Los diáconos se reúnen para su retiro anual

Friday, Oct. 11, 2024
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El diácono Jesse Odilon Ricardez, ofrecióuna reflexión dyrante el retiro anual para dióconos.
By Marie Mischel
Intermountain Catholic

Traducción: Laura Vallejo

PROVO — El retiro anual para diáconos y sus esposas de la Diócesis de Salt Lake City se realizó del 4 al 6 de octubre en el Centro de Convenciones del Hotel Marriot en Provo. El tema fue ‘Un puente para el amor de Dios: Servicio en el diaconado.’ El maestro del retiro fue el padre Dominico Augustine Hilander, Abad Superior de la Comunidad Dominica de la Iglesia Blessed Sacrament en Seattle Washington.

El retiro comenzó con una velada de oración guiada por el diácono Odilon Jesse Ricardez. Durante su reflexión dijo que el llamado de los hombres para la Orden de los Diáconos fue “para servir a nuestros hermanos y hermanas a proclamar la Buena Nueva, recordando las palabras del San Francisco, ‘Proclamar el Evangelio y, si es necesario, utilizar palabras’.”

Después de la velada de oración, El Obispo Oscar A. Solis dio la bienvenida a los diáconos diciéndoles que “es un gran honor el estar reunidos, especialmente durante este tiempo en donde reconocemos nuestra unidad como ministros de la evangelización.”

Esta fue una oportunidad para reunirse “para hacer eso que es lo más importante y esencial en nuestras vidas, no solo como creyentes Cristianos sino como ministros de Dios... y eso es para orar,” dijo el Obispo. “La oración es la base de todo lo que ha-cemos.”

El Obispo dijo que el tema del puente fue apropiado ya que la función de un puente es la de conectar una orilla con otra y los diáconos están llamados “a conectar a Dios con su Pueblo al que se sirve. Y eso es quien son.”

Durante su presentación el padre Augustine presentó un número de ministerios en que los diáconos participan, incluyendo el ministerio para los encarcelados, para los pobres, y para las personas adictas. Su primer sesión fue sobre el ministerio familiar, el cual recalcó puede ser difícil. Si los diáconos tienen problemas en sus familias, el padre les pidió no tratar de resolverlos solos, sino de buscar ayuda de otros diáconos.

El padre comparó el ministerio familiar con el ministerio de  ‘un lugar en la mesa’, diciendo que el ministerio de  ‘un lugar en la mesa’ “nos enseña acerca de son servidos y de quienes sirven … algunos cocinan, algunos limpian otros más se sientan… todos tienen un papel.”

El ministerio familiar alcanza a una variedad de personas, incluyendo a las parejas comprometidas y a los matrimonios, las personas divorciadas, los niños y los jóvenes, las personas de la tercera edad y los viudos y viudas.

En cada plática el padre ofreció ejemplos de santos quienes fueron diáconos, dando ejemplos de ánimo.

El padre Augustine también ofreció una sesión sobre las divisiones, notando que como diáconos ellos han ofrecido sus vidas a la Iglesia, “pero lo que causa divisiones en nuestras vidas es cuando comenzamos a reclamar.”

El padre reconoció que la división existe en las parroquias, como cuando las personas que no desean cambios en la parroquia se ponen en contra de quienes desean hacer las cosas de manera diferente. En tal caso, son los diáconos quienes necesitan escuchar ambos lados.

El padre urgió a los diáconos a orar cuando la división ocurre. Esto lo pueden hacer en la Misa, ofreciendo la Paz. “La paz sana las decisiones… la paz es muy importante para que las personas se junten, y aun las homilías sobre la paz pueden ser una parte muy importante, ya que esta son sus palabras,” dijo el padre.

Los diáconos pueden ser pobres, pero pueden dar mucho ya que “a ustedes se les da el exceso de la recompensa de Dios- y entonces ustedes comparten con sus hermanos y hermanas que son pobres,” dijo el padre. “Dios es su porción y su herencia. Esto les permite verdaderamente dar al Señor. Ya que, si ustedes piensan que ustedes se tienen que dar, siempre será menos; pero si ustedes piensan que cuentan con los dones del Señor, siempre habrá más.”

El padre urgió a los diáconos a que le recuerden a las personas que “no es una opción que ellos escogen al dar o no al pobre. Dios dice, ‘Denle al pobre.’ ¿Por qué? Porque uno fue pobre y Dios nos dio.”

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