Respondiendo al llamado de Dios/No todos son llamados a una vocación religiosa, entonces ¿por qué yo?

Intermountain Catholic

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Diácono Doug Smith

No todos son llamados a una vocación religiosa, pero todos estamos llamados a una misión de Dios. Una misión de servicio, de guía, de gestión, de casamiento, de ser padres de familia, y la lista así continúa. Así es que, ¿cuál es tu misión de vida? ¿La escuela, la universidad, un negocio familiar? ¿Cuál es la mejor manera de determinar tu misión de vida?, la respuesta corta es la oración.

Dios nos ha diseñado a cada uno para una misión. Él nos dio la vida, talentos y gracia. Tú has sido diseñado por Dios para un propósito en tu vida, ahora mismo aquí en Utah o en donde sea que Dios te envié. Comienza a charlar con Dios. Pregúntale, ¿qué quisieras que hiciera con mi vida? Pon mucha atención ya que Dios definitivamente responderá tus oraciones.

Para mí, siempre he ido a la Iglesia, a Misa los domingos, recibido los Sacramentos y contraje matrimonio con una maravillosa belleza Católica con la cual tengo tres hijos y ahora los ayudamos a repetir el proceso. Mi esposa y yo definitivamente estamos en la misión de ser esposo y esposa y madre y padre.

Mencionaré que mi esposa y yo no nos consideramos santos, o siquiera personas santas. Somos personas del día a día. Así es que, conforma la vida pasa, nuestros hijos crecen, se casan y nos dan el don de los nietos. Yo me retiré y mi esposa y yo comenzamos el retiro en Eden, Utah, y entonces la ‘“insistencia divina” comenzó.

Gentil al principio, el Espíritu Santo preguntaba “así es que ¿considerarías ser un discípulo y servir a Jesús? Yo respondía “Por ahora no, estoy podando el césped.”

Esta insistencia divina duró semanas, entonces meses, entonces años y para entonces el Espíritu Santo me estaba llamando la atención varias veces al día.

Ok estoy escuchando, ¿cuál es el plan? El Espíritu Santo respondió ‘¿Qué tal ser diácono? Yo dije “¡Es una broma verdad! Yo no soy santo; soy un pecador profesional, ¿por qué yo?”

“Ya que Dios te está llamando a una misión de servicio aquí en Utah .”

Mi esposa y yo nos reunimos con el obispo, comenzamos las pruebas para ver si estaba cuerdo y entonces asistimos a las clases de formación de diáconos. Y así cuatro o cinco años más tarde con mucho apoyo de mi mentor (el Espíritu Santo) me encuentro con la misión de servir en la Diócesis de Salt Lake City ¡Oh, sí!.

Otra cosa, “La insistencia divina finalmente paró. La vida es buena.

El diácono Doug Smith está asignado a la parroquia de Holy Family en Ogden.

Traducido por: Laura Vallejo