Mensaje para el Día de las Madres del obispo Wester

Friday, May. 10, 2013
Mensaje para el Día de las Madres del obispo Wester + Enlarge
IC foto/Marie Mischel

por el Reverendísimo John C. Wester, Obispo de Salt Lake City

Conforme celebramos el Día de las Madres, dirijo mis pensamientos hacia nuestra Santa Madre, cuyo ejemplo brilla a través de nuestras propias madres.

Viendo la vida de María esta nos revela las muchas lecciones que comparte con nosotros. Por ejemplo, nos enseña la importancia de escuchar. Maria escucho la voz del anuncio de que sería ella la Madre de Dios, tatuó las palabras de Jesús en su corazón, fue llamada a ser Bendita por Jesús por escuchar las palabras que se le dijeron. El Nuevo Testamento apenas tiene palabras de María su respuesta fue escuchar a Dios.

Vivimos en un mundo con mucho rui-do. Es un ruido ensordecedor. Pareciera que ya no podemos disfrutar de una cena tranquila en un restaurante; en su lugar, estamos rodeados de teléfonos haciendo beep, sonando y de conversaciones que nos orillan a escucharlas queramos o no. A pesar de esta llamada comunicación, muy pocas personas realmente escuchan. No es sorprendente que nos sintamos más aislados que nunca.

En tiempos como esto, es bueno regresar a nuestras Madres, quienes verdaderamente se preocupan por nosotros, quienes nos atienden genuinamente, quienes se preocupan por nosotros y quienes nos escuchan.

De manera similar Maria nos enseña la importancia de estar presentes. Usando la frase popular "estuvo" para Jesús. Ella lo encontró en el templo, estaba en la multitud, estuvo al pie de la cruz, estuvo en el salón en Pentecostés.

También nuestras madres están presentes. Mientras viajo por la diócesis durante la celebración del sacramento de Confirmación, muchos de los candidatos dijeron que una de las cosas que más apreciaron fue que sus patrocinadores estuvieron allí para ellos.

Esta presencia, reflejo de una verdadera preocupación por nuestro bienestar, nos afirma y nos da la confianza para crecer y madurar en las personas que Dios nos ha llamado a ser.

Sin embargo, de todas las cualidades de María, la que sobresale de todas es el amor. María estaba llena de paz, gentileza, bondad, cariño, compasión: todas ellas cualidades de una madre. Ella le dio a su hijo todas estas cualidades, las cuales culminaron en el mandamiento de Dios de amar los unos a los otros como él nos amó. Nuestro mundo está lleno de violencia, de personas hambrientas de poder, de quienes buscan el control.

Podemos sentir una gran presión al lidiar con esas fuerzas en nuestras vidas. Maria nos recuerda que el amor, frecuentemente expresado en la bondad, es la fuera más poderosa del mundo. Después de todo, San Juan nos recuerda que el Dios es amor y nada sobrepasa a Dios.

Las Madres nos dan el continuo ejemplo del poder del amor en nuestras vidas. Ellas nos aman antes de que nosotros hayamos hecho algo remotamente cercano a merecerlo. Ellas se preocupan por nosotros desde nuestra concepción. El amor de una madre es lo más cercano que existe en este mundo al amor incondicional, al amor que solo se encuentra en Dios.

Conforme este año celebramos el día de las Madres, les deseo un día lleno e bendiciones y gracias a todas las madres de esta diócesis de Salt Lake City. Oro para que como madres sigan reflejando la habilidad de María de escuchar, de estar presentes y de amar, a nosotros sus hijos e hijas para que sigamos su ejemplo amoroso y para que con esto proclamemos la presencia de su hijo, cuya resurrección celebramos en esta Época de Pascua.

For questions, comments or to report inaccuracies on the website, please CLICK HERE.
© Copyright 2024 The Diocese of Salt Lake City. All rights reserved.