Misa del miércoles de Ceniza 2011

Friday, Mar. 18, 2011
Misa del miércoles de Ceniza 2011 + Enlarge
Decenas de personas se dieron cita en la Catedral de la Magdalena para le celebración del miércoles de Ceniza.
By The Most Rev. John C. Wester
Bishop of Salt Lake City

Hoy, miércoles de ceniza. Un buen día para comenzar el retiro de la Cuaresma juntos. Esta tarde les doy la bienvenida a todos aenesta hermosa Catedral.

Mientras escuchabamos y rezábamos durante las lecturas de hoy, me si cuenta de que, de primera cuenta pareciera haber unas interesantes contradicciones. Por ejemplo, nues-tro lector leyó muy hermoso, proclamando la palabra del Señor, diciendo que hoy es un tiempo de aceptación, ya que hoy es el día de la salvación. Y en unos pocos momentos el prefacio de la misa nos referimos a la Cuaresma como una estación de gozo. Bueno estas palabras son palabras que hablan de gran felicidad y aquí estoy yo viendo las cenizas en la mesa, y estamos vestidos de morado, y no usamos el Gloria, ni el Aleluya, y hemos llegado a un tiempo de mucha penitencia en nuestro ano litúrgico.

Así es que, ¿qué es lo que este nos da?, ¿por qué la contradicción?

El núcleo de la verdad es este: es verdaderamente un tiempo de aceptación. Este es el día de la salvación. Esta es una temporada de alegría. No solo comenzamos el retiro de la Cuaresma, sino que comenzamos lo que me gusta decir son 90 días de celebración de Pascua. Así es que hay 40 días de Cuaresma y 50 días de Pascua-una celebración de 90 días. Pueden que ustedes esperen a la Pascua como a in diamante tal como yo me refiero a ella cada año. Y los diamantes tienen fa-cetas; tienen pequeñas cartas. Cada faceta es un aspecto de cada diamante. La Pascua es el diamante.

Empezando hoy y terminando el domingo de Pentecostés, celebramos diferentes facetas de la resurrección de Cristo, misterio central de nuestra de fe. Hoy celebramos la faceta del miércoles de ceniza y estamos dando comienzo a los 40 días de Cuaresma. Y por supuesto celebraremos el domingo de Pasión o domingo de Ramos como a veces es llamado; y el Jueves Santo y el Viernes Santo, el sábado se Gloria, la Pascua, la resurrección y pentecostés - celebraciones de la Cuaresma. (En la actualidad son más de 50 días ya que cada domingo es una celebración de Pascua). Lo que celebramos es la Pascua, y es por eso una celebración Alegre, ya que es nuestra salvación. La vida eterna. Jesús murió por nosotros y resucitó al tercer día, y es así que es una celebración de Pascua, de alegría.

Esto no quiere decir que no veamos la faceta de la Cuaresma la cual nos hace darnos cuenta de que la Pascua es la cruz en que Jesús murió por nosotros; que todos vamos por la Pascua con nuestras cruces. Es por eso que tenemos la parte de la penitencia. El salmo de hoy hace énfasis en tres maneras de orar nuestra durante la Cuaresma: rezando, salvando almas y celebrando.

Rezamos como un símbolo de nuestra dependencia de Dios. Yo digo Dios yo solo soy un simple ser humano, lleno de pecados y con imperfecciones. Señor Te necesito. Voy a ti y a Tu divina presencia y Te adoro.

Esta es la parte de la penitencia que me gustaba porque esta es la base de todo. A veces decimos ‘Me gusta ser el centro de atención. Así es que me es muy difícil decir Señor te adoro’. No a mí, a ti, es entonces en donde la cruz entra. En mi oración, tengo que hace penitencia, tengo que recordarle a mi mismo mi humildad, mi necesidad, mi dependencia.

Y doy lismosna no porque crea que soy muy bueno, sino porque soy pobre. Doy limosna para recordarme mi propia pobreza; solo estoy dándola para mi- para mis hermanos y hermanas que son pobres como yo. Otra vez, esto es difícil. Esa es una cruz, reconocer mi pobreza.

Y ayuno y hago buenas obras, como un símbolo de mis propias necesidades, de mi hambre y de mi sed de Dios que solo Dios puede saciar.

Así es que cualquier cosa que yo haga me dirigirá a la cruz, no a mí. Si dejo los dulces durante la Cuaresma, lo hago no para decir ‘Oh miren que bueno soy. Dejé los chocolates’ lo hago como un recordatorio de que estoy hambriento por el Dios vivo, y eso ,me dirige hacia la cruz. Si voy a dejar de comer dulces eso no me va hacerme sentir orgulloso y realmente bien acerca de mi mismo, entonces no lo debería hacer. En vez de eso debería comer todos los dulces que quisiera y entonces tal vez mi estómago me recordaría la cruz!

Y eso sería algo bueno ya que es la cruz la que me guiar a la Pascua. Para cuando me uno en sufrimiento con aquellos en Cristo y vivo mi llamado bautismal en Cristo en sus sufrimientos, entonces también seré uno con Cristo el cual reina hoy como la mano derecha de su Padre en los cielos. Mis sufrimientos me llevarán más cerca de la vida con el Señor para llenarse de su gracia, una gracia que nos lleva a la vida eterna.

No importa lo que hagamos, lo hacemos por la gracia de Dios, porque Dios está trabajando en nosotros, llevándonos con su Hijo a través de la cruz en la Pascua. Mis oraciones son que este año nuestra diócesis lleve nuestras cruces a lo largo de la Cuaresma de tal manera que nos reencontremos en el altar en donde esta nuestro Señor en la pascua para celebrar el regalo de la vida eterna que nuestro Señor y Salvador nos regaló y cuya cruz es el camino hacia el cielo!

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