Las celebraciones navideñas crecen en San Isidro

Intermountain Catholic

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　Familias enteras se reunieron en la Misión de San Isidro para celebrar las tradicionales posadas. Tanto grandes y chicos disfrutaron de las tradicionales piñ

ELBERTA – Por segundo año consecutivo, la comunidad Católica de la Misión de San Isidro se reunión para celebrar la tradicional posada, en la cual José y María hicieron un peregrinaje en busca de un albergue para el nacimiento de su hijo.

El número de feligreses hispano hablantes que se dieron cita en la Misión el fin de semana pasado demostró el gran crecimiento de la población hispana en Elberta.

"Hubo mucha gente y se demostró una gran cooperación entre las familias", dijo Costanza Bautista, maestra de catecismo de la Misión.

En años anteriores, las posadas eran pequeñas reuniones y básicamente eran para los niños, pero este año toda la familia participó.

La Misión también ha crecido enormemente en cuanto a las clases religiosas que allí se imparten. Entre los grupos ya establecidos está el grupo carismático y el encuentro matrimonial.

"Es una comunidad creciente", dijo el Padre David Bittmen, quien ha fungido como Pastor de la Misión desde hace tres años.

Cerca de 250 feligreses acuden a misa los domingos, algunos originarios de San Isidro y otros más de Payson, dijo el Padre. "Lo que hacemos es que a veces llevamos a feligreses de Payson(a Elberta) ya que las misas en Payson son en inglés y la que ofrecemos en San Isidro es en español".

Antes de que el Padre Bittmenn fuera nombrado Pastor de la Misión, las misas no se realizaban tan frecuentemente y en ocasiones los diáconos iban a dar la celebración dominical en ausencia del sacerdotes, pero hoy en día hay misa todos los domingos a las 9:30 a.m. en la Misión.

De acuerdo a Bautista aunque la Misión tuvo una expansión hace dos años, pero la comunidad sigue crece y crece, por lo que el lugar esta al máximo de su capacidad

"Este año cerca de 20 padres de familia y 19 niños acuden a las clases de catecismo" dijo Bautista. "Los niños más pequeños los ponemos en un cuarto, a los más grandes en otro y a los padres de familia los tenemos que sentar dentro de la iglesia ya que no hay más cuartos".

Bautista trabaja en la Misión junto a su esposo Raúl, y en equipo con otra pareja Rogelia y Raúl Castillo, quienes son los presidentes de la Misión de San Isidro.

"Trabajamos todos juntos como un equipo", dijo Bautista. "Es por eso que la Misión ha crecido tanto, es porque verdaderamente trabajamos unidos".

Los Bautista llegaron a San Isidro hace tres años procedentes de California, y desde entonces han estado trabajando continuamente en la evangelización.

"Necesitamos enseñar y evangelizar más", dijo Bautista. "Es difícil pero ahí estamos y estamos contentos con los programas. Cuando se enseña bien a la gente, generalmente se convierten en servidores o los niños en monaguillos". La Misión de San Isidro fue creada en 1985 como parte de Payson. Hoy en día sirve a la parroquía de San Francisco de Asís en Orem.