SALT LAKE CITY – Más de 700 muertes, saqueos, y daños incalculables, ese es el estado actual de Chile a casi una semana del terrible terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter que sacudió al país. Este país esta acostumbrado a los temblores, los cuales han dejado miles de muertes a lo largo de su historia. En el pasado ciudades han sido destruidas, pero este evento reciente ha creado una gran responsabilidad para los grupos de emergencia y para los católicos. "Esto es una catástrofe", dijo el Obispo Alejandro Goic Kamelic de Racagua, quien es el presidente de la conferencia de obispos chilenos. "Sentimos el dolor de nuestros hermanos y hermanas quienes han perdido la vida, y rezamos por sus familias y por sus amigos y por aquellos que han perdido todas sus poseciones por las que han trabajado toda su vida". En Utah existe una gran comunidad de chilenos. Karla Castro, una chilena quien junto a su esposo y a una bebe han vivido desde hace siete años en Uta, dijo que se ha encontrado extremadamente preocupada por el bienestar de su familia y amigos en su tierra natal. "Gracias a Dios el domingo por la tarde recibí un correo electrónico de nuestros familiares diciendo que estaban bien", señaló Castro, quien es una feligres de la catedral de la Magdalen. " Mi familia ha tenido que pasar las noches durmiendo en sus coches ya que las autoridades les dijeron que debido a las fuertes réplicas sísmicas era inseguro permanecer en su edificio". El terremoto de 8.8 grados afecto al país a las 3:34 a.m. hora local el 27 de febrero. En los días siguientes sucedieron 150 replicas de más de 5.5 grados. "Me asuste mucho cuando supe la intensidad del temblor y automáticamente trate de contactarme con mis seres queridos, y como eso me fue imposible me puse a rezar", dijo Castro, agregando que espera que las personas recen por aquellos chilenos damnificados de alguna manera. "Nos encontramos en un estado de emergencia como el que nunca se había visto en la historia de Chile. Hemos firmado junto con el ministro del interior y el minsitro de defensa un decreto de emergencia nacional", dijo a la prensa la presidenta de Chile Michelle Bachelete. La mayoría de las muertes que se han presentado han sido en la región de Maule localizada aproximadamente a unas 200 millas de Santiago, la capital de Chile. El 28 de febrero después del rezo del Angelus el Papa Benedicto XVI dijo "Me encuentro en oración por las víctimas y estoy espiritualmente cercano a aquellos afectados por esta seria catástrofe. Por todas aquellas personas, le pido a Dios que les de alivio a su sufrimiento y coraje ante esta adversidad". La organización de alivio católico internacional Caritas, la cual brinda asistencia a los más vulnerables en nombre de los católicos alrededor del mundo, ya ha comenzado los esfuerzos de alivio en Chile. El Cardinal presidente de la organización, Oscar Rodriguez Maradiga, dijo "Chile ha sido afectado por una terrible catástrofe", "la confederación de Caritas estará ahí para apoyar a los sobrevivientes en esta fase inicial de la respuesta de emergencia como parte de la reconstrucción del país". Caritas se encuenta en 23 diócesis y arquidiócesis ubicadas en Chile ya se han mobilizado para apoyar a las parroquias. Estas se encuentran localizadas en Antofagasta, La Serena, Santiago, Concepción, Puerto Montt, Arica, Iquique, Copiapó, San Felipe, Valparaiso, Melipilla, San Bernardo, Rancagua, Talca, Linares, Chillán, Los Angeles, temuco, Villarica, Valdivia, Osorno, Ancud y Punta Arenas. Con información de Catholic News Services and caritas.org @ @
Stay Connected With Us