Vocación: Sacerdocio

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Michael Thomas

Seminarista: Michael Thomas

Hola, mi nombre es Michael Thomas y soy un nuevo seminarista para la Diócesis de Salt Lake City en el Monasterio Mount Angel.

Antes de ingresar al seminario, obtuve un título en ciencias políticas en la Universidad de Santa Clara en California y un   Juris Doctorate de la escuela de leyes del  Colegio Boston.

Durante mi estancia en la escuela de leyes, serví como abogado estudiante en la clínica de litigación de la escuela de leyes de Harvard en el Bureau de ayuda legal de Harvard. La primera vez que discerní mi vocación al sacerdocio fue durante la escuela de leyes. El Reverendo Fred Enman, S.J. se me acercó con una posible vocación, él era el capellán de la escuela de leyes del colegio Boston. Me preguntó si había considerado una vocación religiosa. Mi primera respuesta fue que tenía que discernir la idea.

San Ignacio en sus ejercicios espirituales, discutió tres tipos de personas que responden al llamado de Dios. Al fallar al primer llamado de Dios, fui el segundo tipo de persona que San Ignacio describe, el que se compromete a lo que sabe para ser el deseo del Señor para ellos.

“Ellos actúan con una respuesta bondadosa, persiguen atados a algo para ellos mismos,” esto de acuerdo con San Ignacio.

Hice de todo, pero no lo necesario, en respuesta a ese llamado.

En la escuela de leyes, representé al estado de Utah persiguiendo delitos como abogado de distrito. También ejercí mi práctica como abogado en la firma Brayton Purcell, LLP, una gran firma asentada en California.

Poco después de mi tiempo en  Brayton Purcell, LLP, me encontré ante la presencia del padre Jan Bednarz, párroco de la Iglesia de St. Martin de Porres.

Nunca olvidaré ese momento. Durante mi confesión o poco tiempo después de ella, me dijo ‘Es el día de Nuestra Señora de Fátima, y se me ocurre que tu podrías tener una vocación,¿ La has considerado?’

El padre Jan colocó en mis manos una novena de Nuestra Señora “Undoer of Knots.” Me llevé la novena a mi camioneta y oré. Le dije a Dios “no puedo responder tu llamado; no puedo hacerlo. Me tienes que ayudar, Por favor ¡ayúdame!”

Y Él me ayudó.

Pasaron unos cuantos años pero la indiferencia santa a las cosas de este mundo me llenó y finalmente abrí los ojos ante un verdadero discernimiento.

Antes del seminario, discerní mi vocación como novicio para la Provincia Oeste de la Sociedad de Jesús [los Jesuitas] en los Ángeles. Pero ultimadamente sentí que debía de solicitar ser seminarista para la Diócesis de Salt Lake City. Comencé mis estudios de pre teología en el programa de Maestría de Artes (Filosofía) en el mes de agosto.

 Nunca me había sentido más libre o más feliz o más lleno en mi vida.

Me considero bendecido por el discernimiento y la transición en el camino hacia el sacerdocio en Jesucristo.

Es un gran honor ser parte de la comunidad de la Diócesis de Salt Lake City.

Me gustaría concluir mi historia de mi vocación con las palabras de Nuestra Santa Madre al responder a San Gabriel en la Anunciación, al saber la voluntad de Dios: “Que se haga tu Voluntad.”

Texto traducido por: Laura Vallejo