La decisión de la Corte Superior de justicia con respecto a la decisión ‘Defense of Marriage Act (DOMA)’ es decepcionante. Mientras que las leyes civiles establecen los estándares sociales de conducta, también debemos considerar las leyes naturales, la ley moral y la revelación divina. Es de esas fuentes de sabiduría y gracia que nosotros los católicos entendemos que el Matrimonio entre un hombre y una mujer es un regalo para la humanidad. La bendición de tal matrimonio no puede ser legislada, litigada o cambiada por las autoridades civiles. Reconozco que hay quienes están en desacuerdo con la definición tradicional de matrimonio y que sus vidas están afectadas por las decisiones tales como la hecha en la Suprema Corte de Justicia. Al mismo tiempo, afirmo que el matrimonio es un don para la humanidad precioso y sagrado, un don que es inviolable e inalterable, que el Creador nos da para el bien de los individuos, de la familia y de la totalidad de los seres humano, todos creados a imagen y semejanza de Dios.
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