La Iglesia de los Estados unidos celebrará ?Dos Semanas por la Libertad'

Intermountain Catholic

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A partir del jueves 21 de junio hasta el 4 de Julio, la Iglesia Católica en América celebrará ‘Dos Semanas por la Libertad’. Durante este tiempo exhorto a los católicos a agradecer por las muchas libertades que disfrutamos en este país así como agradecer a los hombres y a las mujeres que arriesgan sus vidas para proteger nuestras libertades civiles.

Como todas las libertades, la libertad religiosa no se debe de dar por hecho. Nuestra tradición americana de defender el derecho en cuanto a la libertad de religión ha beneficiado al país. Sin esta, los padres no podrían enviar a sus hijos a escuelas parroquiales, los hospitales Católicos que sirven a todas las personas sin importar los niveles de seguros no existirían, y los refugiados tendrían muy pocos lugares a los cuales acudir por ayuda para poder navegar en su nuevo hogar. Cuando se pierde la libertad, aunque sea temporalmente, el bien común sufre.

Por ejemplo consideren Indonesia. A pesar que la constitución de Indonesia protege la libertad de religión, las minorías religiosas sufren de persecuciones contínuas, incluyendo ataques físicos y quema de Iglesias, en complicidad con el gobierno. En una trágica ilustración del mes de febrero del 2011, una mafia atacó una mezquita Ahmadiyah, matando a tres hombres mientras la policía veía lo que ocurría. Los asesinos fueron sentenciados a seis meses en prisión por "asalto, provocación y tortura", pero las víctimas del asalto fueron sentenciadas a seis meses en prisión por ‘provocar violencia".

Desafortunadamente los ejemplos muy similares de vidas sin libertad de religión son muchos. Bajo el antiguo presidente egipcio Hosni Mubarak, las iglesias Cristianas fueron bombardeadas y solo podían ser reconstruidas con el permiso del gobierno.

Los cristianos que participaron en las sublevaciones que derrotaron a Mubarak siguen siendo atacados. Desde marzo del 2010, cerca de 100 mil cristianos egipcios han huido de su país escapando de la persecución religiosa.

Aquí en casa, los ataques violentos en contra de la religión son muy raros. Las directrices entre las líneas del estable-cimiento de la religión, la libertad religiosa y el gobierno suceden, pero la mayoría se arreglan sin daños en la corte o el Congreso, a pesar de que a veces las partes no están totalmente de acuerdo con los resultados de las negociaciones.

Por ejemplo, las instituciones de salud Católicas proveen cerca del 25 por ciento de los cuidados del SIDA y HIV en el mundo. Una fuente para sustentar los programas Católicos es el Fondo de Emergencia para SIDA del Presidente (PEPFAR por sus siglas en inglés). Durante el proceso de volver a autorizar el PEPFAR en el 2008, los recipientes Católicos expresaron sus preocupaciones acerca del nuevo énfasis en los anticonceptivos los cuales los harían no poder prestar sus servicios. Al final, una fuerte claúsula de conciencia en la nueva autorización permitió que tanto las organizaciones Católicas como otras pudieran seguir asistiendo a las víctimas del SIDA/HIV sin dejar de dar anticonceptivos o referir a otras clínicas para esto.

Los acuerdos del Congreso y la Corte no siempre están a favor de la religión. Un ejemplo reciente involucra el acuerdo para la protección de las victimas del tráfico de humanos, el cual da fondos a las organizaciones que apoyan a las víctimas de este tráfico. Durante varios años en América las caridades Católicas han dado ayuda legal, económica, y servicios de protección a las víctimas del tráfico de humanos con éxito.

A pesar de que el valor de estas caridades ha sido reconocido, al año pasado perdieron los contratos con el gobierno federal. La decisión de negar los fondos a las caridades no se basó en el récord de las organizaciones, el cual está marcado y calificado por las personas que toman las decisiones.

En lugar de eso la decisión se basó en la negativa de las entidades Católicas para proveer servicios de anticonceptivos y de aborto.

Mientras que las entidades que perdieron los fondos para dar servicios a las víctimas del tráfico de humanos no buscaron otras soluciones, la libertad religiosa vuelve a ser un problema en las cortes. Como se ha reportado en el Intermountain Catholic y en muchos otros periódicos, varias entidades Católicas han puesto una demanda en contra del mandato del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos el cual las obliga a que provean cobertura para anticonceptivos dentro de los planes de salud de los empleados internos.

Las preguntas acerca de los parámetros de la libertad religiosa en los Estados Unidos, vuelven una vez más a ser determinadas por los sistemas federales de la corte.

Los americanos disfrutan de la libertad de religión que sólo se pueden soñar en muchos otros países. Con esa libertad vienen responsabilidades, las cuales muchas instituciones religiosas, incluyendo las católicas, llenan a través de una amplia variedad de servicios caritativos.

Contamos con que el gobierno mantenga nuestras protecciones constitucionales, y está en nosotros el servir a la población vulnerable. Esta relación simbiótica ha beneficiado el bien común por generaciones y oramos para que las ‘Dos Semanas por la Libertad’ ayuden a que la libertad religiosa sea reconocida y sea respetada aquí y en donde exista, y que se expanda a los países que no cuentan con ella.