moisés tuvo el valor de decirle “cara a cara” la verdad al Señor dijo, e imploró, con éxito, a Dios para que ceda y no castigue a su pueblo.
“Para la oración de intercesión hacen falta dos cosas: valor, o sea, parresía, y paciencia”, dijo.
Los corazones de las personas deben estar verdaderamente colocados en la cosa o persona por la que están orando; De lo contrario, ni siquiera el valor y la paciencia serán suficientes para continuar, agregó.
La gente debería pedirle a Dios la gracia de orarle francamente y libremente, ya que los hijos e hijas hablarían con su padre sabiendo que “mi padre me escuchará”, dijo el Papa Francisco.
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