El Padre Barrera es el nuevo administrador de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en SLC

Intermountain Catholic

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El Padre José Fidel Barrera-Cruz

SALT LAKE CITY – El Padre José Fidel Barrera-Cruz ha sido asignado como el administrador de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Salt Lake City.

El Padre Barrera nació y creció en El Salvador. Desde pequeño sintió el llamado al sacerdocio ya que cuando asistía a Misa la disfrutaba plenamente y con el paso de los años desarrolló una gran admiración por los sacerdotes. Ha servido en la Diócesis Católica de Salt Lake City desde el 2008.

Su primera asignación en Salt Lake City fue en la Iglesia de Santa Teresita del Niño Jesús en Midvale en donde sirvió del 2008 al 2009. Después regresó a El Salvador por dos años para a su regreso a Utah ser asignado a la parroquia de Santa Rosa de Lima en Layton. En el 2011 fue asignado como Vicario Parroquial a la Iglesia de Cristo Rey en Cedar City.

El Padre Barrera dijo que le gusta servir en Utah ya que además de haber encontrado a una comunidad muy amorosa que se convirtió en su familia también ha descubierto que el Reverendísimo John C. Wester, obispo de Salt Lake City ofrece gran apoyo a los ministerios.

"Me gusta mucho estar aquí, y el Obispo Wester nos apoya mucho. "Dios siempre tiene un plan y estos se manifiestan a través de nuestro Obispo".

Desde el mes de abril, en su nueva asignación el Padre Barrera ha estado trabajando muy duro con la comunidad de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.

"Cuando me dijeron acerca de esta nueva asignación lo primero que pensé ‘cómo se lo voy a decir a la comunidad [que entonces servía]’", dijo el Padre Barrera refiriéndose a la comunidad en Cedar City y las misiones que se han convertido en una extensión de su familia.

"Era una comunidad pequeña pero compartimos muchos momentos juntos", dijo el Padre Barrera.

Después de su llegada a Salt Lake City, el Padre dijo que se sorprendió muy placenteramente al ver una comunidad estable en la que los feligreses prestan muchos servicios y trabajan muy duro.

"La comunidad me recibió muy bien y ha sido maravilloso el ver el trabajo que los sacerdotes anteriores han realizado en la parroquia", dijo el Padre Barrera. "La comunidad tiene un corazón muy grande lleno de espiritualidad y cristiandad".

El Padre considera que su reto es poder continuar con el trabajo y el legado de servicio de la comunidad.

"Estoy muy contento. Sigamos el buen trabajo y la alegría, esperanza y fe ya que todavía hay mucho por hacer", dijo el Padre Barrera.

"Vivan su fe, celebran el Evangelio en armonía y paz y trabajemos en unidad y con solidaridad. Dios toca nuestros corazones para que tengamos la fuerza para ayudar a toda nuestra comunidad".