Reabren el Comedor de St. Vincent de Paul

Foto Cortesia CCS

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Traducido por: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY – El poder disfrutar de alimentos al interior, protegidos del clima, sentados en una mesa, puede que parezca algo muy usual, pero durante la pandemia pareciera ser un lujo para mucho de los indigentes en Salt Lake City. Como muchos negocios, el comedor de Saint Vincent de Paul en Salt Lake City se vio forzado a cerrar desde el año pasado en el mes de marzo. Catholic Community Services, el cual se encarga del comedor, inmediatamente comenzó a ofrecer sándwiches y después comida caliente a través de una ventanilla, pero el comedor permaneció cerrado por casi 13 meses.

El 12 de abril esto cambió cuando el comedor volvió a abrir sus puertas al público.

“Es un muy buen día,” dijo el director de necesidades básicas de Catholic Community Services Randy Chappell, quien dio la bienvenida a los clientes del comedor.

Uno de ellos, John, quien decidió no dar su apellido, y quien se describió como una persona sin hogar, aplaudió al ver las puertas abiertas, ya que esperaba solo recibir el sándwich por la ventanilla.

“Cuando ví a las personas en línea para entrar y a los trabajadores de CCS, les comencé a aplaudir, sentí que lo merecían,” dijo John, agregando que ha sido un largo año de pandemia. “Hace un año se me dijo que’ abrirían en dos semanas’.”

Otro de los clientes también dijo estar feliz de poder disfrutar de las comidas en el comedor. Ese día José Medina-Ramos y su amigo Viktor Aguilar así lo hicieron. Los dos habían estado recibiendo la comida a través de la ventanilla a lo largo de la pandemia. Ambos dijeron que los meses que el comedor estuvo cerrado fueron muy difíciles.

“A veces estaba lloviendo o nevando,” dijo Medina-Ramos. “Era muy difícil mantener la comida sin que se echara a perder.”

Dijo que ahora se sentía seguro con todas las medidas que CCS había puesto en función para la prevención de COVID-19.

“Me alegra que el comedor este abierto de nuevo,” dijo la única mujer que ese día estaba en el comedor al medio día. Ella no quiso dar su nombre, pero agregó que estaba muy feliz, “y doy gracias por todo, espero que siga abierto.”

Bill Yazzie, un veterano quien vive en las viviendas para veteranos Freedom Landing, pudo llevarse los alimentos a su departamento mientras que el comedor estuvo cerrado, pero dijo que apreciaba que volviese a estar abierto. “Es muy bueno.”

El comedor normalmente sirve de 150 a 200 indigentes a diario, la reapertura, manteniendo el distanciamiento social, tiene una capacidad para 40 personas. A su ingreso, se les pide a los clientes usar desinfectante de manos y portar mascarillas excepto cuando están sentados en las mesas. El personal y voluntarios usan mascarillas todo el tiempo. Los lugares son desinfectados cada que sale una persona.

CCS necesita de más voluntarios para ayudar en el comedor, particularmente de 5 a 6 p.m. Las personas interesadas pueden acudir a ccsutah.org.