Traducido por: Laura Vallejo
Intermountain Catholic
SALT LAKE CITY — Luteranos y Católicos de las parroquias a lo largo y ancho del área de Salt Lake se reunieron para orar juntos en la Iglesia Luterana Evangélica Zions el8 de octubre, celebrando así los esfuerzos de la reunificación que recientemente ocurrió por el 500 aniversario desde la Reformación protestante.
El Obispo Oscar A. Solis de la Diócesis Católica de Salt Lake City y el Obispo Jim Gonia del Sínodo Rocky Mountain, de la Iglesia Evangélica Luterana de América, presidieron la celebración, en la cual participaron sacerdotes de ambas iglesias. El ministerio de música estuvo formado por un coro de miembros de las Iglesias Luteranas Mt. Tabor , St. Matthew’s, Our Saviour’s , Zion y de la Iglesia Católica de St. Ambrose .
Conforme el clero ingresaba a la iglesia, muchos de los asistentes se unieron al coro cantando “In Christ Alone” – un himno familiar para ambas congregaciones.
Reconociendo la diversidad de las nacionalidades de los miembros de ambas iglesias, el llamado a Alabar y la segunda lectura fueron recitadas en español, mientras que las oraciones de intersección fueron proclamadas en español, malangay, vietnamés, tagalo, coreano, portugués y en inglés. El resto del programa fue bilingüe inglés/español.
Después del llamado de alabanza, se dio la bienvenida al servicio comunitario de oración que conmemoró el 500 avo aniversario de la Reformación.
“Por más de 50 años, los luteranos y los católicos han estado en un camino que va del conflicto a la unión,” dijo el maestro de ceremonias.
“Con alegría hemos llegado a reconocer que lo que nos une es más grande que lo que nos divide. En este camino, el entendimiento mutuo y la confianza han crecido haciendo posible que hoy estemos aquí reunidos. Venimos de diferentes sentimientos de agradecimiento y de lamentación, de alegrías y arrepentimientos, de alegría en el Evangelio y de pena por la división. Nos reunimos para conmemorar recordando, dando gracias y en confesión y siendo testigos y estando comprometidos.”
Cada Obispo dio una homilía.
En sus comentarios iniciales, el Obispo Solis dijo sentirse muy contento e inspirado “por ver la unidad y solidaridad como una familia de Dios. Especialmente uniéndonos en oración alabando a nuestro amoroso Dios e invocando por Sus bendiciones para todos y para todo el mundo.”
El Obispo Solis dijo que la polarización de la sociedad fragmenta al mundo, a las familias a las naciones, a la política, a los negocios y aún a los deportes.” Esta es una situación alarmante ya que las consecuencias son extensivas y conllevan a la guerra, al odio, al racismo, a la violencia, y aún peor causa sufrimiento y la muerte de tantas vidas inocentes. Como líderes de nuestras comunidades de fe y como creyentes en Dios, eso es un gran reto para nuestra misión común como embajadores de Su amor y de sus acciones, y para ser los testigos visibles de la paz y la unidad en nuestro mundo dividido.”
Así que “nuestro servicio ecuménico de oración es una noble búsqueda de la unidad Cristiana que nuestras comunidades de fe han estado trabajando, juntas, por varios siglos, “dijo el Obispo, agregando que el esfuerzo humano debe ser guiado por la gracia de Dios.
“Son estas las razones por las que hoy nos reunimos aquí en oración, estamos en la presencia de Dios para que nos ayude a darnos cuenta del valor de la unidad en la fe de un solo Dios, Jesucristo, nuestro Señor. Creados como la familia de Dios, las divisiones entre nosotros Sus hijos en nuestra Iglesia, lastiman al Cuerpo de Cristo, y nos previenen en nuestra misión como testigos de la comunión en nuestro mundo. Es así que es necesario solidificar nuestra convicción de que Cristo y en Cristo nunca podemos estar divididos,”, dijo. Agregando “mis queridos amigos, en el tiempo y en la historia, Dios siempre ha estado de nuestro lado. Existe un fuerte movimiento hacia la reconciliación con un compromiso renovado de continuar en esa dirección. Los Luteranos y los Católicos hoy disfrutan de un crecimiento y un entendimiento, cooperación y respeto mutuo. Nuestras Iglesias han llegado a reconocer que existen más cosas en común que nos unen en lugar de dividirnos. Por sobre todas nuestras diferencias compartimos la fe en el Dios y la revelación en Jesucristo, reconociendo las verdades básicas de que nuestra justificación y salvación solo provienen de Dios.
