La 10ma. 'Bishop's Dinner' tiene como orador al Arzobispo Niederauer

Este año el evento, al cual asistieron cerca de 600 personas, recaudó fondos para proyectos tales como la mejora del sistema para discapacitados así como una mejora para el sistema telefónico.

El orador principal del evento fue el Arzobispo emérito de San Francisco, George H. Niederauer, quien fuese el 8avo. Obispo de Salt Lake City.

Presentando a su antecesor, el obispo John C. Wester dijo que el Arzobispo vive su moto "de servir y dar".

"El Arzobispo Niderauer ha sido un gran amigo tanto para mí como para va-rios de los que aquí se encuentran, para muchos en nuestra Iglesia y más allá de los Estados Unidos", dijo el obispo Wester. "Su servicio es inigualable, y nadie nos ha dado tanto como él. Estoy muy orgulloso de ser su sucesor, y es un honor el darle la bienvenida esta noche al nuestro ‘Bishop’s Dinner’".

El Arzobispo Niederauer dijo que su moto se basa en un pasaje del Evangelio en donde Jesús les dice a los apóstoles que "quien quiera ser el primero entre todos será el esclavo de todos, porque el Hijo del Hombre no vino a que lo sirvan sino a servir…"

El arzobispo dijo que por siglos este mensaje ha sido un reto para los líderes católicos, incluyendo los obispos y por extensión para la Catedral, la cual es la Iglesia principal de la diócesis, en la cual el obispo tiene su base, su símbolo de autoridad.

"Si la Catedral es la primer iglesia de la diócesis, entonces es inherente que la Catedral es básicamente una iglesia de servicio para la diócesis. Las virtudes que caracterizan a un buen obispo, también caracterizan a una buena catedral entre ellas el coraje, fidelidad y fuerza, la solicitud pastoral, el alcance pastoral y la acce-sibilidad.

"El obispo necesita ser un líder en la oración y en la devoción, así como un buen orador y maestro del Evangelio. Necesita ser humilde, no insistente al principio, siempre el último en sus derechos y prerrogativas. El obispo debe preocuparse por toda la comunida de los hijos de Dios, no sólo por los miembros de su iglesia. Necesita coraje y paciencia ante la adversidad y los adversarios", dijo el arzobispo Niederauer.

El Arzobispo dijo que así mismo, la catedral guía con ejemplo, con las ejemplares liturgias no sólo en ocasiones especiales sino a diario y durante las ce-lebraciones de los domingos.

El programa del Buen Samaritano de la Catedral de la Magdalena, el cual sirve a los pobres y sin hogar, y su música litúrgica y su coro de la escuela se complementan uno al otro, y retan a que los grupos se apoyen unos a otros uniéndose para las actividades de los otros "demos-trando que un sólo testimonio conjunto es mayor que la suma de sus partes", dijo el Arzobispo.

En el mundo de hoy enfatizando sus valores seculares "solo con ser, y seguir siendo, la Catedral de la Magdalena está ubicada en medio de la iglesia local y la comunidad para unir a el Pueblo de Dios en oración, para entonces proclamar la Palabra, enseñar la fe, y entonces llevarlos juntos a servir al mundo, siempre predicando el Evangelio y como San Francisco de Asís dijo tan bien ‘cuando sea necesario usando palabras’", dijo el Arzobispo Niederauer.

En sus remarcaciones finales las palabras del obispo Wester hicieron hincapié en las del Arzobispo, ya que dijo que la Catedral de la Magdalena es un símbolo de muchas cosas: del amor pro-videncias de Dios, de la Iglesia universal, de la comunidad católica sirviendo al pobre y de la belleza.

"Todo esto posible gracias a ustedes y a muchos más, en el pasado, presente y futuro, a quienes la Catedral de la Magdalena les importa tanto lo que es como lo que hace", dijo el obispo Wester.