La parroquia de 'Saint James the Just' ora por su sanación

Intermountain Catholic

+ Enlarge

El Padre Erik Richtsteig, párroco de la parroquia católica de ?St. James the Just' en Ogden, realiza la Liturgia de Sanación en los alrededores del exterior de la parroquia. Ic Foto/Christine Young

OGDEN — El 20 de junio cerca de 200 feligreses del área de Ogden oraban salmos conforme procedían alrededor de los terrenos en las afueras de la parroquia católica de Saint James the Just, mientras el Padre Erik Richtsteig bendecía la iglesia con agua bendita durante la Liturgia de Reparación para la sanación y purificación. Los participantes oraron la Letanía de los Santos conforme entraban a la iglesia a bendecir el interior.

La Liturgia de Reparación fue llevada a cabo para purificar y sanar después de los eventos del 16 de junio en donde durante una de las misas James Evans, de 66 años de edad, fue severamente herido por un disparo. Charles Richard Jennings, nuero de Evans, enfrenta cargos por homicidio y otros cargos más en conexión con los disparos.

"Cuando Jim fue herido en la parroquia, dos de las bancas fueron dañadas y tuvimos que llamar a una compañía de limpieza de escenas de crimen, pero ese fue el daño físico", dijo el Padre Richtsteig. "Creemos que también una violación espiritual fue hecha a la parroquia y a través de nuestras oraciones es que estamos ayudando a reparar el daño".

Antes de la procesión el Padre Richtsteig dijo que "Es un poco intimidante el volver aquí, pero no tenemos nada que temer ya que la persona que le disparó a Jim está en prisión. Quiero orar por él… él es nuestro hermano. Aún más importante, Jesucristo el Señor se ha dado a nosotros y no vamos a dejar que el diablo nos aleje de nuestra iglesia. Ese día aquí hubieron muchas personas realmente muy valientes; aquellos que se hicieron cargo de las familias, niños valientes que se protegieron, hombres valientes que detuvieron al atacante y previnieron que continuara disparando y personas valientes que se hicieron cargo de Jim".

Tara Evans, la esposa de James Evans, dijo que la Liturgia de Reparación "realmente muestra la solidaridad de esta iglesia ya que las personas de aquí son cercanas y se aman los unos a los otros, y creo que es porque nuestro sacerdote cree que todos somos como una familia; el nos mantiene unidos como familia. Después del tiroteo el Padre Erick les decía a las personas lo que deberían de hacer para cuidarnos. Esta Liturgia es también una manera de cuidarnos".

Tara Evans dijo que todavía puede recordar la imagen del atacante entrando a la iglesia sacando el arma y disparando a su esposo y después apuntándole el arma a ella. "Mi reacción fue dejarme caer y cubrirme, y fue entonces cuando Paul Conway me salvó de recibir un tiro. Es mi héroe".

Conway, quien fungía como acomodador ese día, se abalanzó sobre el atacante para que este no pudiera disparar más tiros y entonces junto a otros seis hombres corrió tras de él para atraparlo. "Me gusta mucho el hecho de que la iglesia esté siendo bendecida y de que todos nos unamos en uno. Volver aquí es difícil, pero el poder caminar por la iglesia mientras es bendecida realmente ayuda".

Usualmente la iglesia es serena y tranquila "así es que me alegra que la estamos bendiciendo y purificando del demonio", dijo Emily Ann Watkins, feligrés de St. James. "Me sentía enferma desde que esto sucedió, y lo primero que hice cuando escuche las noticias fue rezar el rosario por Jim".

Sherri Hansen, feligrés de St. Joseph, dijo que ella llegó para mostrar su apoyo a los feligreses de St. James y "para mostrar a la comunidad que no tenemos miedo y no dejaremos que el demonio entre en nuestras vidas".

El Padre Richtsteig dijo que está sorprendido con la bondad de todos, con las llamadas telefónicas, los correos electrónicos y los mensajes pro Facebook que ha recibido de todo el país ofreciendo oraciones y condolencias; agregando que está agradecido por el apoyo del Padre Ken Vialpando, Párroco de St. Joseph en Ogden. El Padre Vialpando participó en la Liturgia de Reaparición.