Hna. Verónica Fajardo CSC
Nací en Nicaragua dentro de una familia amorosa la cual disfrutaba participar en las actividades de la Iglesia. Cantábamos en los festivales, íbamos a procesiones, a Misa todos los domingos y rezaba el Rosario con mis abuelos por las tardes después de cenar.
Una prima quería ser hermana religiosa. Yo admiraba su historia y me gustaba cuando venía a visitarnos. Una guerra estalló durante mi infancia y la violencia y la desesperanza eran comunes. Nuestra fe en Dios y el apoyo de nuestra fe nos mantuvo en pie.
A los 8 años de edad me mudé con mi familia a Los Ángeles California. Un día le dije a mi mamá; ‘Mami, cuando crezca o voy a ser una monja o una maestra’. Mi mamá parecía concordar con la idea y eso me animaba.
Crecí siendo voluntaria en la parroquia Assumption ubicada en Boyle Heights al este de Los Ángeles y asistí a la Universidad de Loyola Marymount en donde me gradué como maestra de educación especial bilingüe. Como maestra seguí de voluntaria en varias actividades parroquiales. Disfruté ser catequista, ser parte del coro, y del grupo de jóvenes, Ese amor por el servicio y la colaboración continuaron creciendo hasta que mi llamado a la vida religiosa se volvió claro. Ingresé a la Congregación de las Hermanas de la Santa Cruz después de haber enseñado en escuelas públicas por unos cuantos años. Fue una experiencia maravillosa.
Como hermana religiosa, he aprendido a valorar la diversidad y riqueza que existe en la Iglesia a lo largo del mundo. Dios continúa llamándome a los diversos mi-nisterios junto al amor y apoyo tanto de mi congregación como mi familia, y yo sigo respondiendo a la diversidad de necesidades de nuestro mundo. Primero comencé como maestra en California, Carolina del Norte y Ghana, después trabajé como asistente legal para los Ministerios de la Santa Cruz en Utah. Regresé a la escuela en los Ángeles y ahora soy consejera para una organización sin fines de lucro llamada Peace House. Allí trabajo con sobrevivientes de violencia doméstica y en donde trabajo es un gran ministerio en donde las personas me demuestran gran resiliencia y un profundo amor por la vida y por la familia.
Creo que Dios nunca deja de llamarnos a responder con amor el amor. Es importante tomar el primer paso y no tener miedo a la respuesta de decir Sí al llamado. Dios nos guía y nos da pistas a lo largo del camino si es que uno está llamado a la vida religiosa, al sacerdocio, a la vida matrimonial, o a la soltería. Es importante que sepamos que, como un director espiritual Jesuita me dijo. “Dios mora en los más profundos anhelos de tu corazón’. Dios quiere lo que es mejor para ti y para tu felicidad. Permítete siempre perseguir la felicidad.
Hermana Verónica A. Fajardo, CSC
Congregación de las Hermanas de la Santa Cruz. Actualmente se encuentra involucrada en el ministerio de trabajo social en el área de Park City.
Traducido por: Laura Vallejo
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