El padre Pudota regresa a Wendover

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padre Shouraiah Pudota

Traducción: Laura Vallejo

WENDOVER — El padre Shouraiah Pudota, quien del 2003 al 2007 sirvió como administrador de la parroquia de San Felipe en Wendover, ha regresado a la Diócesis de Salt Lake City para una vez más guiar a los feligreses de esa parroquia.

El padre Pudota dijo que su regreso ha sido por la Divina Providencia.

“Estoy muy agradecido con Dios y con la diócesis y con todas las personas que he conocido durante los últimos 20 años,” dijo el padre. “Nunca me imaginé regresar a esta parroquia, es una gran bendición.”

El padre Pudota nació y creció en Andhra Pradesh, India. Su familia vive a solo 100 pies de la Iglesia Católica local. El padre dijo que su inspiración en su vocación fue por los sacerdotes Jesuitas quienes servían en la parroquia y en el seminario en donde sus hermanos y primos asistían a la escuela.

Fue ordenado al sacerdocio el 21 de marzo de 1979, y comenzó su ministerio en la Diócesis de Guntur en

Andhra Pradesh. 10 años después fue invitado a servir en Argentina con las Hermanas Misioneras de  

St. Charles Borromeo Scalabrinians, quienes le dijeron de la gran necesidad de sacerdotes en el país Suramericano.

Durante su tiempo en Buenos Aires, el padre se fami-liarizó con quien seria el actual Papa Francisco, entonces Obispo Jorge Bergoglio y después Cardenal Bergoglio. El padre tuvo varias oportunidades de concelebrar Misa con el actual Papa así como de participar en retiros y compartir comidas con él. El padre Pudota recuerda al entonces Obispo Bergoglio como una persona humilde, amistosa y con un sello para la evangelización.

“Su ministerio era mayormente llevar al Pueblo de Dios hacia Cristo,” dijo el padre Pudota. “Su habilidad de conexión con la congregación a través de su simplicidad y sofisticación siempre me impactaron. De alguna manera sus interacciones carismáticas con las personas mostraban la sencilles y sofisticación de un párroco Jesuita maduro. Su amor por los pobres, los desaventurados, los vulnerables, era legendaria. Todos podían ver a Cristo en los pobres a través de Bergoglio quien fielmente los servía.”

El padre Pudota realizó ministerio en Argentina de 1989 al 2003. Después del fallecimiento de su padre, decidió hacer un cambio y escribió una carta a la Diócesis de Salt Lake City para ver si podría servir aquí. Poco después fue invitado por el Reverendísimo George F. Niederauer, octavo Obispo de Salt Lake City, quien después fuese el Arzobispo de San Francisco, a servir como administrador de la parroquia de San Felipe.

Durante su tiempo en Wendover el padre Pudota ayudó con la construcción de la parroquia, trabajó para ver establecido un Consejo de los Caballeros de Colón en la misma, motivó la vocación a Nuestra Señora de Guadalupe e instaló el Camino de la Cruz al aire libre en el cual las cruces de madera miden 15 pies de altura. En el 2007, por la invitación del Arzobispo Niderauer, el padre Pudota se mudó a la Arquidiócesis de San Francisco. Allí sirvió en varias posiciones hasta que el 1 de julio de este año se retiró.

El padre Pudota había planeado retirarse en la India, pero la pandemia se lo hizo imposible. Mientras que esperaba que la situación mejorase visitó a sus buenos amigos, el padre Ken Vialpando y Monseñor J. Terrence Fitzgerald, en la Diócesis de Salt Lake City.

Durante su visita el padre Pudota casualmente le dijo al padre Vialpando que algún día quisiera regresar a Utah.

A penas había desempacado de su viaje y aun esperando su regreso a la India, a finales del mes de agosto recibió una llamada del padre Vialpando.

“Te necesito aquí en Wendover, por favor ven,” recuerda El padre Pudota. “Cancelé mis boletos, mis viajes, mis planes y le dije OK este es realmente un llamado divino y Dios me está llamando,” así es que dije OK allí voy.”

El padre Pudota, quien ha estado en Wendover desde el 16 de agosto, dijo que la transición ha sido fácil. El padre ya conoce a la mayoría de los feligreses y miembros de la comunidad y no ha tenido problema en ponerse al tanto con los programas establecidos desde hace más de 15 años. Está muy contento de poder seguir con la misión y constru-cción de la parroquia.

“Es inusual para un sacerdote regresar a una parroquia,” dijo el padre Pudota. “Ese es un símbolo de como Dios me está llamando a ser testigo en esta tierra, un testimonio muy poderoso. Voy a dar el mejor ejemplo que pueda del amor al Pueblo de Dios.”

El padre Pudota expresó su gratitud a los miembros del clero quienes han servido en la parroquia en los últimos 15 años.

“El crecimiento de esta es evidente, también lo es su arduo trabajo,” dijo el padre.

El padre Pudota dijo que no existe un tiempo límite para su servicio en Wendover; espera poder seguir sirviendo tanto como su salud se lo permita. También dijo que estima mucho a sus feligreses, su trabajo y su dedicación y las vidas que llevan en esa pequeña cuidad de casinos y en ese desierto.

“Es nuestra responsabilidad como Iglesia darles consuelo y confort después de un día de trabajo,” dijo el padre. “Es así que las puertas de la parroquia siempre están abiertas; es una hermosa manera de invitarlos a la oración.”