La clase 1997 de diáconos celebra su 15 avo aniversario

Intermountain Catholic

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Diácono Héctor y Vita Mota

SALT LAKE CITY — El 30 de noviembre se marca el 15 avo aniversario de la celebración oficiada por le obispo George Niderauer en la Catedral de la Magdalena de la ordenación de dieciséis hombres que participaron en el programa de formación de diáconos.

De los miembros originales de la clase, dos han fallecido y cuatro se han mudado de Utah.

Los diáconos que todavía están activos en la Diócesis de Salt Lake City son Mark Allan Bourget, Michael Bulson, Richard Huffman, Phillip O. Johansson, Sefo Manu, Andrew C. Montoya, Hector Mota, Mario A. Rodriguez y Rubel J. Salaz.

Mientras que el diaconado tiene sus orígenes en la antigua Iglesia y floreció durante los primeros cuatro siglos, estuvo en decadencia hasta el Concilio Vaticano Segundo en donde se restauró el diaconado como un ministerio permanente de la Iglesia "básicamente para restaurar la Iglesia al completo complemento de los ministerios apostólicos activos, y secundariamente para servir mejor las necesidades de las personas", dijo Monseñor Colin F. Bircumshaw, Vicario General de la Diócesis de Salt Lake City. "Creo que es muy importante recordar que el diaconado tiene un carisma especial y un propósito en la iglesia – el ministerio del servicio. No es solo una manera de ayudar a llenar temporalmente la falta de las vocaciones sacerdotales".

Los diáconos dirigen el servicio de la iglesia al laicado. Proclaman el Evangelio, predican, dan voz a las necesidades de las personas en las intersecciones generales, asisten en la presentación de las ofrendas y dan la comunión. Los diáconos también pueden realizar bautismos, atestiguar matrimonios, dar unción a los enfermos y presidir funerales y entierros. Además, pueden presidir liturgias de la Palabra, guiar servicios de reconciliación no sacramentales y dar ciertos sacramentos.

Mark Bourget de la Clase 1997 ha sido diácono en la parroquia de Saint George durante 13 años. Él celebra los servicios SCAP en el Parque nacional Zion desde el domingo de Ramos hasta el mes de octubre, da ministerio a los encarcelados en la prisión Purgatory en el condado de Washington, y está presente para el Departamento del Sheriff y de la policía de St. George.

"En esas situaciones, las personas saben que de lo que quieran hablar permanecerá confidencial", dijo el Diácono Bourget. "A veces mi primer paso en la sanación es ganarme la confianza y escuchar atento a lo que me dicen. Mi trabajo es ayudar a los encarcelados a poder adaptarse a la sociedad cuando estén libres. Es muy agradable, un trabajo de agradecimiento, el ver como una persona que estuvo encarcelada se encuentra en la calle y se acerca para estrechar mi mano. Esa es la recompensa total; verlos respirar libres y darme cuenta de que no quieren regresar a la prisión".

Para Héctor Mota, su camino al diaconado comenzó en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe cuando en 1979 llegó a Utah procedente de California. El creció en una familia que creía en Dios pero no iba a la Iglesia. Una vez que llegó a Utah comenzó a asistir a la iglesia junto a su esposa, Vita, y se involucro en el catecismo de la parroquia de San Patricio.

Años después el Padre Hernando Díaz de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe le preguntó si quería considerar el diaconado. "Pensé que sería una buena manera de aprender más acerca de mi fe", dijo Mota, quien también sirve en un ministerio de prisión.

El Diácono Mike Bulson llegó a Utah hace 34 años. Feligrés de la parroquia de St. Andrew en Riverton en donde se mudó hace tres años. Antes de mudarse a Riverton, fungió como diácono y miembro de la parroquia de San José en Ogden.

"Ser diácono ha significado mucho para mí y me ha puesto en una posición en donde puedo servir en capacidades que de otra manera no podría, especialmente predicando", dijo Bulson. "He sido llamado dentro de mi capacidad diocesana y he servido dentro de las comisiones Litúrgicas y de Medioambiente y en el Consejo de Corresponsabilidad y veo esos papeles como una continuidad de lo que comenzó cuando a los 18 años me convertí [católico] y realmente me enamoré de la Iglesia".

El diácono Bulson creció en la iglesia luterana en North Dakota y fue convertido al católicismo después de que unos amigos le hablaran de este. "Realmente soy devoto de María", dijo el diácono.

"Como resultado de mi conversión, asistí a la Universidad Católica Carroll, en Helena, Montana. En lugar de la Universidad de Montana", dijo Bulson.

Mientras trabajaba en una firma de abogados en Nueva York, "sostuve varias conversaciones cuando trabajaba con personas de bajos ingresos. Hubo una oferta de trabajo en Utah que se centraba en el tema de de la justicia social representando a los marginados".

Después de trabajar con el Diácono Doug Slieger y el Padre Thomas Kaiser para mantener el Centro Sy. Ann, un centro para indigentes en Ogden, la semilla fue plantada para su diaconado.

"Vi como el Diácono Sliger fue capaz de de hacer mucho en cuanto a términos de justicia social y en su papel religioso".

Después de su ordenación, el Diácono Bulson descubrió su llamado a predicar y a enseñar. La prensa Paulist ha publicado varias de sus homilías y ha publicado tres de sus libros.