El Divorcio y las bodas en la Iglesia Católica

Friday, May. 23, 2014
By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — La discusión acerca del divorcio y de una nueva boda en la Iglesia Católica es un tema sensitivo cuyos malentendidos pueden entenderse mediante las enseñanzas de la Iglesia en esta área.
El Padre Langes Silva, Vicario Judicial y Vice-Canciller de la Diócesis de Salt Lake City, dijo que dependiendo de las circunstancias las personas que han ya han sido casados anteriormente pueden llegar a casarse dentro de la Iglesia Católica, pero procedimientos canónicos deben de ser seguidos para disolver el primer matrimonio (o los matrimonios anteriores) o para ser declarados inválidos.
“Es un mito que no se requiere de una anulación formal si un católico bautizado no se ha casado en la Iglesia”, dijo el Padre Silva, pero una declaración de invalidez o de menos grado debe de ser otorgada por el Tribunal para que la boda sea oficial y válida.
En ocasiones, en lugar de un proceso formal de nulidad, las personas pueden calificar para otro tipo de procedimientos administrativos tales como el ‘decree of lack of form’ , ‘Pauline Privilege of the Faith’ (Privilegio Paulino) o una declaración de nulidad debido a algún impedimento canónico.
En todos los casos cuando una de las partes de la pareja pertenece a una religión que no es la Católica se debe de obtener una ‘Dispensation of Disparity of Worship ‘ (Dispensación de Diferente Fe).
Si la persona que estuvo anteriormente casada fue bautizada católica y solo se casó por una ceremonia civil, él/ella puede, a través de un proceso llamado ‘ lack of form’, obtener el consentimiento en lugar de una  anulación. 
Él/ella debe de primero obtener un decreto de  “lack of canonical form” para verificar que el matrimonio anterior está de acuerdo con el criterio en donde se demuestra que el matrimonio no existió, no fue válido, y que ninguna de las partes está enlazada a la unión.
Tres son los elementos que se deben de comprobar:
•Se debe demostrar que al menos uno de los contrayentes fue obligado a llenar la formas canónicas al momento de la boda; esto se comprueba mandando el certificado de bautismo de la  parte(s) católica que  sea expedido  durante  seis  meses  anteriores anteriores a la presentación del documento.
•Se debe demostrar que el matrimonio en cuestión no fue celebrado con la dispensación de una forma canónica del obispo; y
•Se debe comprobar que la ceremonia original no católica no fue validada después (bendecida) en una ceremonia católica o sanada por la correcta autoridad de la Iglesia 
El proceso formal de nulidad de matrimonio es requerido si la o las partes fueron casadas dentro de una Iglesia o si el/los no católicos bautizados fueron casados en sus propias iglesias o en ceremonias civiles. Sin embargo “cuando la parte no católica decide convertirse en católica, en algunas circunstancias se puede aplicar el Privilegio Paulino si es que la persona nunca ha sido bautizada”, dijo el Padre Silva.
El privilegio Paulino es una disolución de un matrimonio no sacramental entre dos personas no bautizadas una de las cuales después se convirtió al catolicismo.
El privilegio Paulino también se puede usar para disolver un matrimonio entre miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, ya que la Iglesia Católica no reconoce el bautismo mormón.
El Padre Silva dijo que existen una serie de razones llamadas ‘Normas Canónicas’ para obtener una anulación en la Iglesia Católica.
“La más común es una realidad actual en los Estados Unidos llamada ‘lack of discretion’ la cual es un término que se refiere a la inmadurez de una de las partes o de ambas”, dijo el Padre. “Cuando uno o ambos partes de la pareja eran muy jóvenes cuando contrajeron nupcias, o si todavía dependían de sus padres, o si uno estaba esperando a un hijo, son algunos de los ejemplos entre los factores con los que se podría considerar la inmadurez”.
Otro de las razones es cuando una o ambas partes han sido afectadas por enfermedades mentales al momento del enlace matrimonial, tales como la esquizofrenia o la incapacidad de asumir totalmente las responsabilidades del matrimonio.
“Si la persona puede comprobar que estuvo afectada por esto en el momento del matrimonio a través de testigos y de declaraciones y evaluaciones psicológicas, estos pueden ser terrenos para una anulación”, dijo el Padre Silva.
El Tribunal de Justicia cuenta con expertos para realizar tales evaluaciones. No son “pruebas psicológicas exhaustivas es más como un tipo de consejería pastoral; las personas no deben de asustarse”, dijo el Padre Silva.
El Padre Silva dijo que la Diócesis de Salt Lake City procesa cerca de 150 solicitudes de nulidad al año, de ellas por lo menos 100 obtienen un decreto de invalidez (anulación).
El Padre Silva dijo que cuando  una pareja considera el matrimonio dentro de la Iglesia Católica, aquellas personas que se han casado anteriormente deben primero contactar a su párroco, quien los ayudará en la preparación de sus casos y con los procedimientos a través de Tribunal Diocesano. A través de los párrocos y de los diáconos permanentes el Tribunal esta siempre listo para asistir a las personas en la diócesis.
“Trabajamos muy de cerca con los diáconos permanentes”, dijo el Padre Silva. 
“Ellos son hombres casados o que por lo menos han estado casados y algunos han vivido el proceso de anulación, otros tienen títulos profesionales y saben tratar con casos médicos o psicológicos, por lo que son capaces de explicar más entendiblemente los procesos a las parejas”, dijo el Padre Silva.
Para mayores informes las personas pueden acudir a http://www.dioslc.org/ministries/tribunal

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