Parroquia de Magna es vuelve a sufrir vandalismo, cuarta vez en dos aņos
MAGNA — Vándalos rompieron la puerta del sótano de la rectoría ingresando a la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes en Magna, siendo esta la segunda vez en un año que la parroquia sufre de vandalismo, en esta ocasión rompieron estatuas y la puerta de cristal rociando toda la parroquia con un extintor.
De acuerdo a testigos, los intrusos dejaron a tras manchas de sangre, huellas y un celular.
Cuando el Padre Christopher Gray llego a las 8:25 a.m. para preparase para celebrar la liturgia, vio a personas que estaban a las afueras de la parroquia, algunas sollozando, y varios carros policiacos "las cosas no se veían nada bien", dijo el Padre.
El Padre Javier Virgen, párroco de la Iglesia se encontraba de vacaciones.
Al interior de la iglesia el Padre Gray encontró bancas rotas y cerveza en la fuente de agua bendita, pero sintió un poco de alivio al ver que el Tabernáculo, el cual contiene la Eucaristía, estaba bajo candado.
La misa de las 9 a.m. fue cancelada para permitir que la policía realizara su investigación.
A pesar de que los feligreses estaban "algo alterados", dijo el Padre Gray, "querían comenzar a limpiar lo que se pudiera sin intervenir en la escena del crimen".
Limpiaron las bancas, barrieron el vidrio roto y limpiaron los pisos lo suficiente para que la misa de las 11 a.m. pudiera ser celebrada y después de la cual oraron el rosario de reparación por la destrucción encontrada.
"Nos sentimos enfermos y estábamos muy molestos", dijo Joanie Dobesh, miembro del consejo parroquial. "No podía creer los daños. Pareciera que saben cuándo el sacerdote no está y es cuando entran. La primavera pasada cuando el Padre Javier no se encontraba entraron por la ventana del baño de los hombres y rociaron la iglesia con el extintor. Cuando el Padre John Norman era nuestro párroco, los vándalos entraron y se robaron el Ostía Sagrada del tabernáculo. Ambas ocasiones han orinado en los cálices; en esta ocasión orinaron en las paredes".
Cuando el diácono Rick Huffman llegó a la parroquia a las 8 a.m., dijo que encontró basura esparcida por todo el patio, la puerta abierta, la cocina en ruinas y computadoras y foco destruidos. "También se robaron una televisión de la rectoría y todo el vino sacramental. Están tratando de destruir nuestra fe, la cual es muy importante para nosotros, pero no lo vamos a permitir. Vamos ha realizar nuestro mejor esfuerzo para seguir adelante. Esta iglesia fue construida en 1928 y ampliada en los años 40’s. Aquí hay muchas familias generosas. Somos una comunidad y una gran familia".
Melanie Dern, director financiera de la parroquia, supo de las noticias al recibir una llamada telefónica de otro feligrés.
"Esto ha sido lo peor que ha ocurrido", dijo conteniendo las lágrimas. "Tuvimos que llamar a una compañía especializada en limpieza de desastres para limpiar. Estamos agradecidos de que la estatua de Nuestra Santa Madre que esta atrás del altar no fue dañada, a pesar de que las demás si lo fueron. También destruyeron cosas importantes y fotografías del Padre Javier ".
Cada vez que la parroquia ha sufrido de vandalismo, se han tomado acciones para prevenir más ocurrencias. "Hemos reemplazado las ventanas y puesto barras en ellas, reemplazado puertas, instalado luces que se encienden con movimiento, y hemos hablado de sistemas de seguridad", dijo Dern. "Esta vez probablemente hemos alcanzado ese punto".
Después de escuchar acerca del desastre, Catherine Holt, una experta en restauración feligrés de la parroquia de St. James the Baptist, se ofreció, si es posible, a restaurar las estatuas. Cuando este artículo se escribió Holt no había visto aun las estatuas.
Esta fue la cuarta vez en dos años que la parroquia ha sufrió de vandalismo.
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