Centro Newman: comprometidos con los sin techo

Friday, Aug. 22, 2008
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?Cualquier cosa que hagas por aquellos que se encuentran necesitados o en una mala situación, te bendecirá?, dijo Richard Green. Green y su familia son voluntarios para Family Promise, un programa que ayuda a las familias sin techo a ser nuevamente autosuficientes . IC foto por Priscilla Cabral

SALT LAKE CITY — El centro Newman de Santa Catalina de Siena es un ministerio vibrante para los estudiantes y la comunidad de la Universidad de Utah, y otros que deciden integrarse a la parroquia. Está envuelto por un espíritu joven que es obvio especialmente en los cantos e himnos que cantan el coro y los feligreses, y en las famosas homilías del padre dominicano Daniel Rolland que pueden incluir un truco de magia.

Sin embargo, la parroquia es particularmente encantadora tres semanas al año, cuando la verdadera magia ocurre. Alrededor de 100 miembros de la comunidad aportan tiempo, esfuerzo y recursos para albergar y proveer comida para familias sin hogar como parte de Family Promise, una alianza de iglesias de distintas denominaciones que ayuda a estas familias a ser nuevamente autosuficientes. Sta. Catalina de Siena es la única parroquia Católica que es parte de esta alianza.

"Somos un grupo de personas maravilloso", dijo Wayne McCormick, uno de los dos coordinadores del programa en Sta. Catalina. "La parroquia, probablemente debido a su conexión con la universidad, está cambiando de gente todo el tiempo; por eso siempre tenemos personas nuevas que están dispuestas a involucrarse y a ayudar".

Family Promise ayuda a cuatro familias a la vez. Les ofrece un centro de día que está arreglado como una casa, y en el cual las familias pueden lavar su ropa, bañarse, tener acceso a computadoras, y comer. También les provee servicios de transportación, y una dirección y número telefónico fijos que pueden usar en las aplicaciones de vivienda y trabajo, al igual que para recibir correo y registrar a los niños en escuelas del área. El centro opera de lunes a viernes de 8 de la mañana hasta las 4 de la tarde.

Cuando el centro de día cierra, las familias son llevadas a una de casi 20 congregaciones participantes, las cuales les reciben dos o tres semanas al año durante las noches, los fines de semana y días feriados. Ahí, sus anfitriones les tienen cuartos con camas y ropa blanca, les sirven comida y preparan actividades.

"Pero no los tratamos de convertir. Les dejamos saber que son bienvenidos a participar en los servicios, pero que no requerimos que asistan", dijo Tony Milner, director del programa.

Para Barbara Sullivan, su trabajo como voluntaria para Family Promise es una oportunidad para demostrar su fe por medio de acciones y para practicar la compasión. "Tenemos que entender que estas personas no están sin hogar porque así lo quieren. Escuché que la mayoría de nosotros estamos a dos pagos de serlo", dijo Sullivan.

Otros voluntarios coinciden en que Family Promise les ha cambiado la manera de pensar de los sin techo.

"Están esperando ver lo que sale en la televisión", dijo Milner. "Los sin techo que están todos desarreglados en las calles conforman sólo el 10% de la población sin techo".

De hecho, las familias con niños son el segmento con más alto crecimiento de la población sin techo en los Estados Unidos. Alrededor del 60% de los visitantes de Family Promise son niños. "Me parte el corazón", dijo Sullivan respecto a estas cifras. "Como adultos, tenemos la responsabilidad de encargarnos de los niños de nuestra comunidad", añadió.

"Este es un programa único porque en él tratamos de mantener a la familia como una unidad", dijo Milner. "Tenemos un enfoque de justicia directo que va en línea con los mandamientos. Se podría decir que María y José eran personas sin hogar; estaban buscando refugio", dijo.

Los beneficiarios de este programa no sólo incluye a los huéspedes, sino también a quienes les sirven. "Cualquier cosa que hagas por aquellos que se encuentran necesitados o en una mala situación, te bendecirá", dijo Richard Green.

Green y su familia han sido anfitriones, con algunos años sabáticos, desde hace seis años. "Disfruto ser una cara amigable. También el compañerismo con las familias", dijo Green.

"Este es un gran programa porque puedes compartir con personas que han tenido una experiencia traumática en sus vidas y puedes proveerles cuando menos tres meses de estabilidad, comodidad y consejería", dijo McCormick.

Los huéspedes de Family Promise participan en un programa de administración intenso y personalizado para el que se proponen metas de empleo, habilidades de vida, presupuesto y vivienda. Después de su experiencia en el refugio, Family Promise sigue apoyando a estas familias a través de un programa de mentores.

"Los mentores son voluntarios entrenados que serán una influencia positiva en sus vidas y que nos mantendrán en contacto con ellos", dijo Milner.

De acuerdo con Family Promise, el 38% de personas que alquila en Utah no puede pagar una vivienda con dos recámaras al precio de mercado ( aproximadamente $585 al mes). Para ayudar a las familias que se han graduado del programa, Family Promise les ofrece la renta de tres apartamentos a bajo costo en el mismo edificio en el que se encuentra el centro de día.

"Amo el programa porque tratamos de hacer todo muy cómodo, seguro y acogedor para ayudarles", dijo Milner.

"Creo que todos estamos contentos de ayudar a aquéllos que quieren ayudarse a sí mismos", dijo McCormick. "Nunca me preocupo por si va a haber voluntarios; supongo que los va a haber. Yo sé que la comunidad lo hará".

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