“¡Que Dios escuche nuestras oraciones y que nos bendiga con la gracia de la reconciliación, unidad y paz!.”
En su homilía el Obispo Gonia mencionó que el servicio de oración fue el último de los siete que se realizaron en el sínodo de Rocky Mountain. Hizo mención que el primero se realizó en Santa Fe, Nuevo México y “puede que ustedes conozcan al arzobispo John Wester,” dijo mientras la congregación reía, al reconocer el nombre del anterior Obispo de la Diócesis de Utah.
“Así es que hay algo muy hermoso acerca de concluir esta serie de servicios aquí en Utah,” dijo el Obispo Gonia.
“Como Luteranos y Católicos en este día en Salt Lake City, estamos hacienda historia, y una muy buena historia, y le danos gracias a Dios por esto,” agrego el Obispo Gonia antes de seguir con su homilía con una reflexión de la lectura del Evangelio de Jesús en el viñero y sus discípulos como las viñas (Juan 15:1-5).
Notando que cada una de las viñas pueden ser muy diferentes, aún creciendo lado a lado, “resulta fácil olvidar que su fuente es la misma,” dijo el Obispo Gonia. “Después de siglos de división y retórica de que no hay nada que se parezca a Cristo, en estos últimos 50 años nuestros dos particulares cuerpos de la Iglesia han hecho increíbles esfuerzos reconociendo la vida que compartimos en Jesús. Y el Obispo Solis ya lo ha mencionado, en un mundo lleno de tanta división y odio, esta es la razón por la que le damos gracias a Dios.”
En Utah las dos Iglesias ya han trabajado juntas, “especialmente cuando se trata de defender a nuestros hermanos y hermanas quienes luchan contra la pobreza y la marginalización en nuestra sociedad,” dijo el Obispo Gonia. “Compartimos compromisos comunes de trabajar entre los refugiados especialmente con los inmigrantes y con las preocupaciones que llaman nuestra atención. Juntos con otras Iglesias hemos encontrado oportunidades de orar juntos, de ponernos de pie en solidaridad con nuestros vecinos de otras tradiciones religiosas. Caminar juntos es una manera que no solo es buena para nosotros, sino es de hecho, un compromiso continuo importante.”
Narrando la historia de su padre, quien sirvió como monaguillo en la Iglesia Católica pero fue confirmado en la Iglesia Luterana para que él y su esposa pudieran ser casados en la misma Iglesia, el Obispo Gonia dijo que los esfuerzos de unificación importan en muchos niveles, no solo para los individuos sino para toda la Iglesia de Jesucristo y para el mundo en “el que Dios nos llama a hacer ministerio y a ser testigos juntos.”
Así como el Obispo Solis, el Obispo Gonia concluyó con la esperanza de que el servicio de oración “se convierta en nuestra manera de vida como Iglesia de Cristo, por el bien del Único al que le debemos todo, por el bien del Único quien con su paciencia y amor permanece en nosotros.”
Después de las homilías el Pastor Steve Klenz de la Iglesia Evangélica Luterana Zions, encendió una vela por cada una de las cinco imperativas encontradas en el documento “From Conflict to Communion” el cual fue leído simbolizando la Luz que Cristo compartió con todos los Cristianos.
Después de las oraciones de intersección y recitación de la Oración del Señor, el coro interpretó “A Mighty Fortress.”
El Obispo Gonia dijo que el servicio fue moldeado después del servicio realizado el 31 de octubre del 2016 el cual fue celebrado en la Catedral Luterana en Suiza por el Papa Francisco y los líderes del cuerpo global Luterano en donde se reconoció el documento
“Declaración on the Way” el cual demuestra el progreso que las dos iglesias han hecho en varias áreas cruciales.
El servicio tocó de manera personal a muchos de quienes asistieron al mismo. Mike Cena, miembro de Zions quien frecuentemente asiste a Misa con un amigo Católico dijo que estaba muy contento pues el servicio le recordó a sus padres, quienes uno era Católico y uno era Luterano.
“Desde el cielo, sé que mis padres están sonriendo, que estamos juntos en la unidad del amor de Cristo.”
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