Cena presenta a algunos de los beneficiados del DDD

Friday, Oct. 23, 2015
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Ben Aikuli, quien vivió en Utah bajo los cuidados de una familia adoptiva a través del programa para adopción de refugiados de CCS agradeció su ayuda a los asistentes a la cena del DDD . IC Foto/Marie Mischel
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — Conforme la Campaña para el Desarrollo Diocesano llega a su cierre del 2015, aquellos quienes formaron parte instrumental en sus parroquias así como otras personas instrumental se dieron cita el 16 de octubre en el salón ‘Holy Family’ de la pa-rroquia de Saint Vincent De Paul para una cena de celebración.
El DDD anual provee de fondos para 30 ministerios, programas y servicios a lo largo de la Diócesis de Salt Lake City, incluyendo las vocaciones y el ministerio para jóvenes y jóvenes adultos.
Como parte del programa de la cena, los asistentes escucharon los testimonios de personas que se han beneficiado por el DDD.
El Diácono Michael Bulson, quien fue ordenado en 1997 después de haber completado el programa para diáconos permanentes, hablo del trabajo que sus compañeros diáconos realizan en la diócesis. 
“Uno ve la cara de Misericordia de nuestro Padre cuando el diácono Héctor Mota visita a las personas en la prisión, cuando el diácono Keith Norrell ayuda a los indigentes en la parroquia de St. Joseph en Ogden, cuando el diacono George Reade visita a los enfermos. La letanía de los diáconos viviendo el ministerio de la misericordia en nuestra diócesis sigue y sigue,” dijo el diácono Bulson.
Actualmente 16 hombres están dentro del programa de formación para diáconos permanentes de la diócesis; se anticipa que su fecha de ordenación sea para el 27 de enero del 2017.
Catholic Community Services de Utah (Servicios Comunitarios Católicos de Utah) es el brazo de servicio  social de la diócesis y también se beneficia del DDD. Además de alimentar a los pobres y ayudar a los indigentes CCS también opera un programa de ayuda para refugiados. Más de 600 refugiados de 20 países han sido ayudados este año por medio de CCS. 
“Ellos son los que de 20 millones de refugiados albergados en los campos para refugiados en el mundo han corrido con buena suerte”, dijo Adan Batar, director de inmigración y ayuda para refugiados quien en 1994 llegó a Utah como refugiado de Somalia, huyendo de la guerra civil en ese país. CCS lo ayudo a adaptarse a la vida en los Estados Unidos, lo ayudó a encontrar un trabajo y ayudó a su esposa a aprender inglés.
Cada una de las 12 parroquias que en la diócesis participan en el programa de ayuda para refugiados “ayuda a una familia, les enseña inglés, los enseña a vivir en los Estados Unidos y aún más importante los ayuda a encontrar trabajo”, dijo Batar. “Los refugiados – todo lo que necesitan es alguien que sea su amigo. Si tienen un amigo pueden más fácilmente integrarse en la comunidad y tener éxito. 
Ellos quieren poder proveer para sus familias; no quieren vivir de limosnas”.
A través de un programa similar el programa de adopción de refugiados de CCS, Ben Aikuli llegó a Utah hace cinco años del Congo. A los 6 años quedó huérfano. Viviendo en una familia adoptiva terminó la preparatoria y ahora asiste a la universidad Weber State. Aunque no está seguro de su titulación final “mi corazón me dice que ayude y sirva a los demás”, dijo Aikuli, agregando que cuando llegó no sabía ni el alfabeto. 
“El poder haberme graduado de la preparatoria y el asistir a la universidad han sido unas bendiciones y seguiré luchando fuerte para salir siempre adelante… realmente agradezco y aprecio a CCS. No sé qué hubiera sido de mí y no sé qué más decir de CCS tan solo gracias. Cada día de mi vida me siguen ayudando”.
Así mismo, Tami Bernstein pudo seguir con su educación gracias al DDD. Director de formación religiosa de la parroquia de Saint Thomas More, Bernstein fue certificado como ministro eclesial laico a través del programa de formación diocesano, para entonces en el 2014,  conseguir una maestría del ‘Catholic Theological Union’  
“Sin la ayuda del DDD nunca podría haber tomado esos cursos”, dijo Berstein. 
“Después de la graduación no podía esperar poner en acción mi educación para la Gloria de Dios… estoy muy contento de poder contar con el conocimiento y los recursos que me ayudan a realizar mi trabajo. Sé que hay muchas personas que como yo quieren ayudar a la Iglesia manifestando el Reino de Dios. Oro para que el DDD pueda seguir apoyando a los laicos en esto”. 

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