Nuevo sacerdote llega a la Misión de St. Florence en Huntsville

Intermountain Catholic

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De izquierad a dereca: El Padre Charles Cummins quien se despidió de la Misión de St. Florence en Huntsville y el Padre Jesuita Richard Hunt quien funjirá como administrador de la misión. IC foto/Marie Mischel

(Nota del editor: Este artículo forma parte de una serie en donde se presentan las nuevas asignaciones de sacerdotes para este año en la Diócesis Católica de Salt Lake City.)

HUNTSVILLE — Durante el 22 avo aniversario de la Misión de Saint Florence, la congregación dio tanto la bienvenida a su nuevo administrador como la despedida al Padre Charles Cummins, quien había ejercido su ministerio en ese lugar durante 20 años.

"Espero haberlos ayudado en este camino y espero que también tal vez nos hayamos acercado más a Dios durante este tiempo", dijo el Padre Cummins el 15 de septiembre durante su homilía.

El Padre Cummins continuará su servicio como capellán del Newman Center en Weber State, pero este año al haber alcanzado los 75 años de edad, que es la edad en que los sacerdotes se retiran, el Padre dijo que ha encontrado alivio ante la celebración de tres misas los fines de semana en lugar de seis.

El nuevo administrador de la mi-sión de St. Florence es el Padre Jesuita Richard Hunt, de la providencia de Nueva York.

"Me han dicho que esta es una oportunidad de retiro", dijo el Padre Hunt de 76 años, quien celebró su 50 aniversario como Jesuita y su 40 avo aniversario como sacerdote.

Durante la Misa reconoció que "es casi imposible reemplazar a alguien que ha estado en esta parroquia por tanto tiempo como lo ha hecho el Padre Cummins", agregando que "espero poder serles servicial".

El Padre Hunt dijo que su llamado le llegó tiempo después en comparación con muchos de sus compañeros. Creció en Syracuse, N.Y. y asistió a el Colegio Jesuita Le Moyne , para después ingresar a la Universidad de Syracuse. Con una maestría en ciencias políticas, se mudó a Washington D.C. en donde tenía planes de ejercer como abogado. La persona a la que le rentaba frecuentemente realizaba fiestas de recaudaciones, "así es que conocí a todo tipo de congresistas, senadores, maestros de orquestra, petroleros y más", dijo el Padre Hunt. "Llegue a conocer la vida en Washington de una manera bastante cercana y personal".

El Padre dijo que ese contacto fue una desilusión, y de la misma manera se dio cuenta que él podría tener una vocación al sacerdocio. Exploró la idea de ser un Monje Trapensepero decidió que la espiritualidad Jesuita lo hacía sentir mejor.

Sin embargo, antes de ingresar al seminario en Lake Champlain en el Colegio de Bellarmine, fue primero a Boston para estudiar Latín. También asistió al seminario en Shrub Oak en Rochester y al seminario teológico en el Colegio Woodstock.

Mientras, en el seminario daba clases en la preparatoria. Durante sus veranos obtuvo becas de varias universidades para estudiar en diferentes partes del mundo; también fue a la India como estudiante Fulbright

Conforme su carrera iba progresando, regresó a los salones de clases una y otra vez, obteniendo títulos en Planeación urbana y política del tercer mundo, religión comparativa, y consejería entre otros.

"Lo académico es una gran parte de mi vida", dijo el Padre Hunt. "Me gradué de mi 33 avo. Título".

No sólo estudio sino que trabajo en la educación superior" fue director de credo, un programa sabático para religiosos en la Universidad de Gonzaga, en el centro de consejería en el Colegio Canisus en Búfalo y director del ministerio del campus en el Instituto Rochester de Tecnología.

Sin embargo pasó gran parte de su tiempo a las afueras de Ivy walls.

"Mi primer apostolado fue el trabajo con personas no creyentes en Boston y en Nueva York", dijo el Padre recordando esta parte como una muy importante de su ministerio. "Fue un placer trabajar con ellos. Era claro que Dios estaba trabajando con ellos".

Entre otros puestos están un pequeño periodo como sacerdote en un centro Zen, trabajar junto a artistas en las montañas Berkshire como consejería en centro de familia y en la práctica privada.

El año pasado se tomó un año sabático en la escuela Jesuita de Teología en Berkley California para estudiar teología. Entonces "me encontraba en busca de un trabajo y mi consejero me dijo ¿por qué no haces esto en Hunstville?", dijo el Padre.

Llegando hace más de una semana el Padre Hunt no tiene planes para la mi-sión. "Quiero escuchar lo que está sucediendo", dijo el Padre. "Es importante el saber cuales son las necesidades, quienes son, ese tipo de cosas".

El Padre Cummins tiene muchos recuerdos de la misión, incluyendo el haber conocido a Olímpicos como Darren Rahvles durante las olimpiadas de invierno del 2002.

"La comunidad de St. Florence es maravillosa", dijo el Padre. "Muchas de estas personas llegan de lugares lejanos en el valle, y no sólo vienen a la iglesia, sino brindan sus servicios de diferentes formas. Estoy muy agradecido con el monasterio por los monjes que siempre venían con alegría y ayudaban".

Val Warren, feligrés de la misión dijo que el Padre Cummins fue una fuerza guiadora para la comunidad.

"Siempre estaré agradecido en el por haberme llevado a la iglesia. Siempre que se tenía una plática con él, uno se sentía como la única persona del mundo, como si tus problemas fueran solo los únicos que importaran".

Amy Petrers, feligrés de la misión agregó "El Padre es realmente genuino, bondadoso, una influencia de paz en toda la comunidad. Mis ojos se llenaron de lágrimas cuando se despidió ya que fue él quien oficio nuestro matrimonio".