Dan bienvenida a cambios en el proceso de anulación

Friday, Sep. 18, 2015
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducido por: Laura Vallejo
SALT LAKE CITY — El Padre Langes Silva, Vicario Judicial y Vice-Canciller de la Diócesis de Salt Lake City dijo que los cambios a los procedimientos de la Iglesia Católica para el proceso de anulación podrían llegar a afectar a más del 75 por ciento de los casos formales que se presentan en el tribunal de la Diócesis de Salt Lake City
El 8 de septiembre el Vaticano dio a conocer  “motu proprio” (documentos vaticanos) así como un número de cambios al proceso de anulación de la Iglesia. Los documentos, el  llamado Mitis Iudex Dominus Iesus (que significa El Señor Jesús, un juez manso), establece reformas al Código de Derecho Canónico del Rito Latino. Y, el segundo, Mitis et misericors Iesus (Jesús, manso y misericordioso), introduce cambios en el Código de los Cánones de las 23 iglesias orientales católicas vinculadas con Roma, lo cual refleja ‘la compasión del Papa Francisco”, dijo el Padre Silva.
“Nos está animando a acercarnos con Misericordia a las personas, con bondad, con compasión y uno puede ver esto en todo lo que el hace; esto no es diferente con la ley canónica”, dijo el vicario judicial, quien estima que cerca del 75 por ciento de los más de 150 casos que se reciben cada año en el tribunal diocesano serán legibles para este nuevo proceso.
La anulación es una declaración hecha por la Iglesia de que un matrimonio es inválido debido a que una o ambas partes tienen impedimentos que obstaculizan la unión sacramental o que fue afectada por un defecto en el consentimiento otorgado por uno o por ambas partes. Esto es diferente de un divorcio civil el cual “cubre aspectos prácticos de la vida conyugal, como los hijos y el apoyo económico”, dijo el Padre Silva.
Aunque los cambios agilizarán el proceso de anulación “la doctrina principal de la Iglesia, la cual es la unidad e insolubilidad del matrimonio, no ha cambiado”, dijo el Padre Silva. “Sin embargo la Iglesia ha abierto los ojos para ver que … algunas personas ingresan al matrimonio sin cumplir todos los requisitos para que un matrimonio sea válido”.
Para que un matrimonio pueda ser anulado, debe comprobarse que una o ambas partes ingresaron a la unión con nulidad. Entre los impedimentos para invalidar un matrimonio están el que si una o ambas partes ingresaron al mismo libremente, si tenían la edad adecuada, si estaban preparados psicológicamente para el matrimonio y si ingresaron al mismo voluntariamente.
También, “tienen que tener la intención de estar abiertos a tener hijos, a ser fieles y a permanecer casados para siempre. Si alguna de esas intenciones no estuvieron presenten al momento de la celebración, entonces el matrimonio es necesariamente inválido”, dijo el Padre Silva.
“La causa más común hoy en día es que las personas se casan, pero no sienten que esto es para siempre; solo ven al matrimonio como algo temporal… si una persona se casa con esa mentalidad, es ahí cuando otra situación irregular puede estar a favor en el caso de una anulación futura”.
El actual proceso  en los Estados Unidos – los cambios a la promulgación entrarán en efecto a partir del 8 de diciembre – requieren que una decisión inicial positiva para la anulación sea emitida por un solo juez y una solicitud de apelación sea procesada por un panel de tres personas. Con ese cambio, si ninguna de las partes del matrimonio se oponen a la decisión positiva inicial, esto se convierte en ejecutiva 30 días después de la resolución.
Las apelaciones permanecen como parte del proceso; si una de las partes elije oponerse a la decisión afirmativa, tienen el derecho a hacerlo. “Esos casos nunca serán procesados en un proceso corto”, dijo el Padre Silva.
Otro de los cambios significativos en el proceso es la opción de que un proceso de 45 días está disponible en caso de que ambas partes en el matrimonio estén de acuerdo con la anulación “y los hechos son muy claros de que hay hechos contundentes que apoyan la invalidez del matrimonio”, dijo el Padre Silva.
Un tercer cambio en el proceso de anulación es que el primer tribunal que revisa el caso estará formado por un solo juez en lugar de tres jueces. Este cambio no es nuevo en los Estados Unidos ya que la mayoría de los Tribunales de Primer Instancia dan su decisión emitida por un solo juez como lo es en el caso de la Diócesis de Salt Lake City.
Mientras que el Papa recomienda que el proceso de anulación sea sin costo alguno, el Padre Silva dijo que él recomienda que el proceso en la diócesis siga teniendo un costo de $225 dólares para casos formales; de esta manera esto es “un símbolo de que las personas están comprometidas al procedimiento” aunque una dispensa puede ser solicitada en el caso de adversidades. En esta referencia normas particulares serán implementadas en los tribunales de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.
“Las cuotas que el tribunal colecta no cubren ni el 40 por ciento del costo del tribunal”, dijo el Padre Silva.
Si una persona desea solicitar una anulación dentro del nuevo proceso el Padre Silva recomienda que el sacerdote de la parroquia o los diácono permanentes, preparen los casos y sirvan como defensores canónicos, “presentando un caso sólido desde el principio”, claramente subrayando los hechos que apoyan la invalidez del matrimonio.
El Padre John Evans, párroco de la Iglesia de Saint Thomas More, dijo que el le da la bienvenida a los cambios en el proceso de anulación.
“Como párroco y como sacerdote es importante ayudar a que todos puedan vivir su fe totalmente”, dijo el Padre Evans. “Para aquellos con lazos matrimoniales pasados y que se han vuelto a  casar a fuera del sacramento esta es una gran oportunidad para trabajar hacia la reconciliación y hacia la comunión total”.
El Padre subrayó que el hecho de que la apelación mandataria haya sido quitada no disminuye los requisitos para solicitar una anulación, pero permite que los casos formales sean resueltos más rápidamente.
“El año pasado, completé más de 20 acciones canónicas con respecto a anulaciones, ahora mismo tengo otras 15 más sobre  mi escritorio. La cantidad de energía que se invierte en cada anulación es significativa, “pero vale la pena cuando se recibe una decisión afirmativa”, dijo el Padre Evans. 
“La alegría de una persona que ha estado esperando por dos años para poder ser bautizada y ser Católico, la euforia de las parejas fuertemente enamoradas y que se casaron civilmente hace más de 25 años y ahora será sacramental, la gratitud de recibir la pregunta y la alegría de aceptar la oportunidad de poder ser el padrino de bautizo de tu sobrina, es ahora posible. No estoy muy de acuerdo con todos los requisitos administrativos de las anulaciones, pero acepto con mucha alegría y considero un privilegio el poder ayudar a quienes necesitan poder vivir mejor su fe, poder vivir mejor en el Cuerpo de Cristo y poder vivir mejor en total comunión”.

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