Diácono Christopher Gray

Intermountain Catholic

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Dios me ha llamado a una vida de servicio para su pueblo; el 4 de octubre del pasado año la Iglesia confirmó mi vocación con mi ordenación al diaconado. Espero con ansias mi ordenación al sacerdocio programada para el 29 de junio del 2013, un momento decisivo en el camino que me ha llevado a estar más cerca de la vocación que Dios ha elegido para mí, más cerca al hombre que debo de ser, y particularmente más cerca a Jesucristo, del cual sacerdote me convertiré.

El sacerdote, quien es un ministro del mundo, de los sacramentos y un instrumento de la verdadera comunión, debe siempre regresar a la adoración del divino y dirigir esa orientación a todos. En la cúspide del comienzo para compartir en esta vocación particular, veo que esto solo puede ser posible a través de un vivir de la vocación deliberado y constante, siendo todo el tiempo portador de la presencia de Cristo en las acciones ordinarias y en las tareas diarias.

Esperando mi sacerdocio, me motiva un deseo fundamental: que todas las personas amen a Cristo. Esto no es una mentalidad ideológica forzada; sino natural, de unificación dentro de la iglesia en moción del Espíritu Santo. Mis años de preparación para el sacerdocio han estado basados en aprender a seguir las motivaciones del Espíritu, un trabajo que es esencial para en un futuro seguir las acciones del Espíritu

Frecuentemente oro para ser más humilde, para ser más amoroso, para ser más obediente ya que quiero ser un mejor discípulo del Señor. Quiero ser un sacerdote que es para otros y está en otros; para esto he prometido obediencia, castidad y oración, distintivos de la vida sacerdotal que pronto compartiré con los sacerdotes de la Diócesis de Salt Lake City.

El Diácono Christopher P. Gray se encuentra en la Universidad Pontificia Laterana en Roma, en donde obtendrá un título elevado en Cristología.