SOUTH OGDEN — Aunque las montañas con su belleza otoñal se elevan hacia un cielo azul con nubes blancas por atrás de las ventanas del Monasterio Mount Benedict en South Ogden, es la forma de estas montañas y sus angulosos peñascos de granito los que hacen la vista de la región Norte de las Montañas Wasatch única. De la misma forma, la historia de la vida Católica en Utah está puntuada con muchas historias que la definen. Para las hermanas del Monasterio Mount Benedict, ha pasado más de medio siglo desde que su historia fue añadido a la historia de la Diócesis de Salt Lake City. Con la instalación de la hermana Danile Knight como priora el 8 de octubre pasado, la historia continúa. «Ahora que otra priora es instalada», dijo el Administrador Diocesano Monseñor J. Terrence Fitzgerald en su homilía durante la Misa de instalación, «es pertinente para nosotros llenarnos de gratitud por lo que ha sido y llenarnos con esperanza y expectativa por el futuro que aún no se ha desarrollado». Uniéndose a la comunidad Benedictina de mujeres religiosas, la presidente de la Federación de San Benedicto Hermana Michaela Hedican, el Abad Casimir Bernas de la Abadía de Nuestra Sra. de la Santa Trinidad en Huntsville, sacerdotes y diáconos de la Diócesis de Salt Lake City, otras mujeres religiosas trabajando en la diócesis, y amigos y gente que apoya al Monasterio Mount Benedict, se reunieron para, en las palabras de la anterior priora Hermana Mary Zenzen, «ser testigos de lo que estamos haciéndo aquí, y por el hecho de estar aquí dar su "sí" a la líder que nuestra comunidad ha escogido». Según la Hermana Danile, la experiencia de discernir como comunidad la selección de la nueva priora fue «una experiencia maravillosa. No se trató solamente de juntarnos y votar. En lugar de eso lo hacemos por discernimiento. Todas sabemos antes de votar quien será elegida porque hemos discernido como comunidad todos esos días.» Aunque la Hermana Danile es ahora la líder del Monasterio Mount Benedict, ella no carece de una guía importante. Meses antes de su elección, la comunidad se reunió para formar y discutir ideas para el trabajo futuro. «En Marzo pasado tuvimos una reunión donde discutimos y establecimos la dirección en la que queremos proceder en los próximos cuatro años», dijo la Hermana Danile. «Ahora me voy a sentar con las hermanas y vamos a hacer prioridades, para que así ellas como un grupo puedan dar dirección a la nueva priora indicando donde quieren llevar a la comunidad.« «Yo no puedo proceder y simplemente decir vamos a hacer esto o lo otro. Es la comunidad quien trabajará junta y logrará sus objetivos. No estoy sola como la priora. Lo hacemos juntas», ella dijo. En su homilía, Monseñor Fitzgerald remarcó la relación muy cercana que existe entre la comunidad Benedictina y la Diócesis de Salt Lake City. «Siempre he sentido, como alguien que pasó ocho años siendo educado por las Benedictinas y también seis años trabajando en su seminario, que su presencia aquí no es solo una bendición, sino también tiene una importancia tremenda en la madurez de nuestra iglesia», él dijo. «La comunidad Benedictina se estableció aquí hace 60 años, tiempo que no es muy largo considerando que las Benedictinas han existido por más de 1500 años. Pero el hecho es que las Benedictinas han estado aquí por más de la mitad de la existencia de nuestra diócesis.« «Durante ese tiempo, si mis cálculos son correctos, 165 hermanas Benedictinas han servido en Utah. Pero cada una hizo eso, la bendición del ministerio, y son parte de los cimientos de lo que celebramos ahora», él dijo. «El movimiento monástico que celebramos aquí el día de hoy expresa un servicio inmenso de caridad hacia el prójimo», él dijo. «Los ideales presentados en el Evangelio son nobles: Ámanse los unos a los otros como yo los he amado. Den sus vidas por sus amigos.« «No se vean como esclavos, porque ustedes son mis amigos, si ustedes hacen lo que les ordeno, dice Jesús. La vida Benedictina, la vida de los Oblatos, y de cada Cristiano, requiere esa clase de diligencia. Siendo la luz, siendo el amor de Cristo hacia otros, requiere el sacrificio diario», él dijo. «El consejo de San Benedicto a las superioras, y específicamente hoy a la Hermana Danile, es retador y exigente. Como lo escuchamos de la Hermana Mary, la superiora asume el lugar de Cristo en la comunidad. Debe de guiar con hechos antes de hacerlo con palabras. Cualquier carencia de bondad que el Señor encuentre en el rebaño será considerada la falta del pastor. Sobretodo busquen primero el reino de Dios.» «Pero entonces tenemos ese gran consuelo en el Evangelio: "no fuiste tú el que me escogió, sino fui yo él que te escogió y te asignó a que fueras a producir fruto, fruto que permanecerá. Lo que le pidas a mi Padre en mi nombre, se te será dado."« «Así ésta es una celebración maravillosa, una transición de gratitud por todo lo que ha sido y por la gran expectativa de lo que la providencia de Dios nos traerá. La comunidad Benedictina, los oblatos, todos los aquí reunidos, y tus muchos amigos, Hermana Danile, te dan la bienvenida y te apoyan como la nueva priora», él dijo.
Stay Connected With Us