La Cuaresma nos prepara para celebrar la Resurección

Intermountain Catholic

+ Enlarge

Esta semana comenzamos la temporada Santa de la Cuaresma. Tanto Católicos y como los No Católicos se darán cuenta de que la Cuaresma comenzó cuando esta semana nos vean caminando con las cenizas en nuestras frentes y cuando se den cuenta que nuestras Iglesias tienen menos luz utilizando vestimentas púrpuras y liturgias simples y dispersas.

Los aleluyas sin sonido y la música en la iglesia son escuetos e inclusive tristes.

Esto pareciera ser un poco extraño ya que la palabra "Cuaresma" significa primavera – dicho esto, la nueva vida. Sin embrago la confusión se esclarece cuando nos damos cuenta que la Cuaresma no es una temporada independiente sino parte de una celebración mucho más grande, conocida como la celebración de la Pascua. De hecho podemos decir que cada año reservamos 90 días para celebrar los misterios de la Cuaresma. Los primeros 40 días constituyen lo que llamamos la temporada de cuaresma, que nos lleva a la Pascua misma, para entonces los últimos 50 días que constituyen la temporada de Pascua.

También podrían decir que la celebración de la Pascua – es la victoria de Cristo sobre la muerte llevada a través de su sufrimiento, muerte y resurrección – es un diamante, y cada una de las celebraciones durante los 90 días son facetas de ese diamante. Es así que el Miércoles de Ceniza, los Domingos de Cuaresma, la Pasión o Domingo de Ramos, la Misa de Bendición de los Oleos, el Jueves Santo, el Viernes Santo y el Sábado de Gloria son varias de las facetas de la gran festividad de la Pascua. Estas facetas de la Cuaresma de hecho son notablemente tristes y de penitencia, pero entonces se meten en los misterios Pascuales para entonces encontrarse inextricablemente unidas a la vida. Podrías decir que durante la Cuaresma estamos en nuestros capullos, preparándonos para brotar con Los Aleluyas el 20 de abril en el Domingo de Pascua

Así es que las personas tienen la razón cuando dicen que la Cuaresma es un tiempo sombrío, pero esto es solo la punta del iceberg. De hecho, la Cuaresma es un tiempo de oración, santidad y festejo en donde nos preparamos para celebrar la resurrección de la muerte de Cristo. Todo lo que hacemos durante estos 40 días nos prepara para levantarnos junto a Cristo acogiendo una la nueva vida que Él nos da atreves de los misterios Pascuales.

Que Dios los bendiga a lo largo de esta Cuaresma y que nos brinde las gracias que buscamos para poder celebrar los misterios Pascuales completamente.