La Diócesis celebra la ordenación al Diaconado transitorio de Jorge Martinez

Friday, Jun. 19, 2015

Laura Vallejo

Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY — El 19 de junio, Jorge Martínez Gómez,  seminarista de la Diócesis Católica de Salt Lake City fue ordenado como diácono transitorio por el Reverendísimo John C. Wester, Arzobispo de Santa Fe, quien fuera quien aceptará Martínez al seminario.

La ceremonia se realizó en la parroquia natal de Martínez, Nuestra Señora de La Asunción en Misantla, Veracruz, México.

Martínez descubrió su vocación al sacerdocio a una muy temprana edad.

“Dios puso en mi camino a un carisma que se llama Comunidades Misioneras de Vida Cristiana (CMVC). Es un carisma que esencialmente sigue un itinerario para renovar las promesas bautismales. Fue en éste carisma que descubrí la belleza de la Iglesia. En éste carisma descubrí que Dios me llamaba aún desde antes de que naciera y no estoy exagerando al decir esto. Por ejemplo, antes de empezar a leer me gustaba ver los dibujos de “Las Bellas Historias de la Biblia”, dijo Martínez.

También disfrutaba mucho cuando su mamá lo llevaba  a un pequeño monasterio en donde le gustaba contemplar las imágenes de los santos.

“Cuando tenía como 8 años, que ya podía caminar solo en la calle, me gustaba entrar al sagrario. El silencio y la paz que sentía al estar ahí dentro me extasiaban. A la edad de 12 años le dije a mi mamá que quería irme al seminario, pero ella me dijo que era yo muy pequeño que me esperara a crecer más y entonces si podría yo irme,” dijo Martínez.

Después de haber ingresado a la secundaria comenzó a hacer otros planes y dejó al seminario un poco en el olvido.

“En un retiro con las CMVC escuché el Evangelio de san Marcos que decía: “De que le sirve al hombre conocer al mundo si se pierde a sí mismo”, dijo Martínez.

Comunidades Misioneras de Vida Cristiana (CMVC) es un movimiento que enfatiza la renovación de la promesa bautismal. 

“Después escuché la voz del Papa Juan Pablo II decir: “No tengas miedo, mi padre te ama”, “Rema mar adentro”, y empecé a sentir una sed de Dios que solo se calmaba cuando estaba en la Iglesia”, dijo Martínez.

Respondiendo a ese llamado fue que ingresó al seminario.

 Nada me satisfacía, solo estar en la Iglesia.  En otro retiro un misionero laico de las CMVC hizo un llamado vocacional y yo me levanté. Sentí que esas palabras me las estaban dirigidas a mí personalmente. 

Martínez dijo que su vida como seminarista ha vivido muchos momentos de felicidad y de tristeza, “como toda la gente los vive, pero siempre con la alegría de saber que Dios está a mi lado y compartió uno de los momentos en que sintió una alegría infinita.

“Uno de los días más felices de mi vida fue cuando el monje Francisco (es el monje benedictino con el que tuve parte de mi discernimiento antes de entrar al seminario) me dijo que él daba su aprobación para que yo entrara al semina-rio. Fue como una explosión de alegría. Quería brincar y gritar de felicidad”, dijo Martínez, agregando que el seminario  ha sido un tiempo de comunión con Dios, de maduración en la fe y de saber que no es solo  una  emoción, sino un verdadero llamado de Dios a servir en su Iglesia.

Ahora después de unos días de su ordenación al diaconado transitorio, el cual es uno de los pasos finales antes de ser ordenado al sacerdocio y un tiempo en el que el diácono realiza su experiencia práctica y recibe la guía y el cuidado de los fieles en un ambiente de parroquia, Martínez dijo que ha sido una lucha.

“Por un lado está la alegría de saber que entregaré mi vida a Dios y a su pueblo. Y por otro lado el demonio me hace ver mis debilidades y me susurra que no podré, que fallaré a Dios. Pero Dios no me deja solo”, dijo Martinez

El apoyo que ha recibido en la Diócesis de Salt Lake City también ha sido muy gratificante.

“Mi experiencia en la Diócesis de Salt Lake City ha sido maravillosa. He sentido el apoyo de los padres y especialmente del Arzobispo Juan Carlos y de todos los parroquianos que he conocido. Estoy muy agradecido por todo lo que han hecho por mí. No tengo palabras para agradecer todo el apoyo que he recibido. Los llevo a todos en mi corazón,” dijo Martínez, quien regresará al seminario de Saint Patrick en Menlo Park, California para terminar sus estudios. Se espera que su ordenación sea programada el próximo año.

“Si sientes el llamado de Dios, no dudes en seguirlo. Si Dios llama, Él no te deja solo. Solo tienes que estar dispuesto a seguirlo, lo demás no importa, Dios siempre provee,” dijo Martínez.